Amaneció y nuevamente la rutina de trabajo, para estar en el puesto número uno de Empresas más grandes y famosas, el esfuerzo y trabajos, era fundamental. Juan David Matos, estaba muy tranquilo, aunque sabía que darle la noticia a Rocío no iba a ser para nada fácil, era lo mejor. Ya no soportaba que lo interrumpiera cuando él estaba tan concentrado en su trabajo, que casi nunca entendiera nada, no sabia como su socio no fue capaz de enseñarle todo lo relacionado con negocios, si era su única heredera, no le cabía pensar que la casaría con alguien solo por conveniencia. Para mantener sus empresas bien, sinceramente no pensaba con la cabeza. Con eso en su mente, llegó a la empresa, dispuesto a escuchar los chillidos de rocío, pero convenció que solo sería por unos minutos. —Señorita Aguirre, buenos días —Saludo al salir del ascensor. —Buenos días, señor, ya tiene visita —Respondió Patricia con una cara de compresión. —Gracias, tráeme dos café bien cargados —Patricia asintió, Juand
1 semana después Es increíble como unas palabras y unas acciones pueden cambiar a las personas. Enseñando que cada premio tiene un trabajo y esfuerzo de día a día. Justo eso aprendió Rocío en tan solo una semana. —Pablo, vamos ya, estoy emocionada —Habló Rocío de la mano de Pablo. —Haber niña, yo soy el guardaespaldas de Marisol no tu asistente —Señaló Pablo a Rocío, quien solo fingió tristeza formando un puchero. Increíblemente había pasado una semana y se olvidó de su misión, esa de conquistar a Juan David, solo bastaron tres días trabajando con Marisol para admirarla y querer trabajar tanto o más que ella. Sus días siendo acompañada por Pablo con la excusa de vigilar, hizo que se acostumbrará a su compañía y sus correcciones, escuchar las anécdotas de ellos con Marisol, le hizo ver la realidad de lo que sentía con Juan David, solo un capricho más. Después de insistir tanto con su carita y la ayuda de Marisol, Pablo aceptó acompañarla a un programa donde la querían entrevista
Lo que para todos eran días muy felices, de aprendizaje, de momentos muy pasionales, proyectos que marchaban muy bien, logrando alegrar el corazón de quienes trabajan arduamente para demostrar que su ambición, era totalmente por ellos mismo, para demostrar que podían obtener mucho más de lo que imaginaban sin robar lo ajeno. Pero quién iba a creer, que alguien a la altura de ellos, envidiaría su vida de triunfos y éxitos, su matrimonio y el amor que recibían de su familia. Ese sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que otra posee; una pasión malsana que afecta más a quien la vive que a aquel que la despierta —Angela, enfócate, sabes lo que quiere, Papá —le repitió por vigésima vez su hermano. —Tu metete en tus asuntos, yo haré lo mío —refunfuñó la mujer, retocando su maquillaje, buscando verse lo más atractiva posible. —La unión en ambas empresas, son muy importantes para la familia, no te vuelvas loca —Advirtió s
Capítulo 22 —Cariño, El señor Armadas quería verte, no me cree que estás más guapo. —Ángel se acercó a saludar a Juanda muy amable. —Tienes una esposa muy alargadora, no se cansa de restregarse que no estoy a su altura, aunque no lo diga directamente. —Admitió Angel, eso le molesta a Ángela, que observaba a Marisol y su envidia crecía. _ Que mal educada soy, señorita Armada, espero que mi esposo la esté tratando bien —le habló Marisol a Ángela, sin darle la mano. —Marisol, que te puedo decir, de maravilla —hablo insinuando algo más , Patricia tosio llamando la atención de todos. —Perdón, un mosco se me metió en la nariz, ya iba de salida —se disculpó Patricia, casi riendo. —¿Patricia? —se sorprendió ángel, no la había reconocido. estaba muy hermosa, toda una mujer. —¡Oh sí!, Patricia Aguirre. —Respondió burlona, saliendo de ese lugar, estaba satisfecha con lo que había logrado y la sonrisa de Marisol lo decía todo. En la empresa Cortázar, Leo sentía que su corazón se podía sali
Tres días después Entre los nervios y el chalequeo, se iba el día y entraba la noche, la más esperada por todos y aún más para Marisol, quien no veía la hora de demostrarle a todos que valía la pena dar oportunidades a pequeños emprendedores. Que las ideas buenas no solo estaban en empleados de grandes empresas y sobre todo, demostrar que quien no arriesga no gana. —Bueno ya, no nos vean así —Reclamó Leo a todos, incluyendo a Juan David, que estaba pendiente de su esposa, que no estuviese estresada. —¿Como los estamos viendo? —preguntó Marisol riendo. —Con esa mirada de que nos descubrieron teniendo sexo. —Replicó Patricia. —Ja,ja,ja, no los vimos, pero Pablo sí —Se burló Juan David. —¡Eres un chismoso, Pablo! —Reclamó Patricia con ganas de golpearlo. —¿Chismoso yo?, yo solo dije la verdad. —Se defendió, Rocío escuchaba la conversación más que sorprendida. —Bueno ya, dejen de reírse y espero que tengan claro que somos novios —Marisol y Juan David pusieron una expresión de sorp
Horas después Luces, música, una alfombra por donde caminaban muchas mujeres impresionantes e importantes, hombres acompañando a sus esposas, expertos en moda, diseñadores y empresas de modelaje; Sin duda un día donde debían dar lo mejor de lo mejor. Rocío estaba muy emocionada, revisando cada pequeño detalle, que las prendas les quedarán perfectas a las modelos y el tiempo no les jugará mal. —Señorita, ¿dónde están las otras modelos? —Habló la diseñadora a Rocío. —Las acabo de mandar al camerino donde las van arreglar —Afirmó Rocío. —No están, ya deberían estar listas, solo faltan veinte minutos —aseguró la diseñadora, cambiándole la cara a Rocío. —¿Ya estamos listas? —Interrumpió Marisol muy feliz. —Que caras son esas, ya el presentador está listo —volvió hablar Marisol con una sonrisa, había visto muchas personas importantes entrar. —Las tres modelos más importantes, no están —Soltó rocío. —Marisol, Juan David te está esperando para entrar por la alfombra —Reclamo Leo, per
Tal y como Marisol lo dijo, no había programa de televisión que no estuviese hablando de ella y su participación en la pasarela; por supuesto que las especulaciones del por qué ella, decidió participar; con su testimonio de ser una mujer sumamente ambiciosa y cuidar de su salidas en cámaras, creían en los chismes que se escuchaban. Pero sin duda, a todo lo malo que decían, las ganancias y pedidos eran fuertes, no solo los diseños, también Marisol y las chicas cómo modelos, Leo estaba vuelto loco, junto a Pablo y Rocío. Todos en la empresa felicitaban una vez más a Marisol por su excelente y ojo para los negocios, solo tres personas que no superan el haber perdido otra vez, de solo aceptar la petición de ella, en ese momento estuviesen disfrutando de todas las ganancias. —Mis felicidades, señora Matos, Su nivel para hacer negocios, es insuperable —La felicitó Angel. Sus palabras estaban llenas de sinceridad y admiración. —Muchas gracias señor Armadas, todos podemos lograrlo, si nos
La noche pasó y la mañana era otra, el sol estaba por salir y dos amantes no querían separarse, aunque tenían compromisos importantes. —¡Leo! —Gemía Patricia por los besos de su novio. —Que llegues hoy, un poco tarde no pasará nada, no los merecemos —Susurraba Leo dando pequeños besos en su oído, su cuello y bajando a sus senos. —Ahora quieres que viva en tu apartamento, ¿cuando dormiré en mi cama? —reclamó ella entre jadeos. —Nunca más —dijo Leo y metió en su boca un seno, sacando un gemido glorioso para él. —¡Leo!... —Patricia se había perdido por la excitación que estaba sintiendo, sus piernas se abrieron solas para recibir a quien deseaba con ganas probarla. Sus manos trataban de ayudarlo aunque el trabajo que hacía era fabuloso. —No pares... Aaah —gemía sintiendo el orgasmo muy cerca, hasta que explotó. —Eres rica, necesito unas vacaciones para dejarte sin energía —susurró entrando en su interior de una sola estocada, sacando un gemido de dolor y placer —Espero cumplas es