123. VISITAS
—La orden viene de arriba, licenciado —dice el oficial al juez Vinazco, cuya expresión se ensombrece con indignación ante mi detención.

El juez toma los documentos que le entregan y los revisa con detenimiento. A medida que avanza en su lectura, su rostro se aguanta, volviéndose cada vez más agrio.

—Tiene razón, la documentación está en regla. Buen trabajo, oficial —afirma con voz firme. Luego, agrega con un deje de severidad que me hace pensar que quizás don Noé tenía razón respecto a este hombre—: Es momento de visitar a esa familia y recordarles que nadie está por encima de la ley.

—Pero, señor juez... ellos son personas de reputación intachable...

La mirada fría del magistrado es suficiente para silenciar al oficial. Sin más, se vuelve hacia mí y sentencia con indiferencia:

—Por ahora, no hay nada que hacer. Te quedas aquí.

Cuando sale, los oficiales me escoltan por una estrecha escalera de piedra que desciende a una especie de sótano. El aire es denso, viciado. Un hedor fétido imp
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP