Los ojos de Yi Jinli brillaron mientras bajaba las pestañas suavemente. "Tal vez él lo esté pasando mal después de incriminarte. Ha estado en el extranjero, y si no hubiera querido regresar, no hubiéramos podido atraparlo tan pronto. Él volvió voluntariamente y se entregó cuando supo que ellos estaban investigando el caso de nuevo".

Por supuesto, lo que él no dijo fue que Wan Yuming estaba dispuesto a entregarse porque él había usado muchos medios para obligar al hombre a hacerlo.

"¿Pasándolo mal?". Ling Yiran resopló. "¿Se le puede perdonar solo porque lo pasó mal? Es como asesinar a alguien y pedirle perdón a la víctima. ¿No te parece ridículo? Solo no me morí en la cárcel. Si hubiera muerto en la cárcel, ¡no hay forma en que podría pararme frente a él!".

Cada palabra que decía era como un látigo, azotando su corazón y haciéndolo más difícil para él respirar.

"Entonces... No lo perdonarás, ¿verdad?", preguntó Yi Jinli en un murmullo.

"¡No, nunca podré perdonar a un hombre que me