“No hay nada que avive tanto el amor, como el temor de perder al ser amado”
Francisco de Quevedo
Diego toca la puerta de aquella oficina, una voz desde dentro contesta:
–¡Adelante!.Abre y entra. Cuando mira frente al escritorio, está sentada una mujer.–Pase y siéntese. Parece sorprendido, Sr. Martínez–Añade:–¿Nunca ha visto a una mujer, gerente? Soy Eliza. ¿Usted debe ser Diego?
Él un poco apenado, responde:–Disculpe. No se trata de que sea mujer. Sin ofender su jerarquía. Nunca había visto una mujer gerente, tan hermosa.
La mujer arquea una de sus cejas y sonríe.
–Estamos en la misma situación. Yo nunca vi a un hombre tan bien presentado, que siendo pintor, pueda ser tan galante.
Diego hala la silla, la levanta y se sienta.
–Hablemos entonces de su trabajo artístico. Me dice que tiene más de 50 obras para presentar. Dígame cuál es el concepto que quiere mostrarnos.
–Es una obra q
“Hereje no es el que arde em la hoguera, hereje es el que la enciende”William ShakespeareKarem se despierta, mira el reloj despertador. Es aún de madrugada. Se durmió tan temprano, que le pareció una eternidad. Se levanta, va a la cocina, toma un vaso con agua, toma algo sedienta. Abre la nevera y saca una manzana. Olvidó cenar, pero ya es más de medianoche para comer algo pesado o pedir fast food. Va rumbo a su habitación, siente un ruido en su estómago, así que se regresa y sirve, una copa de helado.Entra a su habitación. Desconecta el celular que dejó cargando. Enciende el teléfono y entran los mensajes. Revisa su w******p, dos mensajes de Virginia:–¿Cómo te sientes, viejita?–No me he podido dormir, pensando en CamiYa es muy tarde para responder, quizás su amiga logró conciliar el sueño y su mensaje podría interrumpirlo.Abre los mensajes de messenger y comienza a leer aquel mensaje que Diego envió.
“El sexo sin amor sólo alivia el abismo que existe entre dos seres humanos de forma momentánea”Eric FrommKarem duerme plácidamente, por segunda vez, en mucho tiempo, no se sentía tan dichosa. El hecho de pensar en lo que siente por Diego y que esto, sea recíproco, le inyectan no sólo serotonina y oxitocina, sino ganas de vivir y dejarse arrastrar a aquel abismo.Cualquiera pensaría que se tienen precauciones, siempre en un segundo intento de amor. Mas, es el miedo, lo que impulsa a todo aquel que cree que puede controlar sus sentimientos, una vez que ha abierto las compuertas de un estanque o de una represa. Nada logra contener tantas emociones, aunque se crea muy seguro de sí mismo, y crea que tiene el control.Antes de sonar el despertador, ya se había levantado, aún sentía el gozo dentro de sí. Se dispuso a meterse en la ducha y permaneció allí por unos minutos, acariciando su piel con la esponja, sintiendo el agua tibia entre sus piernas
"No existe decisión más difícil, que aquella que no deseas tomar”Ana K. MartínezDurante el almuerzo Karem permanece un tanto dispersa. Virginia lo percibe, pero no quiere presionar a su amiga, si ella desea contarle algo, siempre lo hace sin que tenga que preguntarle. Pero también sabe, que Karem es bastante reservada con sus intimidades y que al conocerla bien, deberá usar alguna de sus estrategias para descubrir lo que le ocurre.–¿Ese cambio de look te sienta muy bien, vieja. Te ves, sencillamente linda.Karem esgrime una sonrisa tímida. Responde:–Sí, tal vez quería verme bonita hoy aunque...–¿Aunque qué?–Aunque ahora me siento de confundida–dice mientras aleja el plato de comida y coloca los cubiertos de lado.–Debes estar bien confundida, porque frente a ti, tienes tu menú favorito y ni has comido la mitad.–Se trata de Miguel, subí una foto y me hizo un comentario.–
“Un amigo es la persona que sabe todo de ti y aún le gustas”Elbert HubbardKarem se queda dormida. El trajín del día fue cansancioso para ella. El sonido de la alarma, la despierta del profundo sueño. Ve la hora, ya es hora de levantarse. Va a la cocina, enciende la cafetera, coloca el agua y el café. Regresa a su cuarto. Saca de las bolsas, las cosas que compro, las coloca en el guardarropas. Toma una de las camisas, de chiffon blanco y um jean oscuro. Los estiletos nuevos. Deja todo arreglado sobre la cama. Se mete en el baño. Se da una ducha, sale envuelta en la toalla. Toma un conjunto de brassier y blumer blanco. Se viste, se maquilla y sale. Ya el café está listo. Sirve, como de costumbre, en un vaso desechable para ir tomando en el camino al trabajoRumbo a la oficina, recibe un mensaje. Se orilla, para leerlo. Es de Virginia:–Ka, avisa a Luis, que hoy no podré ir. No me siento bien. Creo que tengo fiebre y un puto dolor de cabeza
“Con frecuencia los cuadros son más auténticos que la realidad”Oskar KokoschkaEn medio de la noche, Diego continúa en su taller, el día ha sido fructífero para él. Algunos cuadros para la exposición, ya están terminados. Su inspiración tiene un nombre y un rostro. Aquella mujer virtual, es real y provoca en él un revoloteo de ideas. Una a una, las ha ido plasmando. Un concepto artístico diferente, donde lo subliminal de cada mensaje se desviste ante el espectador interno del ser humano. No son las imágenes las que hablan y cuentan la historia. Es el simbolismo cromático que vibran con el silencio, en donde Diego habita cuando toda su vida, es sólo un lienzo repintado capa a capa, color a color, pincelada sobre pincelada.La oscuridad del ser tiene matices de luz. Los matices de luz, tienen sombras atrapadas. Estuvo allí sumergido por tanto tiempo, aunque intente descubrirse alterno y diferente, un sólo error puede transmutar la imagen y confi
“En ninguna cosa la infidelidad es más innoble y repugnante que en el amor”Sören Aabye KierkegaardLa noche fue larga para Karem, por momentos pegaba un ojo e inmediatamente daba un brinco para saber si Virginia la necesitaba. Cada media hora, se levantaba e iba hasta el cuarto.Virginia a ratos se quejaba, Karem revisaba si temperatura con la mano. Le daba un poco de agua y la veía dormirse. Regresaba al sofá y volvía a dormir unos diez minutos.Finalmente vio, que pronto amanecería, se levantó y estiró por unos segundos. Fue hasta la cocina y puso la cafetera a andar. Camino hasta el cuarto de su amiga, parecía profundamente dormida. Tocó su cuello y brazos. Ya la fiebre habría bajado. Tenía que volver al apartamento para cambiarse e ir al trabajo. Mas, le preocupaba dejarla sola. Decidió entonces, lo que había estado evitando. Tomó su celular y marcó para hablar con Camila.Dejó que repicar varias veces, pero ella no contestaba. Qui
“El adulterio es justificable: el alma necesita pocas cosas; el cuerpo muchas”George HerbertSe sentó, encendió su computador, intentando no pensar. Abrió su messenger. Un mensaje de Diego, eso era lo que necesitaba para cambiarle el color a esse día que venía tornándose oscuro.–Amado mío, no sabes cuan bien, me hacen sentir tus palabras y tu mensaje. Ayer, estuve un poco complicada de tiempo, mi amiga está un poco enferma y me quedé a acompañarla anoche. Apenas entrando a la oficina. Mas, no pienses que te he olvidado. Te paseas por mi mente todo el día. Digitando...–Me alegra hablar contigo, en tiempo real. Yo también estuve algo ocupado en el taller y no sólo te he pensado, sino que he extrañado tus mensajes. Ahora entiendo porque estuviste ausente ayer. Espero ti amiga se recupere pronto. Te escribo luego. Voy saliendo por unas pinturas que me faltan. Ah, no olvides que soy pintor y siempre quiero dib
“El propósito de los medios masivos... no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante”Noam ChomskyLlega al edificio, estaciona el auto. Se encuentra en la entrada, con Luis:–¿No ibas a llegar tarde?–Sí, pero logré resolver antes, bien sabes que no me gusta incumplir con mi horario. Ayer fue una excepción.Él le cede el paso, suben al ascensor.–¿Cómo sigue Virginia?–Mucho mejor. Esta madrugada no tuvo fiebre. Pero el doctor le dio 7 días de reposo.–¿Lo tienes a la mano? Es para pasarlo a administración.–Lo tengo en el archivo del teléfono. Ahora, con que todo es virtual y digital–afirma mientras se encoje de hombros.–Pasámelo por W******p y yo lo imprimo en mi oficina. ¿Tienes tu artículo para la columna del domingo?–Sí, listo.–Cuando puedas pasa por mi oficina, ayer tuve una re