Alexa Redall

Capitulo 2: Alexa Redall

Soy Alexa Redall, dueña de una de las empresas de seguridad e investigación privada más importante de la ciudad de Los Ángeles, 41 años, llegué a esta ciudad a probar suerte una vez que nació Nicolás, sin nada más que mis sueños y un buen amigo que conocí a penas llegué.

Dante Liane estaba en la cafetería donde entré a pedir trabajo, tenía que mantener a un niño de un año, ya que había salido de otra ciudad escapando de su padre, un hombre que no valió la pena y también dejando atrás a mi familia que me ayudó durante el primer año de mi hijo.

- Hola! - Dante me vio entrar y no pudo evitar sorprenderse, llevaba a Nicolás en brazos - te ayudo - se puso de pie y ayudó a sentarme - Que te trae por aquí?

- Necesito trabajo, es difícil conseguir algo con un niño en brazos - miraba a Nicolás y no podía evitar llorar - ya me queda poco dinero y necesito empezar de nuevo.

- ¿Cuál es tu nombre? - Dante me servía un poco de su café - y el de este pequeño bribón?

Alexa Redall y él es Nicolás… y el tuyo?

- Dante Liane, soy extranjero en este país, esta cafetería es de mi familia y me estoy haciendo cargo por un tiempo… - Dante no quitaba su vista de mi - en este momento estamos completos con el personal, pero puedo darte algún tipo de trabajo administrativo.

- En serio? Lo que sea me sirve, pero no tengo quien cuide a Nico y no quiero ser un problema… Tengo estudios de administración de empresas, puedo ayudarte en lo que sea.

- No te preocupes, puedes traer al bebé contigo, nuestra oficina se encuentra en el segundo piso de este edificio y creo que se llevara bien con Jhon, él es mi hermano pequeño, tiene 5 años, acompáñame.

Seguí a Dante, mientras él tomaba las cosas del niño y avisaba a una mesera que vendría pronto, entramos por una puerta amplia y subimos unas escaleras, en el segundo piso había una oficina y la entrada a un departamento, entramos por la segunda puerta, era un lugar amplio, de donde salió una mujer de piel color canela y sus ojos miraron con amor a Dante, pude notar que era su madre, le dio un abrazo y luego se volteó a mirarme

- Pero que linda mujer tenemos por aquí - me miró a los ojos y pude notar su calidez, su mirada daba paz - Supongo que eres novia de Dante - miró con extrañeza a Dante, no pude evitar reír con sorpresa

- No mamá, ella se llama Alexa y acaba de entrar a la cafetería para buscar empleo - Dante dejó el bolso en un sofá - puedo cargar a Nico? - estiró sus brazos y Nicolás sonrió y se fue con él

- Que preciosura de niño - Dante estaba feliz y Nico también

- Alexa, desconozco tu situación, pero puedo imaginarla, se que es difícil llegar a un lugar que. no es tu hogar con un niño en brazos - la mamá de Dante me tomo el brazo e hizo que me sentara - mi nombre es Lucia Liane, cuando llegué a este país, Jhon tenía a penas unos meses, Dante era mi soporte, dado que mi esposo había muerto recientemente y nos dejó muy mal económicamente, aquí nos levantamos y tenemos un pequeño negocio, como podrás ver, si Dante te ofreció un empleo, es porque algo vio en ti.

No sabía que pasaría de aquí en adelante, pero si sabia que esta familia sería mi familia también y la de Nicolás, desde entonces no nos separamos más.

- Nico, ven aquí pequeño bribón - Dante estaba enseñando a Nicolás a caminar, con ayuda de Jhon, habíamos cumplido un año viviendo todos juntos, podría decirse que somos una familia particular

- Tante….. Tante…- Nicolás estiraba los brazos para alcanzar a Dante - Tante….

- Eso, sigue así, Nico - Jhon lo alentaba desde el otro extremo - vas bien hermanito

- ¿Dónde están los hombres más guapos del hogar? - Lucia llegaba cargada de cosas - Oooh!!!! - - Hola hijo mio - Lucia besó el cabello de Jhon, mientras veía a Dante alcanzar a Nicolás para alzarlo

- Has estado excelente bebé Nico, eres un gran caminador - Nicolás reía mientras Dante le hacía cosquillas en el cuello - hola madre - besó la frente de Lucia

- ¿Y Alexa? - preguntó Lucia

- Fue al supermercado, no quiso que la acompañara, ya sabes, son esos minutos que necesita estar sola - Dante dejó a Nicolás en su alfombra de juegos y Jhon se quedó con él - Jueguen sin hacer problemas, ¿bueno? - revisaba su celular - iré por Alexa para ayudarla, con las bolsas del mercado, ya llegó.

Dante bajó a ayudar a Alexa

- ¿Con quién dejaste a Nico? - abría el maletero

- Está con Jhon, mamá acaba de llegar también - comenzamos a bajar las bolsas, en un instante rozamos nuestras manos, Dante me miro, sin soltarme - Alexa….

- Dante… - sabia que significaba ese contacto, pero no era el momento, no permitía que nada entrará en mi corazón

- Hablemos, por favor… - Dante dejó las bolsas y me miró con intensidad - llevamos un año viviendo juntos, se que no quieres nada amoroso, pero no puedo dejar de decirte lo que siento, me gustas, te amo, este tiempo a tu lado y al lado de Nico, me ha hecho sentir cosas hermosas por ti, por favor, déjame demostrarte que a mi lado todo estará bien… no soy ese hombre que te hizo mal… soy tu amigo, pero también quiero ser tu compañero de vida…

- Dante, por favor, no me pongas en esta situación, siempre he sido transparente contigo, no quiero enamorarme, lo más importante para mi es Nicolás, se que eres un buen hombre, en este tiempo me lo has demostrado, somos una familia particular, pero por lo pronto no puedo mirarte con otros ojos.

- Lo sé y te esperaré pacientemente… - Dante se acerca logra rozar mis labios, ese beso tan simple y tan bello, pero no podía, en ese instante, no podía enamorarme.

- No te hagas esto Dante - me aleje un poco mirando a Dante - busca tu felicidad, no puedes detenerte solo por mi

- No quiero buscar a nadie más, eres tu y solo tu…. Y Nicolás, obvio, mi madre, mi hermano y ustedes son lo más importante para mi… te respetaré como mi amiga y compañera, porque te demostraré que vales el sacrificio…

Después de esa conversación, no tocamos más el tema, continuamos trabajando juntos, cada día Dante y Lucia me ayudaban con Nicolás y yo ayudaba a Jhon con sus deberes escolares, la cafetería estaba rentando muy bien, al punto de abrir otro local.

También pudimos ahorrar juntos y Dante me pidió que retomara mis estudios, para él era importante que lo hiciera, Nicolás se portaba muy bien con él y junto con Jhon, se complementaban como padre e hijos. Dante nunca me abandonó, si bien de vez en cuando se le escapaba un “te quiero” o “un me gustas”, siempre me demostró ser ese hombre que necesitaba y más que un padre para Nicolás.

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