Capítulo 40 ¡Déjala en paz! —Renato ¿Qué sabes de estas fotos? —Señor Wash, él tenía el puesto al lado de Arabella cuando subimos al avión, no se pudo hacer nada, imagino que ella se durmió, la siguiente foto fue en la de la apertura del evento, no desconfié de Arabella, es el que aparece a cada momento —Y tú donde te metes, porque no estás a su lado —Le di un poco de espacio, estaba intranquila porque sus compañeros nos miraban raro —Eso no te debe importar, no te separes de ella, no sé lo que busca James —Señor, sepa que estamos en uno de los hoteles de la familia Ross —Lo sé —Tal vez sea mejor que explique su relación con ella, ya que su estómago está creciendo y crecerá más cada día —La expondría mucho más a mis enemigos, quisiera alargar eso lo más que se pueda —Eso es problemático, y de igual forma se están acercando a ella, la invitación a este evento fue reciente y según averigüe tienen varios meses preparándose —Es posible que la empresa tuviera dudas, es costoso as
Capítulo 41 ¡Di a quién perteneces!Ricardo se acercó a James y lo agarró con fuerza, arrojándolo a un lado, lejos de Arabella. Se puso de espaldas a ella y la cubrió con su cuerpo. James cayó al suelo lejos de ellos y sonrió.—Vaya, viniste a salvarla. ¿Te importa tanto, Arabella? —preguntó.—No me imaginaba que te gustara tanto. Sabes que soy el mejor para ella. Otras mujeres darían cualquier cosa por llamar mi atención—siguió comentando dirigiéndose a Arabella— La vida de Ricardo es tan complicada que ni él mismo se soporta. ¿Por qué crees que es tan amargado? —dijo James.— ¡Cállate! Ya te lo dije, déjala en paz —le dijo Ricardo con un brillo de advertencia en sus ojos. Tenía los puños apretados y su rostro reflejaba la rabia— ¿Qué ganas con desear lo que poseen las demás personas? ¿Cuándo tendrás una vida propia? Te gusta tomar lo que no es tuyo.—Ella no es tuya. Arabella, yo sí estaría dispuesto a casarme contigo, claro, con el tiempo —dijo James, dirigiéndose a Arabella con
Capítulo 42 ¡Ambos están vivos! Ya había amanecido cuando Arabella se despertó estirándose confusa hasta que recordó todo lo ocurrido, de inmediato se levantó para ir al baño a orinar, estaba completamente desnuda así que salió corriendo al baño y no vio por ningún lado a Ricardo Wash. Le dolía el cuerpo en partes que no sabía que tenía después de esa sesión de sexo apasionado, todavía lo recordaba sonrojada, todo eso la había conmocionado, ese hombre era demasiado ardiente. Se bañó y se colocó una bata de baño del hotel, estaría presa aquí hasta que tuviera su ropa, también tenía que comunicarse con Henri o con Sofía, su compañera de trabajo, aunque desconocía lo que les iba a decir —No tenías que levantarte tan temprano —Ricardo entro al dormitorio, él fue hacia ella y de inmediato la atrajo hacia él, la abrazo y le acarició sus mejillas y su cabello—. Quizás deberías recuperar tus fuerzas y seguir acostada. Es posible que necesites esas fuerzas más tarde–le dijo en forma pícara
Capítulo 43 ¡Ella no te aportará nada!—Tenemos el vuelo programado para mañana muy temprano, hoy nos quedaremos aquí, quiero que conozcas algo más de la ciudad–sintió como Ricardo cambio de temaArabella no siguió preguntando nada más, quizás en algún momento él se sentiría en confianza para poder contarle que paso, y decirle donde estaban sus padres.Muchísimo tiempo después Ricardo tamborileaba los dedos sobre el brazo de asiento mientras el avión aterrizaba, luego al aterrizar aunque era un vuelo privado, fue necesario que junto a Renato y el resto del personal hicieran los trámites legales respectivos, posteriormente caminaron hasta las afueras del aeropuerto y allí ya les esperaba un automóvilArabella sin saber por qué se sentía feliz, a su llegada a su ciudad podía relajarse y sentirse más tranquila, por otro lado, Ricardo no había dejado de tomarle la mano en todo momento, parecía temer que se escapara, una vez en el vehículo Ricardo recibió una llamada.— ¿Todo bien? – Pr
Capítulo 44 ¿Se casó contigo porque estabas embarazada?—Arabella te buscan en la recepción— ¿Quién me busca?—Alguien de nombre Emily RossArabella pensó en que le gustaría quedarse encerrada en el baño o ser invisible, quizás…desaparecer, se preguntó a sí misma ¿Es qué estas mujeres no se van a quedar tranquilas? ¿Cómo me pudo pasar esto con un hombre que tiene o tuvo, amante, prometida y ahora esposa? De pronto la asalto una idea, y si hay otra esposa por allí, la voz de Sofía, la trajo de nuevo a la realidad—Arabella, esa mujer quiere verte y dice que su empresa es el mejor cliente de la nuestra, también amenazó con formar un escándalo si no sales,—Está bien ya voy hasta allá—camino como si le pesaran los pies, sintió como piedras grandes en sus zapatos, que más vendría ahoraAl llegar al vestíbulo de la empresa, se encontró con la mirada evidentemente furiosa de Emily Ross, esta se paseaba de un lado a otro, y su caminar también reflejaba el mismo ánimo.— ¿Me buscaba Señorita
Capítulo 45 ¿Recuerdas a los dos bebes?—Te repito Arabella, para cualquier hombre sería un honor estar a tu lado, eres una joya de incalculable valor, un premio, un tesoro, no te menosprecies y si necesitas ayuda para separarte de él, cuentas conmigo, he vivido lo suficiente en el mundo de los millonarios para saber qué haciendo uso de su poder intentan intimidar a los demás, pero no tienes que pasar por eso, soy tu amigo y puedo ayudarte— ¿Recuerdas a los dos bebes?—Creo que no has tenido un momento de tranquilidad desde hace mucho Arabella, si sigues así tus hijos nacerán nerviosos o antes de la fecha estimada, tienes dos opciones habla claro con él, exígele respeto, que haga algo con esas mujeres, o haz lo que hubieras podido hacer antes corre hacia otro lado lejos de él, al menos hasta que nazcan los niños—A veces quiero correr hacia otro lado, pero no es cosa de adultos, debo enfrentarme a mi realidad—Correr a veces es de adultos inteligentes y sabios—No puedo Henri, para a
Capítulo 46 ¿Por qué no me llamaste? Arabella despertó más descansada, ya se sentía mejor, menos triste y al despertar encontró a Ricardo pegado a su cuello—No te levantes todavía—le dijo el adormilado—Tengo que ir a trabajar y ahorita mismo tengo que hacer pis — ¿Por qué eres tan realista cuando quiero ser tierno contigo?— ¿Quieres ser tierno?—Estás embarazada, Renato me dio una explicación de media hora de que tus hormonas están alterada, necesitas mucha atención— ¿Renato? ¿Qué sabe Renato?—No sé, pero creo que sabe más que nosotros— ¡Claro que no!—Escucha quedémonos hoy, no salgamos a trabajar, puedo quedarme medio día, estaremos solos los dos, correré a Renato—No dejaré que hagas eso, tienes problemas en tu empresa y ahora los Ross están furiosos, e incluso esa mujer amenazo con cerrar la empresa de Henri y deberías prepararte, si la boda los enojo, imagínate cuando sepan que estoy embarazada, aunque… pensándolo bien eso quizás le haga entender a Emily Ross, cuál fue el
Capítulo 47 Una tercera en discordia—Lo lamento, no había señal, de verdad no quise preocuparlos—Ricardo trato de calmarse, la noche que paso sin dormir no le ayudo en ese propósito —Ven vamos a que descanses— ¿Ya desayunaste Arabella?—Si comimos algo antes de salir, Renato disculpa, por favor—No te preocupes, ve a descansarAl llegar a su dormitorio Ricardo la ayudo con el bolso y la chaqueta que cargaba, se dio cuenta de que esa prenda no era de ella, así que asumió que se la habían prestado, era una chaqueta de hombre por lo cual tenía perfectamente claro de quién era, por lo que se la quitó y la arrojo con furia en una silla lo más lejos posible de ellaÉl la ayudo a quitarse la ropa — ¿Te vas a bañar? —le pregunto—Si estoy muy cansada casi no dormí, sabía que estaban preocupados, de verdad no quise preocuparlos—Vamos para ayudarte en el baño—Puedo sola—le insinuó con cautela y preocupación de que lo hiciera en verdad—No veré nada que no haya visto ya—Ricardo…dame privaci