Llevamos un mes en la capital, echo de menos mi casa, mi hogar. Esto está bien pero necesito sentir la brisa del campo sobre mi cara, mi arroyo...Hoy es el día de la boda de Micaela, he intentado hablar con ella para que anule el matrimonio, creo que está cometiendo el mayor error de su vida.El marqués ha venido varias veces a casa, pero en todas ellas ha evitado ver a Micaela. Pensé que aunque por obligación intentarían conocerse un poco. Pero solo se intereso por la dote de Micaela y por lo que Flavio me dijo no salió muy contento. Cada segundo que pasa me siento más infeliz, se que Micaela no será feliz, ella está empeñada en que una vida de lujos será todo lo que necesita. Siento que esto no va a terminar bien.Lo que más me apena es que Micaela no estará mucho tiempo aquí, quizás solo unas semanas más, él está aquí de visita en la casa de unos primos, se marcharán a Francia y ahí es más que probable que no la vuelta a ver.Si tan solo quisiera escucharme está muchacha insensat
Le he explicado todo a Mariam en la merienda, la verdad es que se lo ha tomado mejor de lo que esperaba.Solo ha derramado unas lágrimas y me ha pedido mi opinión.Le he dicho que es una oportunidad muy buena para ella, aprenderá modales, tendrá una vida cómoda junto a la marquesa. Si ella la adopta podrá heredar un título y una fortuna, no dependerá de un hombre si ella no quiere.Me ha pedido la opinión de Flavio y ellos han estado hablando por un buen rato.— Alessandra ya lo he decidido, puedes decirle que acepto a la marquesa. Flavio me ha explicado que no perderemos la comunicación y podremos vernos cuando deseemos, creo que ella es buena y ha estado muy sola últimamente.— — Está bien pequeña, yo acepto lo que a ti te haga feliz, si tú felicidad está a unas cuántas millas de mi, podré soportarlo. Ahora ven y dame un beso que lo necesito— digo un poco apenada.Flavio se va a su despacho y escribe una carta para su tía, en apenas unos días mi pequeña hermana se habrá alejado de
FlavioSeis meses han pasado desde que está estúpida guerra se desató, hemos hecho grandes avances, hasta ahora hemos diezmado sus ejércitos, nuestros informes indican que Gran Bretaña está apunto de retirar su apoyo ha Portugal. Seis largos meses sufriendo la ausencia de mi esposa y mi hija, una hija que a este paso no reconocerá el rostro de su padre jamás.Echo de menos el tacto de su piel, el color de sus ojos y sus cabellos como el fuego, quién diría que lo mejor que me pasaría en esta vida sería conocerla yo que solo sabía hacer la guerra y sesgar las vidas de los demás.— Mi general el rey requiere de su presencia en la tienda— dice un soldado llegando a mi altura.Me marcho hacia el lugar donde su majestad esta y espero a que me dejen pasar al interior de su tienda.— Flavio por favor toma asiento— dice el rey visiblemente cansado.Obedezco y me siento en el lugar que me indica su majestad.— Flavio esto está por acabar al fin el desgraciado de mi suegro acepta su rendición,
— Señora el Duque está vivo, pero no sabemos por cuánto tiempo, lo verdaderamente extraño es que aún no lo haya visitado la parca...— Vivo! Eso es lo único que mis oídos quieren escuchar, no presto atención a nada más de lo que dice. Veo como unos soldados pasan a Flavio al interior de la casa, Wilson no deja de dar órdenes de aquí para allá, cosa que agradezco no soy capaz de moverme ni de pensar.— Señora salga de la habitación por favor, vamos a asear al señor antes de que llegue el doctor— No me muevo, no puedo no se lo que me pasa pero no soy capaz de reaccionar.— Señora!— dice Wilson sacándome al pasillo.Estoy en el pasillo sentada en el suelo, siento que mi mundo se ha roto, todo se ha vendido a bajo. El llanto de Valentina es el único sonido que hace que salga de mi trance. Atiendo a mi niña ya ha cumplido un año y está muy hermoso, ha heredado el color de mi cabello pero los ojos son de su padre tan azules como el cielo.He logrado calmarla, la dejo dormida en su cuna, ya
— Solo queremos pasar un buen rato chaval— dice el que parece ser el líder.— Hay posadas en las aldeas, con buenas mujeres...— digo manteniéndome firme.— Chaval, no quiero pagar he estado demasiado tiempo en la guerra, ahora solo quiero pasarlo bien.— dice y todos comienzan a reír.— Y qué necesitas para pasarlo bien, si se puede saber?— esto último lo digo un poco nerviosa, Alessandra debes controlar tus nervios, me repito en mi mente.— Pues vino y mujeres que más sino. Jajajaja...— — Vino les puedo proporcionar pero mujeres no, creo que deberían buscarlas en otro sitio — — Eso ya lo veremos— dice acercándose peligrosamente hacia mi posición.Piensa Alessandra, piensa algo...— Wilson por favor llama a mi padre el Duque de Orleans, para que atienda a estos caballeros...— — Pero señorito ya sabe que no gusta de ser despertado.— dice Wilson representando muy bien el papel.— Cómo has dicho chaval? El Duque es el dueño de estas tierras?— dice asustado.— Si, mi padre es el Duque,
— Miguel lo has entendido todo?— Miguel asiente con la cabeza, todo debe salir a la perfección no puedo cometer ningún error, eso me costaría muy caro.Llegamos a la entrada, esto es como una fortaleza, pensé que podríamos ver el ganado, bueno supongo que lo veremos después.Nada más llegar un caballero de unos cincuenta años nos recibe en la entrada.— Buena tarde, podrían identificarse señores?— — Soy el hijo del dique de Orleans y este es mi lacayo— le enseño el sello de Flavio un tanto nerviosa.— Muy bien pueden pasar— Primera prueba superada, avanzamos hasta las caballerizas y dejamos nuestros caballos, mientras caminamos hacia la plaza central de la fortaleza, Wilson tenía razón aquí solo hay hombres, ni siquiera el servicio es femenino. No hay ninguna mujer en este lugar.Desde el centro de la plaza un caballero joven, comienza la subasta. Cómo voy a pujar bien sino estoy viendo la mercancía. Han pasado ya dos pujas creo que le he pillado el truco, tres pujas después cient
Después de que Miguel se fuera me quedé un rato más frente a la chimenea en poco tiempo mi ropa estaba seca, así que no tarde demasiado en volver a colocar todo en su sitio.Miguel volvió al cabo de media hora con la cena en las manos, la verdad es que no era nada del otro mundo pero en ese momento para mí era lo mejor de lo mejor. Estaba hambrienta. Tome el queso y una hogaza de pan. Me servi un vaso de vino de vino y lo bebí de un trago, también tome una pieza de fruta para poco después irme a la cama, mis ojos se cerraban por momentos y desde el incidente con Miguel no deseaba hablar con él.Me desperté con los primeros rayos de sol, la verdad es que había dormido bien y en cantidad después de tantas noches. Donde estaba Miguel? Dónde habéis dormido? Pronto salí de mi incertidumbre pues lo vi acostado cerca de la chimenea.Me acerqué un poco y avivé el fuego, lo dejaría dormir un rato más mientras tanto yo bajaría a por algo de comida para el desayuno.A mí vuelta al dormitorio est
Estoy desolada, pensé que Flavio estaría tan feliz de verme como yo a él. Cuan equivocada estaba, como podía estar tan lejos de la realidad. Una realidad que me ha golpeado fuerte en la cara. Se alegró de ver a Valentina hay si pude ver amor y sinceridad en su mirada, en cambio a mí me mira como a un desconocido o desconocida no lo se. Wilson me ha pedido que le de tiempo que debe procesar todos los acontecimientos y todo el tiempo que ha pasado en cama. Por lo que se de hoy en adelante dormiré en la habitación de invitados, no es lo que deseaba pero es lo único que puedo hacer por el momento, necesito ser paciente... ** Una semana después — Wilson voy a viajar, me voy por un tiempo a mi casa de la ciudad me llevo conmigo a Valentina, mantenme informada de los progresos del Duque. Yo te avisaré una vez nos hallamos establecido en la capital.— También le he dejado una carta al Duque, no me atrevo a llamarlo por su nombre y menos esposo. Desde que despertó no ha querido verme y no