A la mañana siguiente, Álvaro llevó a Atike de vueltas al departamento, Julianne estaba preparando el desayuno cuando llegaron.— Buenos días Julián, que bueno que hoy si estás de mejor ánimos para desayunar, mira te traje unos croissant calientes y chocolate.— Gracias Atike, adivinaste mi antojo del chocolate. — Julianne se quedó paralizada ante lo que dijo, se olvidó por un momento de Álvaro y está la miró luego a Atike.— ¿Antojos? ¿Acaso tú? — Acaso nada Álvaro, ¿acaso no puedes tener ganas de comer un Croissant caliente con chocolate?— Disculpa, no quise ser indiscreto, pero no te preocupes, no diré nada, total quien se lo pierde es él, por ser un grandísimo imbécil y casarse con el doble de.— ¡Álvaro! — Atike lo interrumpió y Álvaro quedó de piedra al sentirse idiota por lo dicho.— Desayunen ustedes, ya se me quitó el apetito.— Julianne miró a Álvaro, dio vueltas y salió de la cocina.— Julián, perdóname, te juro que no fue mi intensión.— Tranquilo Álvaro, tiene
Sergio salió de la habitación de Julianne, dejándola sumergida en un mar de sensaciones encontradas, caminó al balcón y miró al cielo, sus pensamientos la llevaron al tiempo en la isla, los momentos vividos ahí eran inolvidables para ella.-Que fácil olvidaste todo Jórdan, yo también te olvidaré, voy a rehacer mi vida con Sergio. - Se dijo a si mismo.Julianne miró a un lado del balcón en otro donde estaba Mariza llorando. Mariza no podía verla, los pinos cubrían a Julianne, y habló más de lo que no debía hablar, Julianne quedó de piedra al escuchar tal confesión, se llevó su mano al pecho y se tambaleó.- Eso no puede ser, no puede ser verdad lo que escuché, Dios por favor no. - Julianne sintió su corazón estrujar se en su pecho, tanto que sintió doler, caminó prendiendo se de las paredes y entró a su habitación, y lloró, tanto y miles de pensamientos llegaron a su cabeza.Sérgio, luego de salir de la habitación de Julianne, entró a su habitación se fue al baño y bajo la lluvia arti
Llegaron a la oficina y la asistente caminó tras de ellos.— Buenos días doctora.— Buenos días, ¿Que tenemos hoy?— Aquí le enviaron la notificación firmada del juez, del pedido para ir al área restringida del crimen.— Perfecto, iremos a inspeccionar el lugar de los hechos, no quiero dejar en las calles a un culpable de feminicidio, por qué si es así, yo misma haré que tenga la pena máxima. — Habló mientras miraba en la pantalla las imágenes.— ¿A quien vas a refundir en la cárcel? — Entró preguntando Virginia. Y alterno miradas entre Sergio y Julianne.— Saben que, no me interesa saber a quién dejaras en la cárcel, lo que quiero saber es por que tienen esas caras de borrego degollado.— ¡Yo! por mi embarazo, ¿Acaso no lo sabes? Vomito a cada rato.— ¿Y tú me dirás qué también vomitas? ¿Acaso tengo cara de inocente? — Preguntó achicando los ojos como escudriñando el secreto en sus ojos.— Julianne, Julianne. — La nombró con amenazas mientras reía Sergio.— Ya me contarás.— Pues n
En Medellín.En la sala del hospital, Karen abrió los ojos al día siguiente, y lo prometido por Jórdan se cumplió. Ahí estaba para cuando ella despertó.— Jórdan, estás aquí.— Lo prometí, aquí estoy.El médico entró a la habitación con los resultados de todos los exámenes y Karen se sorprendió al ver a otro médico.— Buenas días, señores L'Blank, aquí están los resultados del chequeo que se le hizo, todo está muy bien no tiene nada grave.— ¿Donde está el otro médico? El que me atendió ayer.— Contradijo Karen no queriendo que sea el quien la atienda.— No se de quién me habla señora, pero estos resultados de exámenes estaban en mi consultorio. — ¿Como que está en perfectas condiciones? Pero el médico de ayer dijo que estaba muy mal. — Interrogó Jórdan algo dudoso.— Eso, que la paciente está en perfecto estado.— Eso no es verdad, mi corazón está delicado, siempre estuve mal. ¡Repita esos exámenes doctor.! — Exigió Jórdan miró a Karen achicando los ojos y se acercó a ella.— ¿Acas
En la boda.El sacerdote dio la ceremonia para declararlos unidos como marido y mujer, pasaron a la recepción donde todos compartieron.— Felicidades, Julianne estás muy hermosa mi hermanita. — Felicitaron sus hermanos.Julianne sonreía feliz al igual que Sergio. La fiesta continuó con brindis, conversaciones y felicitaciones a los novios.— Ya quiero secuestrar te mi mujer bonita.— Y ya quiero que lo hagas.— ¿Nos escapamos?— propuso Sergio.— Si, ya no quiero estar aquí quiero viajar y pasear contigo de la mano. Sergio. — Habló casi en susurros a su oído por la música que había en el salón.Julianne miró fijamente a Sergio, unió sus labios dejando un beso mientras rodeaba su brazos en el cuello de él.— Te amo. — Le expresó muy cerca de sus labios. Julianne lo miró y sonrió mientras el la tenía abrazada a su cintura, la alzó mientras ella enredaba sus piernas en sus caderas.— Te amo cada día más mi mujer hermosa, te amo.— Y yo te amo Sergio.Unieron sus labios en un profundo bes
Jórdan despertó llevando se la mano a las cien sentía mucho dolor de cabeza, acusado por la embriaguez de la noche anterior. Abrió los ojos y con la mirada pérdida en la nada, y a su mente llegó el recuerdo de lo que pasó en el aeropuerto.Se levantó fue a baño y bajo la lluvia artificial cerró los ojos y se dejó rodar hasta el suelo, dio golpes contra el suelo causándose daño en sus nudillos, se sentía miserable.— Si no le hubiera dicho semejante mentira, hoy estarías conmigo mi cielo, no te juzgo, no te culpo, te sentías con derecho a rehacer tu vida. ¡Aaaah! —Un grito desgarrador salió de su pecho sintiendo liberar un poco su dolor. Después de estar por dos horas bajo la lluvia artificial y sentado en el suelo, se puso de pie y salió, se cambió y bajó las escaleras para ir a su oficina que tenía en casa.Sumergido en el alcohol pasó un mes, cada día Ginevra y Giorgia golpeaban su puerta.— Déjame solo, no quiero hablar ni escuchar a nadie.— Era la respuesta que daba. Álvaro cómo
Dos meses pasaron desde la boda de Álvaro y Atike, Julianne y Sergio decidieron volver, pues Sergio había sufrido de un repentino y agudo dolor de cabeza, — Mi mujer bonita, perdóname, no quiero que te preocupes.— Claro que me preocupa mi amor, ya pasó de ser normal estos dolores de cabeza, y tú no quieres ir al médico.— Vamos a volver para que nuestra pequeña nazca con su abuelo.— Ya está todo listo para que nazca aquí.— Ya está todo listo para viajar.Sergio abrazó a su esposa por la espalda y acarició su abultado vientre.— Esta bien cariño, si tú lo dices así será, vamos a volver.Salieron del departamento, subieron al auto que lo llevarían al aeropuerto Charles de Gaulle Francia, abordaron el jets privado y dos horas después estaban aterrizando en Roma y de ahí a Nápoles donde un los esperaban un helicóptero para llevarlos a Capri.Cinco horas después — Hija mía, que felicidad tenerte de vuelta aquí.— habló Mericci abrazando a Julianne, y luego a Sergio.— Suegra, aquí su p
Julianne estaba en la habitación con la familia, esperaba por su bebé y fue Álvaro y Atike los que entraron a la habitación, saliendo Fabrizzio y Mericci, para dar espacio a la demás visita.— Mi Julián, tu pequeña bebé es muy linda, es hermosa, ya quiero tener a mi Álvaro en brazos.— Es la experiencia más hermosa que puedas vivir Atike, tener por primera vez a tu hijo en brazos, ya falta poco para que mi sobrino nazca.— Estoy muy ansioso y nervioso, por cuánto llegue ese día, será una inolvidable experiencia, y será mi primera vez, la primera vez que esté presente en el nacimiento de uno de mis hijos.Julianne miró a Álvaro y vio una expresión que no supo descifrar, tristeza, alegría.— ¿Y jisso? — No sabía de ella hasta que su madre la dejó en la puerta de mi casa siendo una recién nacida.Así el momento pasó y la enfermera llegó con Arielle. Julianne sonrió y estiró sus brazos para que se la pasarán.— Por favor, dámela, les presento a Arielle Anastasie, la razón de mi vida.—