— Alfa Edan se había ido con Balto y Maximiliano para registrar el peligro de los Lobos que se encontraban merodeando en la zona, la casa estaba en un silencio sepulcral, la tensión se sentía en el aire, Siena se había bajado por un vaso de leche inclusive Venus se estaba retorciendo en su interior y aquello era un mal presagio —¿abuela estás aquí? - Preguntó Siena con precaución, puesto que ella estaba sintiendo la cercanía de alguien más.— Siena, mi preciosa Siena - La voz de Edwin Santillana había erizado la piel de Siena que rápidamente se había dado la vuelta y allí encontró al Alfa con su tópica mirada burlona y sonrisa de arrogancia.— Edwin estás jugando con Fuego ¿Cómo entraste? - Siena no tenía miedo, aunque esto parecía cada vez más salirse de control - Te van a agarrar y te aseguró que no tendrán muchas consideraciones contigo.— Siena no seas estúpida nadie va a agarrarme, ¿quién lo haría? Ah tu protector - Edwin sonrió— Él no podría agarrarme porque está custodiando sus
— El ambiente dentro de la manada era totalmente diferente por supuesto que se sentía el estado de ánimo de su Alfa y Rey los miembros de la manada Fuego de Luna sentían lo desesperado que estaba el Alfa Rey por encontrar a Siena - ni siquiera lo piensen que por el hecho de que yo sea chiquita ustedes no van a llevarme con ustedes ella es mi hermana y tengo todo el derecho de formar parte del equipo de búsqueda - Safari se había plantado por delante de Balto ella no estaba dispuesta a quedarse atrás y de brazos cruzados en la búsqueda de su mejor amiga Siena Landfor cuyo paradero aún desconocen.— Dejen que vaya - El Alfa se encontraba contemplando la escena entendiendo perfectamente la situación de Safari y del peligro que podría correr Siena entre esos Vampiros.— Un total de 50 Licántropos se habían puesto en la búsqueda de Siena, incluso los Vampiros que pertenecen al Clan del Rey del Territorio Vampírico, además de otros guerreros de otras manadas, cabían resaltar que luego de la
— Alfa Edan sabía que no podía hacer nada, pero se resistía desde lo más profundo de su ser aceptar que su pequeña Loba podría estar en algún lugar del mundo en donde no podría volver a verla y aquella emoción era como una daga de plata clavada en su corazón. El vampiro se había puesto de pie, ambos se miraban desafiantes hasta que un grupo nuevo de Vampiros llegaron rápidamente ante Bruno Grimaldi quizás la pregunta era del porqué no se atacaban, Edan no quería poner en peligro a sus hombres, no quería que la vida de inocentes el cómo Rey conocía de sus Limitaciones, mientras que uno de los Vampiros recién llegados había murmurado algo al oído del Vampiro, este al recibir la información sus ojos rojos miraron fijamente al Alfa, con una intensa mirada de odio realizando un movimiento con la capa que cubría su cuerpo— Te subestimé pequeño Perro, pero hoy te declaró la guerra, verás ante tus ojos caer muerto a muchos de tus perros o mejor dicho a todos tus perros - Bruno se acercó a Ed
— Alfa Edan había sacado un enorme libro con bastantes años de antigüedad de su caja secreta, eran las 4 de la tarde cuando el cielo se tornó completamente oscuro, la noche había llegado antes de tiempo con ella, una tormenta amenazaba con llegar, las tres personas se encontraban un poco nerviosos, en el fondo sabían que ese suceso podría estar vinculado con liberar el libro de su caja, pero no había otra opción.— En ese momento Balto y Maximiliano también habían entrado en la oficina, el Beta al ver el gran Libro se sorprendió, era conocedor de que el Alfa no quería liberar el libro y si ahora estaba afuera era porque no había ninguna otra manera de enfrentar lo que se viene.— Tomen asiento, estaremos bastante ocupados en esta tarde noche - dijo Alfa Edan mientras procedía a abrir el gran libro que ponía los pelos de punta de los presentes. La página que estaban buscando es la 150, el Alfa ya lo había encontrado, pero antes de empezar a leerla se había dirigido a la ventana dejando
—Los días habían pasado y el cumpleaños número 18 de los hermanos Santos había llegado con él - Buenos días, Alfa - la voz de Siena era canción para los oídos de Edan que había apartado la vista de los papeles que estaba revisando para enfocarse en su pequeña Loba que vestía un vestido negro que no dejaba a la imaginación absolutamente nada.— Dejé de fruncir el ceño Alfa o le saldrán arrugas - se quejó la pelirroja.— Y se puede saber por qué estás vestida así, es más, le faltan telas a ese vestido tuyo Siena.— Deje de ser un amargado, solo venía a preguntarle como me quedaba - le respondió la mujer guiñándole el ojo al Alfa.— De quedarte te queda bien, pero exclusivamente se te permite usarlo en mi presencia, y solamente en mi presencia - volvió a ratificar el Alfa, que se mostraba muy posesivo con la Loba.— Tranquilo Alfa, usted dirá cuando quiere que le dé un desfile con el vestido - la respuesta traviesa de Siena hizo sonreír al Alfa mientras se levantaba de su asiento.— Dime
— Alfa escúcheme por favor - le dijo la otra persona con lágrimas en sus ojos - yo estaba bajo amenaza, si no hacía eso me matarían - Continuó suplicando la persona.— ¿Y me crees estúpido acaso? Se supone que soy tu Alfa maldita, sea no creíste que yo podía protegerte, no confiaste en mi capacidad de mantenerte a salvo, mírame cuando te habló - espetó Alfa Edan.— Perdóname Alfa— volvió a repetir entre lágrimas la persona.— Es de conocimiento que Edan DuPont no da segundas oportunidades verdad, sabes lo cruel que soy con personas que ponen en riesgo a mi gente y ¿sabes a quién has puesto en peligro? - Habló el hombre con toda la crueldad impregnada en todo su ser - ¿Sabes a quién pusiste en peligro de muerte? - Volvió a preguntar el Alfa enfurecido la persona tragó saliva, sabía que su destino terminaría en manos del Alfa, pero ya que sabía que tenía su destino final escrito escupió todo lo que quería decirle desde hace días al Alfa.— Ni matándome serás feliz, no encontrarás tranqu
— La casa de la manada se encontraba un poco alborotada, el Alfa ya sabía a qué se debía, era por el festejo de los Gemelos Santos, razón por la cual todos estaban ajenos a lo ocurrido recientemente. Cuando entro en su habitación visualizo a una Siena muy hermosa con un vestido de color verde que dejaba lucir sus espectaculares caderas y esa cinturita con unas Nalgas muy redondas, la mujer se encontraba analizando su figura en el espejo sin percatarse que cierto Alfa estaba comiéndola con la mirada cuando se le acercó y la abrazo por la espalda.— Te ves preciosa - le dijo mordiendo el lóbulo de su oreja. — Gracias Alfa - respondió Siena mientras se daba la vuelta y se fundían en un apasionado beso.— Espérame me ducho y estoy listo para ir a celebrar con Safari y Caleb - dijo el Lobo Alfa mientras se adentraba en el baño Siena miro por la ventana percatándose que la noche había llegado demasiado temprano nuevamente, además de la brisa fuerte que se sentía además la fragancia del Alf
— Mientras Siena dormía profundamente Alfa Edan no podía conciliar el sueño, así que había optado por levantarse de la cama y salir fuera, jamás se arrepentiría de haber tomado a Siena, de haberla reclamado como suya, pero el malestar que el Alfa sentía no se debía al hecho de haber mantenido relaciones sexuales con la loba.— La luz de la luna brillaba intensamente sobre él, dejando ver el pelaje de KAM que al enfocarse en sus ojos tenía un amarillo con negro intenso, no estaba en su forma animal, solamente estaba en su forma humana, pero de igual manera el pelaje negro se había cernido por encima de su cuerpo siendo un verdadero hombre lobo.— KAM, no hagas eso - el Alfa sentía que a veces la bestia podría ser indomable.— No estoy haciendo absolutamente nada Edan, tienes que aceptarlo, él forma parte de nosotros.— Te agradecería que no lo mencionaras, tampoco lo incites KAM.— No me mientas Edan, bien que has disfrutado utilizar su poder al matar al traidor.— No me hables de esa