Octavio entró a la habitación, caminó hacia mí y observé sus grandes ojos azules.
“¿Qué dijo el doctor?”. Su voz era más varonil, era más alto que yo y sus manos eran más grandes y maltratadas por los trabajos que hacíamos.
Le pedí que se sentara en la cama y lo abrace, siempre fui hija única y desee tener hermanos siempre, Octavio llegó a mi vida como una luz en la oscuridad creo que él era quien me mantenía cuerda todo este tiempo.
“Estoy enferma…un tipo de cáncer que necesita un donante que sea familiar”. Tome su mano y lo mire fijamente. “Yo no tengo familia Octavio, solo quedan las quimioterapias para darme más tiempo”.
Axel y Oliver se miraron, nunca imaginaron que Melissa viviría así. El doctor salió, Octavio camino hacia él. “¿Cómo está?”. El doctor negó. “Está muy débil, las quimios son fuertes y ella no ha tomado el reposo ni los cuidados necesarios, ha estado expuesta al ambiente mucho y su cuerpo está cansado”. Octavio miro a Axel con molestia. “Lo sé”. El recordó todos los días que Melissa esperaba afuera del edificio. Melissa despertó, miró alrededor, estaba en el hospital de nuevo, ella suspiró cansada, Octavio dormía en el sillón. Ella trató de levantarse, pero seguía débil, Octavio despertó y se levantó. “Melissa, gracias a Dios que despertaste”. “¿Cuándo estuve dormida?”.
Ella volvió a ver la ventana. “Su verdadera hija sufrió muerte de cuna a los meses de nacida, me compraron para ser la sustituta y que la gente no se enterara del incidente, soy hija de una sirvienta que al ver tanto dinero no dudo en tomarlo y dejarme”. “¿Tu padre?”. Ella rió triste. “Mi nana escuchó decir a mi madre que era un hombre rico, a ese hombre nunca le importó que ella estuviera embarazada, lo busqué, pero fue imposible sin conocer su nombre”. Axel pensó todo. Y la miró desdeñosamente. “¿Quieres que busque al niño para que él sea tu donante?”. Ella levantó la mirada negando. Axel se carcajeó. “En serio que eres una…” Las palabras se quedaron atoradas en su gargant
Axel amablemente sonrió. “Será un placer señor, solo que hoy no puedo hacerlo, la recogeré mañana por la mañana”. El hombre sonrió feliz. “¡Está hecho!”. Todos siguieron con la comida, de vez en cuando la chica miraba a Axel de reojo. Axel salió feliz con el contrato firmado, se lo entregó a Oliver frente al auto. “Regresa a la oficina”. Oliver y Axel caminaron a su coche, Axel recordó. “Cancela mis citas de la mañana”. “Saldré con Greta Richter por la mañana, nos vemos hasta en la tarde en la oficina…” Oliver entró al auto, sacó su tableta electrónica y empezó a realizar las modificaciones necesarias para el siguiente día. Al d
La mujer hizo una mueca y volvió a repetir. “Que eres muy grosera con el señor Marco”. “No soy grosera, solo que no me gustaría que me toque con la mano que te toco a ti, no sé de dónde te saco”. Greta tomó un sorbo de su jugo sin inmutarse por la cara de la pareja que acababa de llegar. La mujer abrió su boca en forma de *o*Axel miró a Marco quien también estaba indignado, pero le advirtió con la mirada a su amigo que no hiciera un escándalo. Marco llamó al mesero. “Puede acomodar dos lugares más en la mesa”. Axel extrañado miró a su amigo, pensando que trataba de hacer. El mesero acomodo los lugares, la chica se sentó a un lado de Axel y Marco indignada por el insulto de hace un momento, mientras Greta quedó entre Marc
Marco rodó los ojos. “Es tan insoportable...” Axel lo miró extrañado. “Es una linda chica, ¿Por qué te cae mal?”. Marco cruzó sus brazos. “Solo que no la soporto, es altanera, engreída y presumida”. Axel entrecerró los ojos preguntando. “¿Estuvimos con la misma chica?”. Marco asintió mirando hacia el elevador donde subió. Axel observó alrededor. “¿Dónde está tu acompañante?”. Marco respondió a su amigo. “¿Mérida? ... le dije que se fuera a su casa”. Axel negó riendo de su amigo. “Creo que su nombre era Marcia”. Marco levantó los hombros ignorando la conversación. “Ya no importa”. Re
En la puerta del centro decía: -PRESIDENTE EJECUTIVO- -Axel Connor- a la derecha: -ADMINISTRADOR EJECUTIVO- -Marco Vega- Y a la izquierda: -ASISTENTE EJECUTIVO- - Oliver Gascón- Greta caminaba hacia la secretaría que se levantó para saludarla. “Buenos días” En el Centro comercial… “Señorita Richter es un honor que traiga su ropa a esta ciudad, cualquier cosa que usted necesite no dude en pedirla”. Greta hablaba con el Gerente. Ella sonrió mirando los locales. “El lugar es muy grande y amplio, me gusta, pero quiero los otros dos locales que están a los lados, quiero uno de ropa de dama, otro de accesorios y el otro de ropa para caballero”. El gerente le sonrió. “Claro, estarán listos mañana sin falta, para que pueda amueblar”. “Gracias, iré a dar una vuelta por el lugar”. Se despidió del gerente y caminó por los locales, la gente caminaba y paseaba. No se dio cuenta del hombre que la perseguía… Llegó a un local donde tenían antiCAP 33 PANDA LOVE
Axel entendió lo que Greta quería, ya había prometido ayudarla en el asunto. “Los recogeré a las 8”. Ella se alegró. “Bien tengo que irme, todavía hay mucho trabajo en el local, te veré por la noche”. Greta camino hacia la puerta mientras Axel se quedaba pensativo, ella preguntó. “Somos amigos, si necesitas hablar llámame”. Axel le regaló una sonrisa antes de que ella saliera de la oficina. Axel siguió con su trabajo hasta que oscureció en la calle, subió a su departamento y se dio una ducha, se vistió con un traje gris, se peinó el cabello hacia atrás y colocó sus anteojos azules y su reloj. Salió del departamento, bajó hasta el primer piso, se despidió del vigilante, al salir una limusina ya lo esperaba, subió pa