Como desconocía la ubicación del lugar donde podría estar ese antipático sujeto, recurrí a preguntar a cualquier empleado con el que me encontraba, debido a esto finalmente pude ubicarlo, sin embargo, la manera en la que estaba aparentemente en medio de una llamada de alguna manera me hizo sentir avergonzada, aunque antes hubiese visto hombres en ropa interior, de alguna forma el verlo de ese modo me hizo sentir extraña, de tal magnitud que la maleta que sujetaba cayó al piso, ocasionado con esto que se girara y me mirara con expresión de descontento.
—Luego te llamo Frank y espero podamos acordar esa salida —con esas palabras que escuche decir mientras recogía la maleta finalizaba el contacto que mantenía—. ¿Se puede saber qué haces espiándome?
—No lo hacía, solo estoy aquí para empezar con mi trabajo, además, debería cubrirse un poco ¿no lo cree?
—¿No me dirá que nunca has visto a un hombre en ropa interior?
—Lo decía por respeto y desde luego que he visto personas en ropa interior.
—Si pregunte no era para que me respondiera. Regla número uno, lo harás cuando yo lo pida…
—Pues usted lo pregunto —con esa respuesta que daba al interrumpirlo se aproximó a mí, ocasionando con ello que notara lo alto que es asi como la destacada belleza que posee a pesar de la actitud que tiene sobre mí.
—Regla número dos, odio que me interrumpan, asi que no se te ocurra volver a hacerlo y la última y fundamental de todas mis normas, acataras todo lo que te diga asi se te indique otras directrices. ¿Lo comprendes?
Ante su pregunta asentí con la cabeza, de esa manera se alejaba para cubrirse con una bata que traía estampada su nombre y apellido.
—¿Cuál es tu nombre?
El que preguntara eso me molestaba, como olvidarlo si Bob al haberme hecho el llamado lo pronuncio, no obstante, debía volver a hacerlo.
—Claire Henderson, tengo veintiséis años y…
—Solo pregunte tu nombre, el cual ahora será otro, te llamare sol, pienso que…
—No es mi nombre, ¿porque debe llamarme asi, es que acaso no escucha lo que digo? —como si hubiese provocado de nuevo el enojo en él, se aproximó nuevamente hacia mi.
—La que veo que no escucha nada eres tú, para empezar te llamo como me plazca, serás mi empleada y yo tu jefe y en segundo lugar me volviste a interrumpir, de seguir con esa actitud no llegaras a cumplir la semana.
Evitando más inconvenientes me abstuve de refutar al respecto. Aprovechando que se ubicaba en el asiento donde aguardaba por mí empecé a situar mi maleta para disponerme a hacer mi labor. Notando que me observaba con detalle al sacar el maletín donde llevo todo lo necesario pregunte al respecto.
—¿Sucede algo?
—Estoy esperando a que me diga que hace, aunque veo que no lo hará.
Su comentario me parecía extraño, a que venía esa pregunta cuando era obvio.
—Ubico mis implementos y lo que usare para su arreglo personal.
—Pues ahórrese ese paso, tengo lo que uso y no necesito otros implementos que no sean los míos, no pretendo tener una alergia o brote en la piel por usar implementos usados por otros.
—Disculpe que discierna de lo que dice, pero no es asi, tengo una correcta higiene con cada implemento que uso, además, evito mantener el contacto directo con los productos que aplico.
—Por lo visto estas haciendo méritos para no durar como mi empleada ¿cierto? No has parado de refutar y de no acatar mis reglas que ya impuse. Como ya lo dije antes harás lo que diga y entre eso esta no usar lo que traes, asi que para mañana no pierdas tu tiempo con todo lo que trajiste.
Observando que se había levantado para dirigirse hacia una especie de armario, sin poder evitarlo proferí una palabra que tenía en mente.
—Malvado, ¿quién se cree?
No sabría porque hacia esas cosas, pero era evidente que por ello seguiría ocasionando problemas, hecho que era evidente al haberse aproximado con un maletín con algunas semejanzas al mío.
—Que sea la última vez que me irrespetas de la manera como lo acabas de hacer, soy más que tú y por mi tendrás un empleo. Esto que acabo de sacar de mi armario personal es lo que usaras para mi cuidado y arreglo diario, tal cual como está lo mantendrás, de sucederle algo o no mantenerlo pulcro tendrás muchos problemas.
Hasta el momento no había tenido un empleo como maquillista, por ello debía aguantarme todas las exigencias de alguien como él ya que de lo contrario mi alacena continuaría en declive y el dinero del arriendo jamás lo tendría.
A medida que hacia lo que me indicaba continuaba quejándose por cada cosa, teniendo que ser paciente como nunca antes lo he sido.
Como parte de mi trabajo recalcaba que debía estar al pendiente de su vestuario y de su cabello, labores que no me correspondían en lo absoluto.
—Me parece que no comprende, solo seré su maquillista, no su asistente.
—Sol, tu eres la que no entiende, para mí las maquillistas deben hacer todo eso, no me interesa cómo funcionan con el resto, pero conmigo es asi y de no aceptarlo puedes retirarte.
—De acuerdo, lo hablare con Bob, me parece que he terminado hay alguna…
—¿Terminado? Nada de eso, tengo mucho trabajo hoy y tú estarás conmigo, no planeo verme mal en ningún momento, asi que vamos, andando.
Tal como lo avecino asi fue, fueron muchas horas las que estuvimos de un lado para otro y en cada toma no paraba de indicar que retocara su rostro, acomodara su cabellera e incluso que buscara agua ya que tenía sed. En pocas palabras me sentía como esclava y no como una profesional del maquillaje.
Con el pasar de las horas estaba agotada, el tener que estar detrás y buscar cualquier cosa que necesitara era muy agotador, por ello pensaba si realmente soportaría todo esto. Meditando sobre ello escuchaba su voz nuevamente, llamándome por un nombre que ni siquiera era el mío.
—Sí, ¿qué necesita?
—Para empezar bájale a tu tono.
—Solo estoy cansada.
—Descansaras cuando te marches, de momento te informo que mañana tendré un vuelo a California, grabaran algunas tomas de mí para un perfume, asi que te necesito muy temprano en el aeropuerto. Como comprenderás eres mi empleada y deberás acompañarme a donde vaya.
—De acuerdo.
—Odio la impuntualidad, asi que no incumplas lo que digo.
Asentí y con ello obedecía para esperar por los minutos que restaban. Minutos más tarde mientras sacaba la maleta que había traído para retirarme finalmente llegaba otro sujeto.
—¿Donde esta Dominic?
—Se encuentra ocupado, ¿quién lo necesita?
—Soy su novio ¿y usted? —aunque supiera que Dominic era gay no terminaba de caer en esa realidad.
—Su maquillista, aunque más que eso diría que soy como su asistente.
—Ya veo, por favor indíquele que Frank está aquí, tengo prisa.
Aunque ya era mi hora de retirarme acate lo que había dicho, para mi fortuna terminaba de asesarse como me había indicado por ello no tuve que demorar esperando.
—¿Todavía aquí? creí que se había retirado.
—Lo siento es solo que alguien afuera aguarda por usted.
—¿De quién se trata?
—Dijo que era su novio, Frank
—Hazlo pasar y por favor retírese. Otra cosa, no quiere ver ese atuendo de nuevo, no admito los vaqueros y mucho menos con un cárdigan como el que porta, por lo que veo no tiene idea de cómo vestirse, asi que para mañana la espero con algo decente.
—Sí señor.
El salir definitivamente de esa habitación que era del uso exclusivo de Dominic me daba un respiro, sin embargo, el tener que llevar todo lo que había traído, asi como lo que había ordenado que llevara para su uso me parecía una exageración.
En vista de que aún no posea vehículo no me quedo de otra que esperar por mi hermana, estaba muy agotada, a tal punto que donde me había ubicado quede rendida por unos minutos, Al cabo de ese lapso de tiempo en el que sin percatarme había quedado dormida era despertada por Frederick, quien en esta ocasión se encontraba solo.
—¿Que se supone que haces aquí dormida?
—Lo lamento, estoy muy cansada y sin darme cuenta me quede dormida.
—Pues no deberías volver a hacerlo, es contra las normas, además, porque no te has marchado, ¿pudiste conseguir el empleo?
—El peor de todos por cierto, no soy vista como maquillista sino como esclava de sus excentricidades.
—Pobre, otra miserable que cae en las manos de Dominic, solo espero no te ocurra lo que le sucedió a Merry y a Sarah.
—¿De qué hablas?
—Las muy tontas terminaron profundamente enamoradas de él y cuando las despidieron tuvieron que asistir a terapia, tal parece que cayeron en el encanto gay.
—¿Encanto gay? ¿Qué es eso?
—Es la definición para referirse a aquellas bobas que se enamoran de alguien que jamás les corresponderá.
—Entiendo y créeme, eso no me ocurrirá.
Lo dije tan firme en mis palabras como si asi fuese, sin embargo, no podía negar que alguien como él exceptuando sus rarezas y pésima actitud era el sueño de cualquier mujer.
Después de haber sido dejada en mi domicilio por Tifanny, la cual insistía que me quedara con ella esa noche, decidí no hacerlo y descansar lo que me quedaba de horas disponibles. Esa noche fue tan breve que apenas caí en la cama quede rendida, omitiendo el hecho de que debía contactar a Bob para obtener el contacto de Dominic, asi como también hablar sobre ese empleo que empezaba a tener. A la mañana siguiente lo único que podía percibir era lo frenético del teléfono, el cual no cesaba de sonar. Corriendo la manta con la que me cubría pude llegar hasta el móvil, de esa manera comprobaba que era un numero restringido. Dudando si debía contestar termine haciéndolo. —¿Hola? —¿Dónde se supone que esta? la han buscado en el aeropuerto y no la ubican —¿Dominic? —Por supuesto que lo soy, ¿Dónde se supone que esta? ¿Acaso olvido lo que le dije ayer? Ante esa pregunta y el comprobar que era muy tarde mentí para ganar tiempo. —Estoy cerca, es solo que tuve un retraso. —¿Cerc
PDV: ClaireDe manera extraña no comprendía a que se debía la contemplación de Dominic hacia mí mientras contestaba la llamada, sin embargo, preferí no hacer ningún tipo de mal gesto y esperar a que la sesión fotográfica iniciara.Como si se propusiera en seguir con su molesta actitud hacia mí, al poco tiempo de finalizar el contacto que había mantenido a través del móvil empezó llamándome como acostumbra, ante eso no me quedo de otra que calmar mi carácter y obedecer.—Sí, ¿qué necesita?—Necesito que dejes tu pésima actitud hacia mí, te recuerdo que tienes el privilegio de servirme, asi que acata de mejor manera—para evitar mayores problemas me vi en la necesidad de transmitir una sonría falsa mientras asentía—. Viendo que se te da muy bien ser mentirosa y aparentar como lo haces ahora debo decirte que al terminar aquí vendrás conmigo a almorzar, tengo una propuesta para ti.—¿Propuesta?—Sabrás de ello cuando esto acabe, por los momentos empieza con tu labor debo quedar intach
PDV: Claire Tras haber terminado el almuerzo que pensé por unos instantes que compartiría con ese antipático finalizo en un amargo acuerdo que él solo pensarlo me causaba un poco de incomodidad por lo embarazoso del asunto. De manera extraña al haber llegado donde se debía continuar la sesión fotográfica, Dominic fue llamado a parte para hablar con el encargado de todo allí, por mi parte me situé en un cómodo lugar mientras aguardaba, en ello recordé que no traía conmigo el maletín de maquillaje que debía llevar a donde fuera, de esa forma empecé a buscarlo con desespero, tenía presente que de perderlo estaría en líos. El buscar y no poder encontrarlo me impacientaba, de esa forma escuchaba el murmullo de algunas empleadas allí presentes. —¿De veras Dominic dijo eso? —Desde luego, por esa razón Terrence está molesto, dijo que le importa poco el pago que acordaron por su trabajo, si Dominic no se disculpa no se sabe que podría ocurrir. —Aun no comprendo porque enfadarse con T
PDV: Dominic Como suele ocurrirme en algunas ocasiones los flashes de algunas cámaras para generar reportajes sobre mí o de algún cotilleo falso no se hicieron esperar, por tal motivo no seguí con la conversación y nos adentramos en el lugar. —Buenas tardes señor Andressen, que gusto tenerlo nuevamente. —Carolyn, ocúpate de ayudar a escoger una vestimenta decente a mi empleada. —Vuelvo a repetir que estoy bien con mi guardarropa, no comprendo su insistencia con el tema. —Menos cinco puntos, de seguir quejándote llegaras muy rápido a cero, Sol y ya sabes lo que pasara. —¿Porque no me despide y asi no tengo que deberle una suma como la que me impondrá?—el comentario que había referido me había enojado, por ello me levanté del sitio donde había tomado asiento para dirigirme hacia ella. —Carolyn, tráigame un capuchino descafeinado con leche de soya y doble de espuma. Al percatarme de que la empleada acataba mi orden sujete nuevamente el brazo de esa persona que al parecer empeza
PDV: Claire —¡Vamos! ¿Acaso quieres destruir mi imagen, no notas que hay personas alrededor? —Me vale tu imagen y ya no quiero este trabajo. —Te he dicho que eso no lo concederé asi que no insistas. ¿De veras quieres que lleve a cabo lo que he mencionado? ¿Lo quieres? Debido a la situación y al hecho de que estaba metida en problemas pese a algunas deudas que tenía pendiente nuevamente volvía a ceder. De nuevo en el lugar que me había llevado me dedique a guardar silencio mientras la estilista comentaba lo que iba a hacer con mi cabello. Debido a que no opine y me mantuve sin siquiera referir mi enojo tal parecía que la empleada lo notaba y lo hacía ver en su comentario. —¿Qué ocurre cariño, porque ese semblante de inconformidad? Jamás creí ver a Dominic con una chica y mírate aquí estas, en uno de los mejores salones de belleza y siendo atendida por mí. Aunque su opinión podía rebatirla me negué a ello, preferí seguir admirando lo que hacía a través del espejo. Minutos más t
—Lo que escuchó, nos tocará compartir la suite, el hotel está saturado y tal parece que su jefe no vio problema en que compartiéramos el espacio. PDV: Dominic—No, esto es inconcebible. ¿Cómo es posible que Roger me haya hecho esto…? ¡No! Me niego. Clinton, por favor retírese si lo necesito lo llamo.—Como diga, con permiso señor.Tras la partida del masajista me encontraba molesto, esto que estaba ocurriendo me negaba a que sucediera.—Me alistare y bajaremos a recepción, no pretendo compartir la suite contigo. ¡Me rehusó a ello!—No lograra nada, ya lo hice y no hubo resultado alguno, no hay manera, tocará compartir…—No sigas repitiendo eso, de seguro tuviste que ver en ello y dices que es a causa de Roger.—¿Qué? ¿Porque querría eso?—Acaso no es obvio, nunca tendrías la oportunidad de tener cerca a alguien como yo.No sabría que había causado en ella mi argumento ya que solo giraba la vista, sin embargo, de una manera extraña empecé a caminar hacia ella, no entendía porque,
Mi confusión y lo que sentía no daba para más, por ello finiquite lo que debía hacer allí para salir cuanto antes del lugar.Hacía tiempo que no frecuentaba sitios nocturnos debido a mi apretada agenda laboral, pero esa noche haría un espacio, era necesario, ahogaría mis penas en el alcohol aunque supiera que eso no solucionaría nada, debía manejar la situación de alguna manera.Teniendo todo lo que siempre he deseado pese al arduo trabajo que hago, en ocasiones sentía que algo faltaba, como si un espacio necesitará ser llenado de alguna forma.Encontrándome en silencio de camino a uno de los lugares que visitaríamos recordé que no andaba solo, hecho que comprendía al visualizar a esa chica que era mi empleada.—Sol, le informo que esta noche deberá estar al pendiente de mí, lo más probable es que beba mucho y por ello será la encargada de que mi imagen no luzca mal asi como también deberá ocuparse de llevarme al hotel en caso de ser necesario.—Le recuerdo que soy su maquillista, aun
PDV: ClaireEl haber abandonado la acción que había llevado a cabo por mi indicación me hacía dejarme llevar por esa excitación que me transportaba, ya no importaba cuáles eran sus gustos ni porque actuaba como lo hacía, solo quería vivir este momento. Mi vida entre derrumbes emocionales y los fallos en cada proyecto que he llevado a cabo me hacían apagar la Claire pensante y razonable para dar paso a la entregada y deseosa por experiencias como esta, la cual aunque se viese irreal estaba sucediendo.Tras haberme percatado de su osadía al apartar mi ropa interior de la misma manera que había hecho con la suya, quedando su intimidad expuesta antes mis ojos pude observar con detalle su erección, esa que introdujo al haber permitido el acceso luego de separar mis piernas.Esas sensaciones inesperadas que percibía en cada penetración de su parte me hacía no cohibirme, por ello mis gemidos continuaron a su vez que hacía el énfasis para evitar que se detuviera.—No… pares… por favor… no pa