¡Oh amor poderoso! que a veces haces de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.
FRASE DEL ESCRITOR, NOVELISTA Y DRÁMATURGO
WILLIAMS SHAKESPEARE
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Sarah llegó a casa y estacionó su auto en frente, suspiró con pesadamente, al cerciorarse de que el coche de Roy estaba allí, entró lentamente sintiendo que no quería estar allí, no quería estar en su casa, el dolor que tenía taladraba fuertemente su cabeza, recordó como los ojos de Roymer se habían tornado tan oscuros y un escalofríos la recorrió internamente.
Decidida a tener una conversación con él entró a la casa, en la sala de estar, Raymer jugaba con la niña, ella se giró y al verla corrió a sus brazos
-¡Mami! – la estrechó fuertemente, era increíble que ni siquiera su hija lograra produc
-¿Qué lograrías con eso?-Que se dé cuenta que tu hombre soy yo.-¡Eso es absurdo!- le dijo nerviosa, evitando girar para mirar a Thomas.-Vas a besarme, o me levantaré, iré a su mesa y. . .-No Roy, es un negocio importante para él. . .por favor no.-Entonces bésame, Sarah- sonrió con malicia.-No. . .no. . .Roymer se levantó y Sarah nerviosa siguió rápidamente su ejemplo, echando sus manos al cuello de su esposo, lo atrajo hacia ella e inició un arduo beso. Todos en aquel restaurante los miraron, Thom sintió como la sangre hervía en sus venas. Luego de que el beso terminara ambos se sentaron y sorbieron otro poco de vino.-¿Ahora podemos irnos?- preguntó con voz ahogada-Ahora cenaremos – pidieron sus platos, Sarah se dedicó a comer rápidamente con la intención de acabar con su plato y marcharse, pero Roymer no tenia ningú
Roymer descansaba a un lado de Sarah con la respiración entrecortada.-Felicitaciones querida, eres muy buena, tu cuerpo es delicioso.-¡Basta de humillaciones, déjame en paz!-No, no- chasqueó la lengua- no me hables así, cariño.Sarah se giró dándole la espalda, en ese momento sonó su móvil, se giró para extender la mano por encima de Roymer y tomar el celular que estaba en la mesa, allí lo había dejado, antes de irse a comer con él, epro era tarde Roymer ya lo tenía en sus manos.-¡Dámelo! – exigió-No lo creo- contestó pero guardó silencio.-¿Sarah?-Hola, Zuloaga.-Roymer. . . ponme a Sarah al teléfono.-Quisiera, pero no será posible. . . nos interrumpiste, estábamos. . . ocupados.-¡Thom!- gritó ella-¡Cállate!- le amenazó Roymer.-No la grites, no la lastimes o
Estacionó su coche en la entrada, bajó y se encaminó a la puerta con pasos apresurados con el corazón saltando de alegría. Al primer llamado del timbre Thomas le abrió la puerta, ella no esperó nada más y se lanzó a sus brazos, esos fuertes brazos que siempre le brindaban un dulce refugio.-¡Mi amor! – suspiró él al recibirla contra su pecho, ella comenzó a sollozar, él la abrazó con más fuerza- ¿Qué sucede,cariño?-Han pasado tantas cosas – ella le sonrió triste y juntos entraron a la casa.-¿Cómo está mi hija?- preguntó preocupado y ansioso-Muy bien-una sonrisa triste se dibujó en su rostro- te extraña mucho, quiere verte, no hace más que preguntar por ti.-Yo muero por verla. . .las adoro con mi alma, son lo que más amo.-Aquel día en el restaur. . .-No importa, preciosa. . . ¡Qué sucedió cuando te llamé Sarah?. . . Roymer me dijo. . .me dijo que usted
La puerta de la oficina de Roymer se abrió con violencia, éste se giró bruscamente y se encontró con el rostro airado de Thomas, y detrás de él, la secretaria con gestos despavorido.-Lo. . .lo lamento señor Villareal. . .el caballero. . .-No hay problema Lucía, lo atenderé. Puedes retírate.-Sí señor, con permiso- la puerta se cerró y ambos se miraron fríamente a los ojos, cada uno intentando contener la ira que fluía a través de sus venas. Estaban frente a su rival, cada uno luchando por la mujer que ama, cada uno usando las cartas que tenían para jugar, cada uno queriendo ser el vencedor.-¿Qué se te ofrece, Zuloaga?-Vengo a que hablemos de hombre a hombre, aunque dudo que en tu caso sea posible- le escupió con desprecio aquellas palabras.-Creo que el gran Thomas Zuloaga, no está de muy buen humor el día de hoy- lo miró con una sonrisa burlona dibujada en su hermoso
Las semanas transcurrían muy apresuradas, ya había pasado un mes y medio desde la última vez que había estado con Thom, él la había llamado en varias ocasiones para ver a la niña, siempre la mandaba con Carol para evitar verle, Roymer no estaba a gusto con la situación y se quejaba constantemente, pero Sarah lo enfrentaba y cuando se trataba de Thasha, ella siempre salía ganando. Eran las seis de la tarde cuando el teléfono residencial comenzó a timbrar y Sarah se apresuró a contestarlo.-¿Bueno?-¿Sarah?-Si Thomas, ¿cómo estás?-Yo bien dentro de lo posible, ¿y tú?-Estoy, que es lo importante. El resto ya es ganancia.-Sarah, yo te. . .-¿Qué se te ofrece? – lo cortó, tragándose las lágrimas que pugnaban por salir. Él suspiró cansado y dijo.-Quiero ver a mi hija, mañana pienso llevarla al parque, además se acerca su cumpleaños y quiero organizar su regalo, tenemos que ponernos de acuerdo para el festejo, pienso estar presente aunqu
A la mañana siguiente, después de despedirse de Raymer y Thasha, se encaminaron a la montaña. Allá era todo tan extraño.Roymer se mostraba dulce y tierno, luego volvía a ser frio y cruel, la cabaña donde se alojaron era realmente hermosa, de haber sido otras las circunstancias, podría haber sido un viaje memorable. Sarah quería morirse, su vida era un verdadero infierno, y si no se echaba al abandono, era solamente porque tenía una hija por quien velar.Durante aquella noche Roymer la tomó dos veces y ella no hizo el más mínimo intento por detenerle.La primera vez entró en ella dejándola sin aliento, fue un cuerpo partícipe por exigencias de su marido. Pero un cuerpo que no sentía más que dolor al ser poseído. Se aferró con fuerza a la espalda de su marido, en busca de un ancla al dolor, le rodeó la cintura y cuándo él lo exigió, gimió su nombre.Cuando él tembló y se derramó en su interior, no pudo menos que agradecer porque hubiese acabado.La segun
Carol se encargó de llevar a Thasha, así que Sarah estaba desocupada, se disponía a marcharse a su casa, anhelaba una ducha caliente y una buena taza de té. Necesitaba relajarse un poco, su vida se estaba volviendo en pura tensión, peleas y estrés, sentía que todo aquello comenzaba a pasarle factura, no estaba bien emocionalmente. Se sentía tan deprimida como nunca lo había estado en la vida.Se mantenía en pie única y exclusivamente por su hija, por ella seguía levantándose cada mañana, pero de a poco de BA quedando sin ánimos, sin fuerzas.Su teléfono celular comenzó a timbrar, Sarah se sobresaltó, lo tomó y miró la pantalla. . . era Thom. . .su corazón se aceleró con fuerza, golpeando violentamente contra su pecho.-¡Hola Thom!- lo saludo con el pulso acelerado, cómo siempre le pasaba cuando hablaba con él.-¿Cómo estás, Sarah?- le preguntó con cariño.-Bien. . .
Al día siguiente se sentía feliz, había hecho el amor con el único hombre que amaba, rogaba a Dios que la perdonara por faltar a sus votos matrimoniales, por no cumplir con las promesas que había hecho frente al altar, pero el amor que sentía por Thom, era más fuerte que ella y más fuerte que su fuerza de voluntad.Era una adultera, lo sabía y realmente le pesaba, la crianza y la educación que su familia le dió, contradecía por completo sus acciones pero, no le habían enseñado también que el amor todo lo podía, todo lo perdonaba, rogaba a ese Dios amoroso que entendiera su difícil situación, que por su inmenso amor comprendiera sus sentimientos y no sé sintiera decepcionado de ella.No era fácil fallar a su formación pero, tampoco era fácil dejar de lado su corazón.- Estás hermosa, mi amor- le dijo Thomas abrazándola y besándola fuertemente mientras la sostenía por la cintura.-Todo es gracias a ti, es tu amo