Se sintió relajado a pesar de que ella solo estaba sentada a su lado.

Era como si con solo mirarla, él pudiera aliviarse de la extenuante tensión diaria que sufría en este mundo donde todos debían valerse por sí solos.

Otros solo veían lo glorioso que era, pero él sabía que cuanto más alto estuviera y más dinero y poder tuviera, más gente a su alrededor trataría de manipularlo.

Podía parecer glorioso, pero de hecho era peligroso. Cualquier descuido podría acabar con el vasto imperio de la familia Yi.

Por lo tanto, necesitaba ser extremadamente cuidadoso con cada paso que daba. Planificar diez pasos por delante antes de dar un paso era la norma para él. Estaba tan ocupado calculando todas las posibilidades que se le olvidó que era relajarse.

Quizás ella era la única que podía darle esa sensación de alivio.

Cuando el coche entró en la estación de servicio y Yi Jinli salió a comprar agua, Ling Yiran permaneció en el asiento del pasajero delantero. Ella miró el volante.

Todavía reco