Capítulo 329
Levantó el borde de su vestido, esta vez con más cuidado.

Nadie le dio mayor importancia al incidente, todos estaban más preocupados por si Lucía se había lastimado.

—Toma, Lucía —dijo Roberto extendiendo su brazo—, ¡apóyate en mí, tengo músculo! Garantizado que no te caerás.

Solo Lisa mantenía su mirada fija en la cintura de Lucía, como si quisiera atravesarla con ella.

Durante la cena, Boris notó que ella apenas había tocado su comida y, preocupado de que no se sintiera bien, preguntó —¿Por qué comes tan poco hoy? ¿Te duele el estómago otra vez?

Como ella solía saltarse las comidas, Boris estaba acostumbrado a regañarla.

—Estos platos son bastante ligeros, perfectos para el estómago. Este es tu favorito...

—¿Podrías dejar de molestar? —Lisa apartó su mano— Solo no quiero comer, ¿por qué tienes que hablar tanto? ¿Acaso no puedo decidir si quiero comer o no?

Boris se quedó paralizado con los palillos en el aire —No quise decir eso, solo me preocupa que no cuides tu salud...

Nadie inter
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