*Tyler*Llevaba días sin hablar con Emma, ni siquiera quiere verme o hablar conmigo, estoy algo desesperado por no poder tener contacto con ella, pero no puedo dejar de pensar en lo mal que ella también lo debe de estar pasando. Ahora la familia no estaba pasando por un buen momento y cabe decir que mi presencia con Sofía no facilitaba las cosas. Hoy había quedado con Sofía, estaba como loca por querer hablar conmigo, admito que he estado algo distante con ella, pero tengo que aclarar mis sentimientos.— Hola —dice al entrar por la puerta—. Pensaba que no querías volver a verme.— No digas bobadas —dije echándome el pelo hacía atrás—. He estado… un poco liado la verdad.— ¿Qué es lo que te ha tenido tan ocupado? —pregunta cruzándose de brazos.— Es…— Complicado ¿no? —dice algo decepcionada—. Si quieres me marcho.— No, enserio, quédate.— Está bien.— ¿Qué tal te está yendo por aquí? —quise saber qué es lo que hacía.— Bueno… he estado mirando algu
Ahora que no tenía a los dos cerca de mí, seguí disfrutando de la noche, aunque no de la mejor manera, estaba algo agobiada y Loren me había dejado de lado para hablar con ese hombre misterioso, así que me acerqué a ellos para poder hablar con ella. Creo que ya era hora de irme a casa.— Perdonad por interrumpir —dije al acercarme.— Oh, no, soy yo quién me tendría de disculpar —dice el apuesto hombre—. Creo que te he quitado a tu acompañante.— No, para nada —miré a Loren que le seguía mirando embobada—. Loren, ¿podemos hablar un momento?— Claro —me mira sonriente—. Enseguida vuelvo.Nos apartamos y fuimos hasta la barra.— Bueno… Cuéntame —le digo intrigada—. ¿De qué conoces a ese hombre tan guapo? —se sonroja.— Lo siento, no sabía que había venido a la fiesta. Sé que te prometí no dejarte sola.— No, no, sé te ve muy contenta de haber venido —alce una ceja—. ¿Piensas contarme?— Bueno, está bien —suspira—. Es mi ex novio de la adolescencia, en la f
Se estaba acercando la hora de la fiesta, todos los trabajadores iban de un lado a otro, los guardias de Max vigilaban cada rincón de la mansión, por seguridad. Unas cuantas doncellas se encargarían de los niños durante la noche y los demás nos íbamos preparando. Fui con las chicas hasta el vestidor de Vivian que ya nos estaba esperando dentro, los vestidos que habíamos elegido estaban colgados junto con sus respectivos zapatos, todas estaban muy emocionadas, y era normal porque nunca antes habían pasado una navidad en tal mansión como esta.— Veo que ya estáis peinadas —dice Vivian—. Estáis preciosas, pero con los vestidos aún más.— Es belleza natural —dice orgullosa Tamy.— Por supuesto —decimos todas.— Ay… —Vivian suspira.— ¿Pasa algo? —le pregunto.— Nada, solo suspiro de tranquilidad —sonríe.— ¿Por qué?— Porque no tendremos que aguantar a esa irritante de mujer —se quita la blusa que llevaba puesta—. Maxwell me ha dicho que no va a asistir a la
*Tamara*James se había marchado a ver a Emma, me había quedado con los niños en casa y mientras ellos jugaban en su cuarto, yo tenía que aprovechar mi momento, tenía que entrar en ese cuarto que me es prohibido entrar. Entré al despacho de James rebuscando por todas partes esas malditas llaves, por un momento pensé no las tenía aquí, pero me dio por mirar detrás de nuestra foto de boda en el estante, y claro, ahí estaban o creía que esas eran. Salí mirando por los pasillos para asegurarme de que ninguno de los guardias ni chicas me estuviese viendo y me acerqué a esa puerta cerrada. Ante ella, se me pasaban mil cosas por la mente, no sabía que es lo que se me estaba ocultando tras esa puerta y estaba decidida de una vez por todas averiguarlo. Encajé la llave y cuando está se abrió me quedé sorprendida, James no sabe guardar muy bien las llaves. Abrí la puerta y me llevé una sorpresa, no sabía que tras esa puerta había una habitación de bebé, me acerqué a la cuna lentamente, no sé por
*Luan*Hace días que no se nada de Mijail, mis ganas de llamarlo son más grandes que mi venganza, ha dejado en mí esa sensación de soledad que no pensaba que volvería a sentir. Fabrizio ha estado muy raro últimamente, más bien cabreado, desde que me contó que la mafia japonesa y china no querían colaborar con él, se ha vuelto irritante y no me apetece quedarme en esa casa tan solitaria. No quiero pensar que estamos acabados, porque si no todos estos años no han servido de nada, pero no dejo de pensar en lo mucho que estamos tardando en conseguir lo que queremos.Hoy, aunque hiciera frío he querido salir a la terraza para tomarme un té, no he dejado de pensar en cómo mi vida cambió por culpa de esa zorra, pero a veces me imagino mi vida de otra manera. A veces, sueño con que me separaba de Maison y comenzaba mi vida desde cero en otro país, que conocía a un hombre bueno que me quisiera y pudiera darme hijos, que vivíamos felices en una hermosa casa con un jardín lleno de flores, pero e
Con tanta celebración, la música a todo volumen y los niños bailando me puse contenta e incluso estuve hablando con esa chica, Sofía, en el fondo sé que no tiene a culpa, es guapa, lista y es normal que me sienta presionada con alguien como ella. Los niños se marcharon con las cuidadoras y los adultos nos quedamos celebrando en la sala, me preocupaba que algo saliera mal y que Fabrizio hiciera una emboscada en casa estando los niños, pero no es así. Ahora quien me preocupaba era Tamy, no dejaba de beber copa tras copa, no era normal de ella que bebiera tanto, así que Eva y yo intentamos que dejara de beber.— Tamy, cariño, dame esa copa —dije intentando cogerla.— No, venga, no seáis aburridas.— Tamara, estás bebiendo demasiado —contesta Eva.— ¿Pero no queríais que me divirtiera? Pues eso hago —ríe mientras baila encima del sofá. Ya no era gracioso, ahora se estaba comportando cómo una estúpida y todos la estaban mirando.— Tamara —dice James acercándose a nosotr
*Tyler*Anoche me di cuenta de muchas cosas, la primera, es que no me dolió mucho lo que dijo Tamara sobre Emma, en el fondo sabía la verdad y segundo, Emma siempre preferirá a Maxwell por encima de cualquier hombre. Sofía y yo nos marchamos de esa casa poco después de que Emma se fuera con los niños, no teníamos nada que hacer ahí.— Buenos días ¿Estás bien? —Eva estaba sentada en el sofá mirando la televisión.— Es una pregunta un poco absurda —contesto algo molesto yendo a la cocina—. Lo siento.— Tranquilo, soy una estúpida por preguntar algo que es obvio que no…— Ya…— ¿Quieres hablar del tema? —le doy la espalda para coger un bol.— La verdad es que no me apetece mucho hablar del tema.— Tyler, hablarlo te sentará mejor.— No, lo dudo mucho.— Insisto —no me dejaba salir de la cocina.— Está bien ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué ya sabía que no me iba a escoger? ¿Qué estaba perdiendo el tiempo?— No es eso…— Pues sí, todos tenían r
Al terminar de comer con González nos marchamos a casa, quería estar con mis hijos lo más que pudiera, no podía dejar de pensar que igual mañana sería la última vez que los vea y se me parte el alma. Antes de entrar por el edificio James me para un segundo para hablar.— Emma.— ¿Sí?— Quizás mañana sea el fin de todo, quiero que sepas que te quiero —se me encoge el corazón—. Siempre serás mi hermana pequeña y pase lo que pase siempre te protegeré.— James… lo dices cómo si fuera la ultima vez que nos vamos a ver.— Puede que sea así —le miro seriamente—. Mañana cuando me enfrente a Vitale no sé qué pasará, quizás acabe como papá.— No digas eso —le abrazo con todas mis fuerzas.— Quiero que me prometas una cosa —dice misterioso.— ¿El qué?— Me tienes que prometer que te quedarás en casa con los demás —¿Qué?— ¿Qué estás diciendo?— No quiero que vengas —me mira fijamente—. No puedo permitir que mueras tu también.— No piensas morir y y