C173- EL MISMO AROMA. Kieran no era un hombre que se engañara a sí mismo. Nunca lo había sido. Y después de esta noche, no podía seguir negándolo. Le gustaba Clara. No de una manera pasajera, no como un simple deseo. Era algo más profundo, algo que había estado creciendo en él desde que la conoció, empezó lento, pero se estaba volviendo imparable. La primera vez que la vio, fue la curiosidad lo que lo atrapó. Su carácter amargado, que escondía esa mezcla de dulzura y fuerza, la forma en que sus ojos siempre parecían preparados para cualquier golpe de la vida, pero aun así seguían brillando. Luego fue la admiración. La forma en que cuidaba a Leo, cómo siempre ponía a su hijo primero, cómo se partía el alma para asegurarse de que él estuviera bien. Y ahora… ahora era todo. Ella le hacía sentir cosas que no había sentido en años, cosas que ni siquiera había sentido por Luna u otra mujer. Y eso lo aterraba un poco, pero también lo hacía querer más. Leo había sido su punto débil des
C174- SE MI NOVIA.Clara estaba sentada en el césped con Leo y Jared, ayudándolos a construir un castillo con piezas de madera. Leo intentaba apilar torres, mientras Jared, con el ceño fruncido, organizaba las paredes como si su vida dependiera de ello. —¡Eso no va ahí! —reclamó Jared, moviendo una pieza que Leo acababa de poner. —Sí va —insistió el niño, cruzándose de brazos—. Mamá dijo que sí. —Yo solo superviso, no decido las reglas —intervino Clara, alzando las manos en señal de rendición.Los dos niños fruncieron el ceño. —¡Ah, pero qué concentración! —la voz despreocupada de Kieran interrumpió el momento. Se acercó con las manos en los bolsillos y una sonrisa de medio lado—. ¿Puedo unirme o tengo que firmar un contrato primero? Jared lo miró con los ojos entrecerrados. —Eres demasiado viejo para esto. —¡Oh, la crueldad de la juventud! —Kieran se llevó una mano al pecho—. Y pensar que hasta ayer me sentía en la cima del mundo…Clara soltó una risa sincera, cubriéndose la b
C175- BUENA ELECCIÓN.El beso fue un incendio. Kieran no la tocaba con prisa, pero tampoco con delicadeza. Sus labios se fundieron en los de Clara con una seguridad abrumadora, como si hubiera estado esperando ese momento desde siempre. La atrajo más, su mano apretando su cintura, sintiendo la forma en que su cuerpo temblaba contra el suyo. Clara quiso resistirse al deseo que empezaba a envolverla, al calor que trepaba por su espalda. Pero la boca de Kieran exigía, tentaba, la invitaba a olvidar todo. Sus dedos se cerraron en su camisa, y justo cuando iba a dejarse llevar por completo, un eco de su pasado la hizo tensarse. Las sombras de aquella noche. Pero se dijo que esto era diferente. Que esto era Kieran. Cerró los ojos y decidió que era hora de dejarlo atrás. Era hora de vivir.Y mientras Kieran y Clara seguían besándose, al otro lado del festival, Jared frunció el ceño al verlos. —Mentiroso —murmuró, cruzándose de brazos—. Dijiste que no te gustaba… pero yo sabía que sí. —E
C176- ÚNICAMENTE ELLOS.La cascada era un rincón sacado de un sueño. Rodeada de vegetación espesa, con el sonido del agua cayendo sobre las rocas y un lago cristalino. Clara dio un paso adelante, dejando que la brisa húmeda le acariciara el rostro mientras sus ojos recorrían cada detalle. —Es mágica… —susurró, sin apartar la mirada.Detrás de ella, Kieran se acercó en silencio, sus manos descansando en su cintura. —Ahora es más hermosa porque estás aquí.Sonrió, disfrutando el calor del cuerpo de Kieran pegado a su espalda. —¿Solías venir aquí mucho? —Sí, era mi lugar secreto. Siempre que necesitaba escapar, venía aquí.Ella se giró, alzando una ceja con diversión. —Entonces soy afortunada, ¿eh? Kieran no dudó, sosteniéndola con firmeza. —Eres la única a la que quiero traer aquí.Y antes de que pudiera decir algo más, la besó.Sus labios se encontraron con hambre y necesidad, sus cuerpos se apretaron en un roce cargado de electricidad. Pero, de repente, Kieran se apartó con una
C177- LISTA PARA ÉL.El aire estaba cargado de anticipación, de ese tipo que te eriza la piel y te corta la respiración. Clara ahora estaba sentada en una roca grande y lisa, con las piernas abiertas y el corazón latiendo con fuerza en su pecho.Podía sentir la fría superficie de la piedra bajo ella, pero no era nada comparado con el calor que crecía en su interior. Kieran la miraba con los ojos oscurecidos por el deseo, mientras su aliento cálido cochaba contra su piel sensible.―Estás tan jodidamente apretada, princesa ―gruñó, mientras deslizaba un dedo dentro de ella, sintiendo cómo sus paredes se apretaban a su alrededor.Podía sentirla temblar, su inexperiencia evidente en la forma en que su cuerpo respondía a su tacto. Pero no le importaba. De hecho, le encantaba. Le encantaba cómo se sonrojaba cuando le decía obscenidades, cómo se le cortaba la respiración cuando sus dedos la jugueteaban.Quería que lo sintiera todo, que experimentara cada gramo de placer que pudiera darle.Aña
C178- UN LUNAR.La habitación estaba tenuemente iluminada y el aire estaba impregnado de un aroma a sudor y deseo, mezclado con el tenue aroma a lavanda de las sábanas. Clara estaba de rodillas, con las manos aferradas al borde de la cama, temblando de anticipación.Kieran detrás de ella, con los ojos oscurecidos por el deseo, admiraba la curva de su espalda, el brillo de su piel bajo la suave luz.―Eres mía ―gruñó deslizando su lengua por su columna, provocando escalofríos en la espalda de Clara. Luego, colocó las manos en sus caderas, agarrándola con firmeza y posesividad. ―Toda mía.Clara se mordió el labio, antes de responder.―Sí ―susurró ―Tuya.Los labios de Kieran se curvaron en una sonrisa maliciosa, se inclinó rozando su nuca con la boca.―Dilo otra vez ―exigió.―Soy tuya, Kieran ―gimió Clara, arqueando ligeramente su cuerpo mientras sus labios recorrían su espalda. Sentía la tensión creciendo en su interior, la anticipación de lo que estaba por venir le provocaba un hormigueo
C179- INDIFERENCIA.Clara despertó lentamente, sintiendo el calor enredado en las sábanas y el leve rastro de la noche anterior todavía en su piel. Se giró con una sonrisa, pero la cama a su lado estaba vacía. Frunció el ceño y alzó la vista. Kieran estaba frente al tocador, terminando de vestirse con movimientos medidos. Se incorporó despacio, cubriéndose el pecho con la sábana, y dejó escapar una sonrisa perezosa. —¿Te levantaste tan temprano para huir de mí? —dijo con un tono juguetón—. ¿O tienes una cita secreta? Kieran apretó las manos un instante antes de seguir peinándose. Se miró en el espejo, luego se giró y caminó hacia ella con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. —Tengo cosas que hacer —respondió con indiferencia—. Quédate descansando. La sonrisa de Clara se borró. Pero Kieran no esperó más. Tomó su chaqueta y salió de la habitación sin voltear atrás. El silencio pesó. Se quedó quieta, con la sábana apretada entre sus manos temblorosas. Su pecho subía y bajaba co
C180- EL VA A CASARSE.Kieran llegó al hospital privado, apuró el paso, no tenía tiempo que perder. Atravesó los pasillos sin mirar a nadie, directo al consultorio que ya conocía. Apenas abrió la puerta, el hombre detrás del escritorio ajustó sus lentes y lo miró con curiosidad. —Vaya, ¿qué te trae por aquí, O’Reilly? Kieran cerró la puerta tras de sí sin responder. Se acercó al escritorio y dejó caer un mechón de cabello envuelto cuidadosamente. —Necesito que hagas una prueba de ADN —dijo sin rodeos—. Lo más rápido que puedas. Y que seas discreto. El hombre alzó una ceja y se inclinó ligeramente hacia adelante. —¿Cazando a un enemigo? —bromeó con una sonrisa torcida. —No. —Kieran lo miró sin rastro de humor—. Esto es personal. Necesito saber si este niño es mi hijo. El médico dejó de sonreír. Su mirada bajó al mechón sobre la mesa y asintió. —Bien, puedo hacerlo… pero sabes que— —El precio es lo de menos. Solo hazlo. ¿Cuándo tendrás los resultados? El hombre se ajustó los