Por supuesto, lo que vino junto con la medicina tradicional fueron golosinas y chocolates.

Ling Yiran tomó su amarga medicina tradicional, pero no se sintió amarga en absoluto. La medicina tradicional era una especie de esperanza para ella.

Quizás, si tenía suerte, podría tener sus propios hijos.

Yi Jinli desenvolvió un trozo de chocolate y lo acercó a la boca de Ling Yiran. Ling Yiran naturalmente abrió la boca para comer el chocolate que estaba entre sus dedos.

Sin embargo, accidentalmente también se ‘comió’ sus dedos.

De repente, Ling Yiran intentó retroceder y sacar los dedos de su boca.

Sin embargo, su otra mano instantáneamente agarró la parte posterior de su cabeza mientras metía los dedos más profundamente en su boca.

Ling Yiran se sonrojó y ahora no podía ni abrir la boca ni cerrarla. Tenía chocolate en la boca, que se estaba derritiendo con la temperatura de su boca.

"¿Está dulce el chocolate?", él murmuró. Su voz hermosa era como un viento nocturno que soplaba a trav