Ella lo palmeó una y otra vez antes de decirle suavemente: "No tengas miedo. No tengas miedo. No hay más pesadillas. Me quedaré contigo".

No sabía si reír o llorar. ‘¿Cree que soy un niño?’.

Sin embargo, era como si ese miedo persistente se desvaneciera poco a poco junto con sus palmaditas y su voz suave. Entonces, el sueño lo alcanzó.

‘Quédate conmigo…’. Parecía que con su compañía, él no tendría miedo.

Ni siquiera el propio Yi Jinli sabía que volvería a dormirse tan pronto.

Al escuchar el sonido de su respiración uniforme, Ling Yiran se detuvo y lo llamó suavemente: "¿Jin?".

Se había quedado dormido y no le respondió.

Ella exhaló un suspiro de alivio. Él estaba dormido y sus cejas no se fruncían como antes. Mientras dormía, él parecía un ángel, tan puro y sereno.

Era completamente diferente a la forma en que él se veía frente a la gente.

Quizás, él era un ángel solo para ella.

En cuanto al sueño del niño y la niña, ella no quería contárselo hasta que llegara al fondo del mi