C187- TENDRÁS QUE MATARME.Kieran estaba nervioso. Sentía un nudo en el estómago, pero, al mismo tiempo, algo en su interior le gritaba que debía contarle todo a Clara. Ya no quería más secretos entre ellos. Si había una posibilidad de sanar, de reconstruir lo que tenían, no podía guardarse nada.La miró fijamente, sus ojos reflejando una mezcla de miedo y esperanza.—Esa noche... —comenzó, tragando saliva mientras intentaba organizar sus pensamientos—. Fui a un club en Chicago. Estaba cerrando un trato que Declan me había pedido y, en ese momento de mi vida, estaba completamente sumido en un caos emocional.Clara lo escuchaba en silencio, sus ojos capturando el dolor que se reflejaba en la mirada de Kieran.—Una de las chicas del club... me drogó. Lo sabía, por eso me fui. No quería acostarme con ella. Así que, en cuanto llegué al hotel, me metí bajo una ducha fría, esperando que eso ayudara a contrarrestar el efecto. Pero... cuanto más tiempo pasaba, más fuerte se hacía. Y cuando fu
C188- NO ACEPTO PROSTITUTAS.La habitación parecía más pequeña de lo habitual y Kieran dio un paso alejándose de Clara, pero mantuvo su mirada fija en Declan. Su mandíbula estaba tan apretada que parecía que sus palabras podrían romperse al salir. —¿Matarte? ¿Es en serio, Declan? —espetó—. ¡¿Qué cojones te pasa?! Mientras tanto, Clara miraba entre ambos; su rostro estaba pálido, se sentía atrapada en medio de una tormenta que no sabía cómo detener. —¡Ella es la mujer que amo! —gritó Kieran de repente y la señaló con un dedo tembloroso—. Y que lo sepas, es la madre de mi hijo... Puede que no lo entiendas ahora, pero... —Lo sé —lo interrumpió Declan de golpe, su tono frío, casi cortante.Ambos, Clara y Kieran, fruncieron el ceño al unísono. —¿Qué? —Sé quién es Clara —continuó Declan, sin inmutarse—. Y sé que el niño es tuyo.El impacto de esas palabras cayó como un ladrillo. Kieran retrocedió un paso, como si hubiera recibido un golpe físico. Clara, por su parte, se llevó una mano
C189- BIENVENIDA A LA FAMILIA.Pero Kieran no parecía escucharla. Su rabia era un torrente incontrolable.—¡Por tu culpa perdí años con mi hijo! —gritó Kieran, su voz quebrándose por la rabia y el dolor—. ¡Todo porque tú decidiste jugar a ser Dios con mi vida! ¡Te odio, Declan!—¡Lo único que he hecho por esta familia es mantenernos juntos! —espetó Declan, con el rostro ensangrentado—. ¡Salvarlos, protegerlos, cargar con todo! ¡Pero tú, hermano, pareces no ver nada de eso! ¡Eres un maldito ingrato!Kieran se lanzó de nuevo hacia Declan. Su cuerpo estaba agotado, pero su rabia era un combustible inagotable. Sin embargo, antes de que pudiera alcanzarlo, un tercer jugador apareció en escena.—¡¿Qué carajos está pasando aquí?! —gritó Cassio desde la puerta.Ambos hermanos se detuvieron por un segundo, pero no respondieron. En lugar de eso, Declan aprovechó el momento para darle un cabezazo a Kieran, enviándolo al suelo con un golpe seco. Kieran cayó de espaldas, aturdido, mientras la sang
C190- UNA BODA IRLANDESA.Un mes después de aquel intenso enfrentamiento, las cosas habían cambiado. Luna había dado su aprobación y, aunque Cassio había intentado imponer una boda elegante y tradicional al estilo italiano, Kieran no cedió ni un milímetro. El irlandés quería que su boda se celebrara en su tierra, con las tradiciones de su gente, y, al final, logró salirse con la suya.El gran día llegó, y las mágicas tierras de Irlanda se vistieron de gala para la ocasión. El paisaje era simplemente de ensueño: colinas verdes que parecían no tener fin, un castillo antiguo rodeado de flores silvestres y un cielo despejado que parecía bendecir la unión.Todo estaba listo para un día que nadie olvidaría.En una de las habitaciones del castillo, Luna terminaba de arreglar a Clara. La joven novia estaba sentada frente a un enorme espejo de madera antigua, mientras Luna ajustaba los últimos detalles de su vestido.El vestido era una obra de arte, un diseño tradicional irlandés que parecía s
C191- YO TENGO EL CONTROL.La habitación estaba iluminada y Luna ajustaba un vestido negro ceñido que dejaba al descubierto su espalda. Sus labios rojos contrastaban con su piel, y su cabello caía en suaves ondas sobre sus hombros. Su reflejo era una imagen de poder y sensualidad, y lo sabía.Cassio, apoyado en el marco de la puerta, la observaba en silencio, con una mirada intensa que hacía que el aire se sintiera más pesado. Sus ojos recorrieron cada curva de su cuerpo con descaro.—¿Vas a quedarte ahí mirándome o piensas decir algo? —preguntó Luna, con una sonrisa juguetona mientras se giraba hacia él.Él se acercó lentamente y cuando estuvo lo suficientemente cerca, deslizó sus manos por la cintura de Luna, acercándola. El calor de su cuerpo se mezcló con el de ella, creando una tensión eléctrica entre ambos.—No tengo palabras para describir lo que siento cuando te veo así —murmuró y sus manos se deslizaron hacia su espalda, sintiendo la suavidad de su piel bajo sus dedos.Luna lo
C192- UN TRATO QUE CERRAR.La propiedad Graham, ubicada en las colinas verdes de Escocia, era un símbolo de poder y prestigio. La familia Graham no solo era conocida por su linaje noble, sino también por su influencia en la industria del whisky.Poseían una red de fábricas que empleaban a cientos de personas y abastecían a gran parte del mercado europeo. Su éxito no era solo económico, sino también social; cada evento que organizaban era una oportunidad para reforzar alianzas y demostrar su posición en la sociedad.Y ese día, la propiedad estaba más viva que nunca.Después de la boda de Kieran y Clara, la atención se centraba en Declan, el hermano mayor, quien había prometido aprovechar la ocasión para anunciar su compromiso. Sin embargo, para Declan, aquello no era más que una formalidad.No sentía interés alguno por Fiona, pero entendía que esta unión representaba una alianza estratégica entre las dos familias, tanto en negocios como en tratos. La sala principal estaba decorada con
C193- UN GIRO INESPERADO.La fiesta estaba en su apogeo. La mansión elegante se llenaba de murmullos y risas, y Declan estaba allí, vestido con un traje de tres piezas que resaltaba su figura, mostrando lo que era: un hombre atractivo y seguro. A su lado, Fiona, su futura esposa, se aferraba a él como una sanguijuela, con su cabello castaño y sus ojos marrones mirando todo lo que pasaba a su alrededor. Era bonita, sí, pero no más que eso. No había nada que realmente la destacara más allá de su cercanía con él, algo que Declan soportaba con una sonrisa que apenas era sincera. Aunque, al final, eso era lo que se esperaba de él: una fachada perfecta para una unión estratégica.A lo lejos, Kieran y Clara observaban la escena. Él bufó, claramente no aprobando la situación. —Míralos, ¿ves? Parece que ella está pegada como una maldita lapa —comentó Kieran, tomando un trago largo de whisky. Clara no dijo nada, pero secretamente no le gustaba la mujer. De hecho, ella y Declan habían comenzad
C194-CADA PARTE DE MI.Kieran y Clara se besaban con hambre, sin espacio para el aire ni la razón. Sus manos se aferraban el uno al otro, desesperadas, urgentes. De pronto, él la tomó de las nalgas y la levantó con facilidad.—Dios, te deseo tanto, mo chroí (mi amor) —murmuró contra sus labios.Clara soltó un pequeño gritito de sorpresa, cuando Kieran la cargó de repente, pero enseguida sonrió, dejando que la calidez de sus manos la envolviera. Acunó su rostro y deslizó los dedos por su barba, acariciándola con suavidad.—Yo también te deseo —dijo, su mirada ardiendo al encontrarse con la de él.Kieran sonrió de lado antes de soltar un gruñido gutural. Y sin más, la llevó hasta la cama, cayendo sobre ella con un impulso arrollador. Sus labios volvieron a encontrar los de su ahora esposa, esta vez con una intensidad que hacía imposible pensar en otra cosa que no fuera el fuego que los consumía.MINUTOS DESPUES…―Kieran… por favor… ―Clara sentia que se le cortaba la respiración cada vez