Tregua

Desde el gran ventanal de la oficina del director, Hope Midnight observaba la calle de las fraternidades con ojos llorosos.

—Yo quiero ir— lloriqueó rodeado de montañas de papeles.

La bienvenida había sido su idea y allí estaba él; encerrado en su oficina firmando y acomodando papeles como un ratón de biblioteca, aunque no por gusto. Pero se lo merecía por estar tantos meses ausente. Si bien tenía a la señorita Duke para hacerse cargo de la mayoría de las cosas en su ausencia, había cosas legales que solo el director podía tramitar, incluso tuvo que pagar multas por vencimiento de algunos documentos y licencias. Eso le enseñaría a no ausentarse nuevamente.

A sus espaldas sintió la presencia de su exjefa, lo que le permitió levantarse de su escritorio y estirar la espalda.

—¿Le llegó la invitación a KC a la fiesta? — el de ojos verdes caminó hasta la pequeña cocina de su oficina para calentar un poco de café y servirlo en dos tazas.

—Algo tarde. Ya tenía noción de la fiesta antes de que se la enviaras. Incluso me pidió permiso, ¿No es loco? — la risa apagada de la demonio de cabello blanco hizo que Hope le mirara confuso.

—¿Me perdí de algo? — los ojos marrones de Destiny observaban las coloridas luces de la lejana calle con anhelo.

—Estuve a punto de decirle que no fuera.

—¿Por? —el demonio dejo la taza de la chica en la mesita entre ambos y tomó asiento a su lado.

—La universidad está llena de Lobos, Hope — y allí el chico comprendió el miedo de su amiga — Y antes de que digas que Kya se sabe defender muy bien, lo sé. Sin embargo, el rechazo de tu misma especie es algo que no quiero que KC experimente, más si eso puede llevarla a descubrir lo que realmente pasó con su manada anterior, no quiero que crezca el odio en ella. — observó su reflejo en el líquido marrón de su taza, el cual cambió a uno distinto a su imagen física, la imagen de una demonio con sonrisa macabra y extraño cabello de colores rojo y azul le hizo apretar la taza.

 Hope observó a su amiga soltando un pesado suspiro para entonces tomar su mano libre.

—Destiny, debes comenzar a superar a tu madre— La seriedad del chico era algo que podría dar miedo para cualquier desconocido —Eres la mejor madre que esa pequeña cachorra, que ya no es una cachorra, podría tener. Y eres mil veces mejor madre que Alyssa, esa hiena de madre solo tiene la capacidad para hacer hijos. Tú no eres igual a ella, y jamás lo serás.

El de ojos verdes sabía que decir cuando las cosas se tornaban grises según Destiny. Era un gran amigo y compañero, estaba agradecida consigo misma por habérselo llevado a la tierra con ella y con él por aceptar acompañarla.

—Estoy siendo muy dramática, ¿cierto?

—Mas bien paranoica, aunque con la hiena como madre ya me hubiera lanzado al limbo para dormir eternamente— la risa de la chica era todo lo que el demonio quería escuchar, y lo logró — Deja de preocuparte, esa loba es tu viva imagen, aunque no la hayas engendrado.

—Gracias Hope, por esto y por todos los siglos a mi lado.

—Bueno, sin mí ya te hubieras vuelto loca aquí. Espera, loca ya estas.

Y con eso el golpe en su cabeza no se comparaba con el que la misma mujer le había dado ese día en la mañana

—Cállate y pongámonos a trabajar, te ayudaré hasta que KC me llame.

(…)

La calle de las facultades estaba repleta de estudiantes de todos los años, incluso uno que otro profesor. Cada facultad estaba identificada por colores y chaquetas con los logos representativos, así se lograban diferenciar de las demás y hacían publicidad de las mismas.

Kya, Meera y Thomas se abrían paso entre la gente para poder explorar algunas facultades mientras disfrutaban de la música que se escuchaba en los múltiples parlantes en la amplia calle. Las facultades ofrecían bebidas y alimentos tanto dulces como salados, algo que agradeció la morena porque a pesar de haber cenado, el hambre aparecía pronto.

Luego de explorar un rato se acercaron a la casa de una de las facultades que más llena se veía. La construcción era de un tétrico color negro con muchos detalles en rojo sangre, KC inmediatamente pensó en vampiros, sin embargo, su nariz captaba más seres con las chaquetas del mismo color que la casa.

—¡Bienvenidos a BOZZ! — exclamó una chica de flameante cabello rojo con un megáfono. El logo de la fraternidad estaba estampado en muchas banderas que colgaban de las paredes, así como en múltiples mercancías como bufandas, tazas hasta cuadernos.

El nombre completo de dicha fraternidad era: “Beta ómicron zeta zeta” que abreviado se leía BOZZ. A KC le pareció algo original, pero a la vez común. Los colores, el nombre, el logo, todo le gritaba “chicos malos” y eso para ella era muy obvio de ver y tan cliché como las novelas románticas que a Destiny le gustaba leer.

—Adivinaré, esta es la fraternidad más temida y popular de todo el campus — sus amigos rieron por la ironía en el tono de la morena y decidieron que después de tomar las bebidas que entregaban gratis allí se retirarían, pero no contaban con que la loba se encontrara con cierta Kitsune.

—Vaya, bonito atuendo, ¿Debería comprarle uno igual a mi perro?

—Ugh, ya decía yo que olía desagradable en este lugar— la loba era mucho más alta que la kitsune. Esta la veía desde arriba con desafío esperando que le diera una sola razón para mostrar sus colmillos. —Dime zorrita, ¿Quieres que te demuestre por qué los lobos somos cazadores y ustedes carroñeros?

Jade mantenía la sonrisa arrogante. Las personas comenzaron a notar la hostilidad del ambiente y no tardaron en rodearlas con sumo cuidado, expectantes.

—Cuanta falta de modales. Aun siendo capaces de volverse humanos, no aprenden a ser menos… animales — la mirada despectiva de la de cabellos naranjas recorrieron a la loba de abajo arriba, cosa que a KC no le agradó para nada. Molesta, un gruñido salió de su garganta y los colmillos se mostraron en clara señal de peligro.

Meera y Thomas estaban perplejos por como la loba estaba reaccionando. Claramente no entendían lo que estaba pasando, estaban tomando unas bebidas bastante refrescantes y disfrutando del ambiente cuando de repente luego de parpadear por menos de un segundo ya la morena de cabello ondulado estaba envuelta en el inicio de una riña con una kitsune.

—¡Jade! — la exclamación masculina hizo que la nombrada soltara un bufido. Fastidiada, se alejó unos centímetros de la morena y se cruzó de brazos, molesta.

—Judas, siempre llegas en los momentos menos oportunos —el vampiro se acercó a la kitsune con clara expresión de enfado.

—Es un evento para dar a conocer la Fraternidad, ¿te parece lógico que armes este conflicto? — la japonesa rodó los ojos y se alejó del lugar con varias chicas detrás de ella.

KC no dejaba de ver con enojo a la kitsune hasta que esta se perdió entre la multitud. Pensaba que había sido una lástima que el vampiro interfiriera, si tenía ganas de unos bueno golpes para que la chica conociera lo que era bueno.

—Creo que debería disculparme por ella una vez más— el vampiro se dirigió a KC con amabilidad y una sonrisa nerviosa.

—Pensé haberte dicho que controlaras la “curiosidad” de tu novia — la loba se cruzó de brazos manteniendo la expresión de molestia —Esta vez mi amabilidad se estaba yendo por un tubo.

—En primer lugar, lo siento por ella, y, en segundo lugar, Jade no es mi novia, pero si somos amigos muy cercanos —la morena no esperaba esa respuesta y sus ojos por un segundo demostraron la sorpresa que sintió — Déjame presentarme adecuadamente. Mi nombre es Judas Morningstar.

Y en ese momento KC de verdad necesitaba que la tierra la tragara para que la escupiera en su cuarto y reírse a gusto. ¿Quién le pone a su hijo Judas si se apellida Morningstar? Eso tenía que ser una broma. Vio la mano del vampiro y con toda su fuerza de voluntad, la estrechó sin reírse.

—Es un placer, Judas — le era muy difícil esconder su expresión de burla. Apretaba los labios con fuerza, lo último que quería era echarse de enemigo al vampiro también. — Lo siento, es que me hace gracia tu nombre.

El chico la mirada con una ceja levantada. Ya estaba acostumbrado a que su nombre fuese objeto de burla, pero solo unos pocos eran capaces de burlarse en su cara o hacerle la observación que la morena hacía, debido al aspecto peligroso del vampiro.

El duende y la Banshee detrás de KC habían reaccionado de la misma forma, pero el duende recuperó su postura rápidamente en cuanto sintió la mirada de Judas. Como todo un chico acostumbrado al Bullying, desvió la mirada al suelo y se mantuvo al margen.

—No hay de que, estamos a mano entonces… Sean bienvenidos a BOZZ, espero que la pasen excelente y que se postulen para entrar a la fraternidad —su semblante tuvo tres cambios en menos de un minuto. La amabilidad al presentarse se había tornado seria al notar que la chica se burlaba discretamente de su nombre y volvió a ser amable cuando les habló sobre las postulaciones. Raro, pensó KC, pues al sentir el olor de los sentimientos del chico le sorprendió lo rápido que podían cambiar. —Hacemos unas pruebas bastante entretenidas.

 Y con eso un nuevo olor llegó a la nariz de la loba: hostilidad. La sonrisa amable del chico confundió a KC, pero no dijo nada.

—Estamos llegando, no hemos visto lo suficiente de las demás Fraternidades.

—Oh, no se preocupen, estoy seguro de que querrán formar parte de aquí. BOZZ es la Fraternidad más conocida y codiciada de todo el campus, es una oportunidad que les estoy ofreciendo —Judas le respondió a Meera con la misma sonrisa, pero KC seguía oliendo la hostilidad en el vampiro.

—Ya veremos. Muchas gracias, cuando nos decidamos volveremos, eso seguro — la morena dio la vuelta y sacó de aquella casa a sus amigos sin que pudieran reaccionar.

Judas los vio alejarse sin detenerlos. Sin duda la loba le daba mucha curiosidad.

—¿Y? —el mago de cabello gris apareció a su lado, viéndolo esperando respuesta.

—Definitivamente se ha ganado mi atención, pero no parece una presa fácil, después de todo es una loba — Judas tomó una de las copas que llevaban uno de los chicos que repartían dichas bebidas — Me gusta, así será mucho más divertido.

—Para la próxima déjame darle una paliza y luego sales en su defensa —Jade se unió a ellos con una copa en su mano, al igual que Judas —Se arrepentirá por llamarme carroñera.

—Técnicamente no dijo nada falso, se supone que los zorros son así, ¡Auch! —se quejó Merlín por el golpe que la chica le había dado en el brazo.

—Además, Jade, querida, ¿Le viste los brazos? —Judas se ganó una mirada confundida de parte de ambos chicos —Se nota que entrena, ¿Estás segura de salir ilesa de esa pelea?

La de cabellos naranjas frunció el entrecejo y bufó. Merlín soltó una sonora carcajada y Judas le acompañó.

—Con amigos como ustedes, ¿Para qué querer enemigos? Idiotas — y sin más se retiró de la habitación, molesta.

Ambos chicos dejaron de reír con dificultad y siguieron sus labores dentro de la casa fraternal.

A las afueras, KC y los dos chicos caminaban conversando respecto a lo que había pasado antes. La morena les explicaba cómo había conocido al vampiro y a la Kitsune, omitiendo la parte de llamar “lindo” al de cabellos largos.

—Esa zorra me pone de muy mal humor, y eso que solo nos hemos visto dos veces.

—Bueno, se ve algo creída, aunque con esa apariencia también presumiría.

Meera y KC detuvieron su andar ante las palabras del duende. La expresión de sus rostros mezclaba la confusión y la indignación. El chico las miró y enseguida sus mejillas se tiñeron de rojo.

—¿q-qué? — tartamudeó —E-es linda.

Las chicas seguían sin decir nada y solo enfatizaron sus expresiones, para entonces solo seguir caminando.

—Tus gustos son bastante cuestionables, Tommy — la Banshee iba bufando por lo bajo, sin saber que la loba podía oler sus celos.

—A ver, no digo que me gusta, solo que es linda — el chico se adelantó a ambas y comenzó a camina de frente a ellas.

Para KC la explicación estaba de más. Realmente no le importaba si le gustaba, pero al parecer a Meera si le había importado levemente. Interesante, pensó la loba al sonreír de lado observando el intercambio de palabras de sus amigos que parecían una pareja discutiendo. ¿Era eso el comienzo de algo? No lo sabía, aún era demasiado pronto para siquiera pensarlo, pero debía admitir que ambos se veían lindos juntos.

La noche seguía bastante animada en aquella especie de festival. El trio de amigos se habían entrado en una de las fraternidades que tenía como juegos de feria en su patio; Dardos, aros en botellas, incluso un medidor de fuerza con martillo.

La Banshee se emocionaba al ver los grandes peluches que entregaban de premio por lo que arrastró a sus amigos a jugar por ella.

—¿Y por qué no lo haces tu misma? —Exclamó KC con diversión, no le molestaba para nada jugar y enseñar su destreza, pero ella tenía dos buenas manos para ganar sus propios premios.

—Porque soy malísima en esos juegos, no quiero perder mi dinero —KC colocó los ojos en blanco y Thomas solo rio.

En primero pasaron por el juego donde tenían que tirar aros a botellas, ambos chicos se llevaron un par de premios cada uno dado que no compitieron al mismo tiempo. Después jugaron a los dardos donde hicieron la misma estrategia. Meera parecía una niña con tantos peluches en sus brazos, incluso saltaba con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Gracias chicos!

—Al menos pude quedarme con algunos para mis hermanas— Dijo el duende rascando su nuca.

—Eres una loca obsesiva por los peluches —KC miraba al espectro con diversión mientras caminaban por la zona —En próximo juego me quedaré con todo lo que gane.

 —Todo tuyo, ya con esto tengo suficiente.

El último juego que visitaron era el medido de fuerza. El duende no le entusiasmó mucho aquel juego por lo que su turno fue una completa perdida de dinero, sin embargo, no le importó. KC por el contrario estaba bastante enérgica y emocionada, pero aquella emoción se volvió determinación al escuchar como muchos chicos le decían cosas subestimando su fuerza.

—No te vayas a lastimar, cariño

—¿Segura que quieres jugar?

—¿Te ayudo?

Todos fueron callados con la mirada fría y molesta de la loba. Tomó el martillo, lista para darle al gran botón que tocaba la campana. Para sorpresa de los idiotas fisgones, el puntaje había sido el más alto en la noche y eso significaba doble premio.

—¡Eso KC! —Exclamó bastante fuerte el espectro corriendo hacia su amiga —Eres muy fuerte, eh.

—Gracias, gracias — dijo con orgullo reclamando sus premios — Es triste ver como en pleno siglo veintiuno siguen subestimando a las mujeres, idiotas.

Era obvio que la chica lo había dicho en un tono bastante elevado para que todos aquellos que habían comentado con duda la escucharan.

—Bueno, también existe el racismo, lamentablemente ya es cosa de la estupidez en la cabeza de los que discriminan — para sorpresa de los tres chicos, Judas, Merlín y Jade se habían acercado a ellos.

—Aparte de la estupidez, también es porque el orgullo varonil todavía no asimila que una mujer puede ser más fuerte que un hombre— Jade sonrió con superioridad mientras caminaba hasta el lado de la loba y la banshee. —¿Cierto chicas?

KC levantó la ceja ante el repentino acercamiento de la Kitsune, era más que obvio que estaba fingiendo y su olfato le confirmaba aquella teoría. Meera estaba igual de desconcertaba que la morena por lo que instintivamente, ambas, dieron un paso atrás.

—Por supuesto que apoyo tus palabras, pero me extraña tu amabilidad. ¿Tan fuerte fue el regaño de tu novio que ahora quieres hablarme?

La chica de ojos naranjas le miró incrédula. ¿Desde cuándo tenía novio que ni cuenta se había dado? Pasó su vista a Judas, quien se había dado una palmada en la frente y entonces entendió las palabras de KC

—¿Te refieres a Judas? —Jade comenzó a reír bajo la mirada confusa de los demás —Este vampiro no me genera ni un mal pensamiento, honey.

—Gracias, Jade Kimura, muchas gracias —soltó el vampiro ofendido, mientras Merlín reía.

—Sabes que te quiero — Judas bufó— Mira, no fue un regaño lo que recibí, fue más bien un soborno, así que haz que valga la pena el dinero del vampiro bonito, ¿Sí? — la chica de cabello naranja extendió su mano a KC — Empecemos de nuevo, soy Jade Kimura.

La morena observó la mano de la chica unos segundos. Su nariz no percibía la misma falsedad de antes, pero aun así meditó aceptar el saludo.

—Bien, empecemos de nuevo, soy KC.

—¡Excelente! —exclamó Merlín — Ahora que todos somos compas, en aquel stand venden unas hamburguesas buenísimas y a muy bajo precio, tengo hambre.

—¿Y tú eres?

—Oh, me disculpo por mi falta de modales. Yo soy Merlín Jr. para servirle bella dama —el de cabellos grises tomó la mano de la banshee, besando el dorso de esta con delicadeza. Acción que repercutió en las ahora rojas mejillas del espectro y en el ceño fruncido de Thomas.

Por supuesto que el que tenía más fama de don juan era Judas, sin embargo, el hechicero tenía su propia fama, un poco más discreta, pero iban a la par. Merlín no había caído en cuenta cuan atractiva era la amiga de la loba, su peculiar cabello en degradado de colores era algo de admirar, igual que el color de su piel que era más blanca que la del vampiro, algo normal teniendo en cuenta la raza de la chica.

Meera, por otro lado, la presentación del mago le había agarrado desprevenida. El sonrojo de sus mejillas había sido involuntario, pero no le molestó en absoluto dicha acción. Responderle con una sonrisa y con su propio nombre fue lo ideal para la ocasión, bajo la mirada de los amigos de ambos, dejando a uno con molestia.

—¿Se van a quedar flirteando allí toda la noche o iremos a comer? — KC se había cruzado de brazos y con una ceja levantada mantenía una sonrisa burlona de lado.

Thomas fue el primero en caminar hasta el sitio indicado por el mago, seguido de KC quien tenía la ligera impresión de que el duende tenía alguna molestia por la situación anterior. Casi corrió para alcanzarlo.

—Hey, Thomas, ¿Todo bien?

—¡Claro! —La exclamación del pelirrojo no le convenció del todo y menos cuando la sonrisa en su rostro se veía más forzada que la suya cuando Destiny le escogía ropa interior —¿Por qué no habría de estarlo?

La morena no respondió a esa pregunta solo se encogió de hombro y siguió el camino hasta llegar al stand de comida que estaba lleno de gente, pero por suerte habían encontrado una mesa para todos sentarse. Cada quien realizó su pedido a gusto y disfrutaron del ambiente sin preocupaciones, o eso percibía la morena con su olfato.

—¿Te uniste al equipo de baloncesto, Thomas?

—Aún no soy miembro oficial, pero sí. Tengo una beca deportiva, mañana tendré la prueba para ser titular.

—Oh, genial, espero te vaya muy bien, tienes el porte de un buen jugador, y te lo dice alguien que inició en esta universidad como atleta —Judas bebía de su vaso con tranquilidad bajo la atenta mirada de los presentes. A la loba no le pareció tan descabellado que el vampiro haya hecho deporte alguna vez en su vida, pero si le sorprendía el cambió de carrera por una mucho más complicada como lo era la medicina.

—¿Por qué cambiaste a medicina?

La pregunta salió de manera involuntaria, dado que había sido un pensamiento que KC no quería decir, pero su boca la traicionó.

—Creo que la respuesta correcta sería que, por mi familia, ya que soy parte de un gran linaje de médicos desde hace muchos siglos atrás, pero en el fondo me gusta la medicina. No tengo ideales tan cursis como, “quiero salvar muchas vidas”, no, eso realmente no es lo primero que se piensa cuando estas sin dormir por más de treinta y seis horas y tienes que hacer una cirugía de alto riesgo. — los nuevos estudiantes pensaban en lo real que era aquello, creían que era la primera vez que alguien les hacía ver la verdadera cara de aquella carrera.

—Al menos nosotros los seres sobrenaturales tenemos la ventaja de la resistencia en muchos ámbitos.

—Mmm, en muchos de nosotros esa ventaja de resistencia tiene un costo —Respondió Jade a Meera —Me refiero a las debilidades que cada una de nuestras razas. Para los humanos es fácil recuperar las fuerzas durmiendo o alimentándose de cosas de fácil acceso, mientras que muchos de nosotros necesitamos cosas en específico para no desfallecer.

—Tienes un buen punto. Yo soy un claro ejemplo, antes de hacer prácticas con humanos a mi alrededor debo consumir una píldora que desactiva mi olfato y el gusto para que no me afecte el olor de la sangre humana. Otro caso es mi madre quien tiene que consumir alrededor de dos pastillas por cirugía y si es muy larga puede llegar a consumir alrededor de cuatro o cinco.

Judas suspiró con pesadez tras dicho calculo, recordaba las innumerables veces en que veía a su madre llegar a casa como cualquier humano drogado y las veces en que podría pasar días con migraña constante por culpa de que dos de sus sentidos tengan que desactivarse, sin mencionar que detestaba alimentarse bajo los efectos de dicha píldora por lo que podría pasar mucho tiempo sin alimentarse apropiadamente.

—Al menos estamos en una época donde las alternativas son mayores o la tecnología ayuda a crear nuevas formas de alimento — KC se ganó la mirada incomprensible de sus acompañantes— Piénsenlo. Hace siglos esas píldoras seguramente no existían y tenían que depender meramente de la voluntad para no quitar vidas que seguro querían salvar. Tu madre misma tuvo que pasar por ello, ¿no? Realmente desconozco la edad de tu madre, pero puedo apostar que no es precisamente del siglo pasado.

Judas la miró con una ceja alzada. Realmente tenía razón, pero le sorprendía le deducción que la loba expresaba.

—Bueno, claro que hubo un tiempo en donde dependían meramente de la voluntad de no matar, sin embargo, te equivocas en algo — Meera y Thomas escuchaban al vampiro como si estuvieran viendo una película en el cine, con sus respectivas hamburguesas y refrescos a la mano, y con un claro interés por la historia de la familia vampírica de Judas. —Mi madre no formó parte de aquel tiempo dado que ya la píldora existía porque fue mi bisabuelo quien creo dicha alternativa, y fue mi abuelo quien la comercializó en el submundo, pero fue mi madre quien se encargó de perfeccionar la formula. Mi familia se encarga meramente de la medicina y en el comercio en el área farmacéutica.

Jade y Merlín rodaron los ojos con fastidio al escucha como su amigo presumía su linaje una vez más, igual que muchas otras veces. Observaron con diversión como el duende y la banshee le escuchaban como si fuera la cosa más interesante del universo, ¿así se vieron ellos cuando el mismo Judas les platicó dicha historia?

—Interesante forma de decir que eres millonario.

La carcajada de Merlín fue tan repentina y escandalosa que todos voltearon a verlo de inmediato. El mago se retorcía de la risa generada por el comentario tan espontaneo de la loba, que incluso hizo reír a la kitsune, con más control, por supuesto. Meera y Thomas quienes se mantenían como hipnotizados también soltaron un par de risas, siendo el duende quien casi se ahoga con su bebida.

Judas por su parte no le hizo nada de gracia el comentario de la morena. Era extraño que no funcionara su historia familiar para que quedara impresionada como antes ya había pasado. Estaba comenzando a creer que tenía que renovar sus estrategias de conquista, o simplemente la loba era una chica distinta a las que estaba acostumbrado a tratar. Lo bueno es que a él le gustaban los desafíos.

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