Había sido muy confortable que mi padre me consolara, pero era hora de irnos, nos despedimos y Fernando me invitó a su casa, me dijo que él me ayudaría a hacer el trabajo que tuviera pendiente para poder pasar tiempo juntos, pues había pasado semanas fuera y no habíamos compartido lo suficiente últimamente, no tenía excusas, tuve que decirle que sí.—Cariño te había hecho una pregunta y no me respondiste —¿Te gustaría venir conmigo a la boda de Kaleth? —preguntó nuevamente.—No lo sé cariño, no estoy segura, no sé cuánto trabajo tenga entonces. —dije tratando de sacarle el cuerpo.—No importa cuánto trabajo tengas para ese día, te ayudaré con ello si es posible, contrataremos el personal necesario para que hagan el trabajo que no puedas hacer y así me puedas acompañar, no me gustaría ir solo, es mi socio y no me gustaría tampoco perderme su boda. —espeto sin darme espacio para dar una excusa más.Había sido tan insistente que tuve que decirle que si, me dijo que le pediría una invitac
—Sí, Kaleth tú siempre haces lo que te da la gana, nunca piensas en las consecuencias de tus actos, te has puesto a pensar que hubiese pasado, si hubieras encontrado a Fernando aquí, no deberíamos de estar haciendo esto, te repito, tú te vas a casar y yo estoy con alguien. —dije abrumada—Ya te dije que me asegure de que no estuviera y lo haría cada vez que venga a verte, estamos con personas a las que no amamos, nosotros nos amamos, por eso estoy aquí porque sé que me amas y también te amo y estaríamos juntos de no haber sido por tu terquedad, tu inseguridad y tus miedos, por no haber aceptado que tu edad nunca me importó y que nunca me importará, que te amo tal y como eres, ninfa de mis sueños. —espeto entusiasta.—Kaleth se está haciendo tarde, deberías irte, es peligroso que te vayas tan tarde y además si te vas muy temprano de aquí podrías meterme en problemas, los vecinos podrían sospechar, ya muchos de ellos conocen a Fernando, verte salir a estas horas y a la hora que llegaste
—Buenos días, señorita Mariam, le dije al señor Sandoval que la esperará en su oficina. —informo mi secretaria.—Señorita Mariam. —¿puedo hacerle una observación? —preguntó Vanessa mi secretaria.—Por supuesto, además de mi secretaria, eres una amiga Vanessa, dime qué es lo que necesitas decirme. —le dije.—Debería entrar al baño, lleva la blusa al revés, su falta aún tiene la etiqueta de nueva. —¿Está todo bien Mariam? —me preguntó preocupada.—¡¡Madre mía!! — exclamé llevando mis manos a la boca —Gracias Vanessa, de la que me has salvado, y si todo está bien, solo se me pegaron las sábanas, la alarma no sonó y me levanté demasiado tarde, pero te agradezco tu preocupación, iré al baño, así que por favor ofrécele algo de tomar al señor y dile que me espere unos minutos más, te agradezco. —le pedí antes de ir al baño.Había logrado ir al baño, salir y lograr concretar la reunión, todo había salido, bien gracias a que Vanessa logró despertarme a tiempo, había pasado el día y era hora de
—¿Qué crees que estás haciendo?—pregunté enojada —Kaleth porque me haces esto, sabes que me pongo nerviosa ante tus preguntas, me estás llevando al borde de la locura, porque te estás comportando así. —espeté inquieta. —Por favor basta de hacerme preguntas y de hacer tus indirectas, Fernando podría notar que me pongo nerviosa, podría tener que darle una explicación de porque lo hago, no hagas esto, te lo pido. —dije casi suplicando.—No estoy haciendo nada Mariam, no entiendo qué es lo que te preocupa, solo les estoy haciendo preguntas a ambos de cómo construir un amor como el de ustedes. —dijo en tono sarcástico.—Deja de hacerte el tonto, sé perfectamente lo que estás haciendo, no sé qué quieres lograr con esto, ¿por qué le pediste a Fernando que me trajera?. —pregunté seriamente. —Si era un almuerzo para hablar de tu matrimonio, no tenías por qué pedirle a Fernando que me invitará, Kaleth no entiendo por qué insistes en mortificarme, no estoy cómoda y lo sabes, por favor deja de ha
—¡Espera! —exclamé cuando escuché embarazada. —¿Vanessa has dicho embarazo? —pregunté para confirmar que no había escuchado mal—. No puede ser, ahora que lo recuerdo, no, no puede ser posible ¿tú me harías un favor? Ve a la droguería más cercana y cómprame un test de embarazo, disculpa que te lo pida, es que ya sabes, me da vergüenza ir, con mi edad no se vería muy bien, podrías hacerme ese favor. —pedí a Vanessa—. Y otro favor, no menciones a nadie sobre esto.Vanessa era una chica muy reservada, raramente me hacía pregunta cómo en este caso, sin hacer ninguna pregunta, se fue a comprar el test. Angustiada recordando que las dos últimas veces que había estado con Kaleth no me había cuidado, cosa que si había hecho con Fernando durante esos dos últimos meses.Entré en pánico, recordé que tampoco había tenido mi menstruación esos meses, temblando tomé el teléfono para avisarles a mis amigas, pero ninguna me respondió, no tenía de otra que esperar a Vanessa, con el test y pedirle que se
—Amiga, sé que no voy a solucionar nada, en el preciso momento que Kaleth se entere de que estoy embarazada, va a querer saber si él es el padre, que le voy a decir, se dará cuenta si le miento, no podré mantener mi seguridad ante él. —respondí afligida—Amiga, no tienes que decírselo, tú eres una mujer profesional, independiente, no necesitas a ninguno de los dos para criar a tu hijo, en cuanto lo que piense tu madre no deberías darle importancia. —espeto Martha —como siempre te he dicho, eres una mujer adulta, capaz de tomar sus propias decisiones, no tienes por qué estar detrás de las faldas de tu madre, ya estás muy grandecita, ¿no lo crees? —preguntó consolándome—Tienes razón, solo diré que estoy en embarazo, no me siento capaz de afrontar ninguna de las dos verdades, ahora, sé que en el momento en que diga que estoy embarazada, asumirán que mi hijo es de Fernando, de ese modo solo tendremos que usar a tu amigo, si tú dices que puede hacer que mi examen parezca con menos tiempo,
Todo iba bien, finalmente había llegado el día de la boda de Kaleth, me puse un vestido gris y me maquillé, estaba psicológica y emocionalmente preparada, habíamos tomado un vuelo y habíamos llegado, habían ido dos de mis amigas, mi madre, mi padre no quiso ir, cuando llegamos la novia ya estaba allí, había llegado primero, su pancita ya se veía muy grande, en algún momento toque la mía preguntándome cómo me vería yo. Surgían pensamiento cómo te verás ridícula, ya eres demasiado mayor, pero sabía de algunas mujeres habían tenido su hijo a esa edad, de hecho muchas preferían tener hijos después de los 25, deje de preocuparme y nos sentamos a esperar.Inhalado y exhalado tratando de ocultar lo que seguramente sentiría al ver a Kaleth, llevamos tiempo esperando, parecía que él no iba a llegar, uno de los empleados se subió a dónde estaba la novia y tomo un micrófono diciendo que tenía algo que anunciar y era que Kaleth había dejado un videoclip que había pedido que pusieran en pantalla g
Me senté en el sillón para poder recuperarme del bajón de presión que había sufrido tras la ida de Kaleth, tenía que admitir que él tenía razón, había sido yo quién la había estado mintiendo todo el tiempo, no solo por el hecho de no aceptar que nuestra diferencia de edad no era un impedimento para estar juntos, ahora también le había mentido, negándole la posibilidad de estar con su hijo, me lo pregunto, me hizo prometer y como si nada le estaba diciendo a la cara que no era hijo suyo, le dije que el hijo qué estaba esperando era de otro hombre, él se marchó y el tiempo transcurrió.Habían pasado aproximadamente 2 meses en los cuales no sabía nada de Kaleth, más que lo que me contaba mis amigas que de vez en cuando visitaba el club, seguía dedicándose a ser striper, ahora no estaba segura de que lo hiciera por diversión, mis amigas me decían que solían verlo con algunas chicas, las cuales eran jóvenes, me hacía sentir celosa, pero no había nada que hacer, ya no había remedio al lío q