El alfa Franco se quedó muy molesto, hizo el intento de preguntarle a Isabella, que fue lo que Luciano Salvatore, le dijo pero ella lo detuvo haciéndole saber que no quería hablar, los cachorros se fueron tras su padre, parecía tener alguna especie de imán que los llamaba, pero seguro que solamente era su misma sangre que los acercaba El Alfa Lizandro, estaba abajo esperando alguna novedad, apenas vio venir a Luciano, con sus cachorros correteando a su alrededor, preguntó: — ¿Pudiste hablar con Isabella? ¿no le hiciste algún daño, cierto? ¡si lo hiciste mi luna me va a cortar las bolas! — el apuesto Alfa se pasaba una mano por los cabellos — ¿Qué clase de Alfa creés que soy? mis cachorros estaban ahí, no soy tan imbécil como para traumatizarlos lastimando a su madre, ella me va a escuchar en otro momento — No vayas a tocarle un solo cabello a Isabella, me obligarías a pelear contigo, lo mismo haría Franco, no vamos a permitir que le hagas un solo rasguño a tu luna El gruñido de Lu
El lobo observaba a Isabella como un cazador a su presa, estaba haciendo uso de todo su autocontrol si se dejaba llevar la tendría tendida en la cama con el encima embistiéndolaIsabella se trataba de cubrir lo más que podía, sus mejillas se pusieron calientes al sentir sobre su cuerpo la penetrante mirada del que fue su Alfa y su debilidad— ¿Qué demonios sucede contigo? ¡quiero que dejes de entrar a mi habitación sin mi permiso! ¡vas a conseguir matarme de un susto, ahora fuera de aquí! no está bien que estés en mi cuarto— ¿Por qué? te conozco toda de pies a cabeza, no te olvides de eso, ¿porqué te cubres? ¿acaso te estás guardando para otro lobo? ¿para Franco quizás? ¿ya fuiste suya? — la gruesa voz de Luciano se escuchó retumbar— ¿Y si así fuera qué? ¡en estos años seguro que follaste cuánto quisiste con Artemisa, o con cualquier otra loba, se decía de ti que eras un loboriego y resultó ser verdad, no tienes cara para venir y reclamarme nada, yo puedo follar con quién a mí se me
Después de observarla dormir por largo rato, el Alfa Salvatore, tomó a su luna en brazos, la había vestido con una pijama de seda en pantalón y camisa, habían hecho el amor tan intensamente que ella estaba en un sueño profundoEl lobo pronto llamó al cuarto de sus cachorros— ¡Levántate Lucian, están llamando a la puerta, ese de seguro que es papá, viene por nosotros para llevarnos a su manada! Los cachorros saltaron de la cama y abrieron la puerta, en efecto ahí estaba su padre de pie frente a ellos con su madre en los brazos— Vamos es hora de irnos, no es necesario que lleven nada, yo les proveeré todo cuando lleguemos a la manada Luna de Plata Al bajar y salir de la mansión, el beta Camilo ya los estaba esperando, el mano derecha y amigo leal de Luciano había conseguido dos coches, uno era para llevar a los cachorros y en otro el Alfa llevaría dormida en la parte de atrás a su luna, pero losq cachorros no quisieron separarse de su padre y se acomodaron en el asiento del copiloto
Isabella seguía sentada en la parte de atrás del coche, estaba furiosa por el atrevimiento de Luciano, por todoooo el atrevimiento de hecho El ruido del estómago de Isabella se escuchó, ella estaba hambrienta, el Alfa estiró la mano y tomó el sándwich para dárselo a la loba — ¡No lo quiero, no tengo hambre! — Tu estómago gruñe, debes comer, los cachorros necesitan de toda tu energía, además no voy a secuestrarte, así que no es necesario que hagas una huelga de hambre, come, después de follar como lo hicimos necesitas alimentarte Después de un intenso sexo la luna estaba muy hambrienta y necesitada de algo que le proporcionara energía — !Cállate, eso pasó por qué usaste tu poder de Alfa, no debiste, no debimos tener sexo! ¡eso fué un error, tu y yo no estamos juntos ni lo estaremos de nuevo nunca más! — Primera cosa en la que estamos de acuerdo, tu solamente serás la madre de mis cachorros, no eres digna de ser mi luna, un poco tarde pero comprendí que la única loba que merecía
Isabella se volvió a encontrar cara a cara con la responsable de su desgracia en el pasado, no le extrañaba que estuviese viviendo en el castillo Salvatore, eso era lo que quería, quedarse con Luciano y tomar su lugar Los cachorros sintieron la hostilidad de la loba rubia hacia su madre, también la sintieron hacía ellos, eran unos lobeznos muy listos, Luciano no sabía la que le esperaba con ellos — !No te voy a permitir que me faltes al respeto delante de mis hijos, la trampa que me tendiste aquella vez con la ayuda de ese lobo miserable, no tiene nada que ver conmigo! así que te recomiendo que cuides tus palabras — ¡Ja... la zorra va a venir a plantarse en mi casa como si fuera una inocente paloma, eres una cualquiera, Isabella, una que no pudo mantener sus piernas cerradas a un atractivo semental! Artemisa no supo en qué momento Isabella llegó hasta ella y la cacheteó con las garras de fuera, la cara de la actual luna quedó rasguñada y ensangrentada — ¡Te lo advertí! delante de
El Alfa que era la primera vez que era padre, no se esperó que uno de sus hijos se le impusiera, él que todo lo que decía era órden, que era temido dentro y fuera de su territorio, ese pequeño lobezno lo estaba desafiando — ¡Si le haces daño a mamá, me marcharé de esta manada, soy pequeño, pero un día voy a crecer y voy a matar a esta loba, y a ti, papá, te voy a cambiar por el Alfa Franco Torrenegro! — !Lucian, no debes hablarme de esa manera, soy tu padre y me debes respeto, eres todavía muy pequeño para entender algunas cosas! — El alfa por supuesto que no se intimidó, solo le tomó unos momentos reponerse de que su hijo lo estuviese enfrentando — ¡Si tú no respetas a mi madre, yo no voy a respetarte a ti, vamos Landers, conozcamos la manada antes de irnos con mamá de aquí! — los pequeños se alejaron del castillo en compañía del beta Camilo, el lobo iba muy atento a los dos lobeznos, no quería llevarse sorpresas — Tío Camilo, yo el cachorro tengo mucha hambre, la pancita me está
El Alfa le advirtió y fue más que claro con la loba que no volviera a expresarse de sus hijos de esa forma o le arrancaría la cabeza Luciano aventó a la loba hacia un lado, Artemisa, ella tosia con dificultad mientras se llevaba las manos al cuello tratando de aminorar el dolor, caro le había costado hablar mal de los cachorros del Alfa — !Ahora desaparece de mi vista, no te olvides que aunque te nombre la luna de esta manada, no eres más que eso, no te quiero cerca de mis cachorros o de Isabella, estás advertida — dicho eso, el Alfa se dió la vuelta miró hacía escaleras arriba y se dispuso a subirlas En la habitación, Isabella estaba sentada en la ventana, ella estaba mirando al jardín, cuando escuchó la puerta su reacción fue irse al pecho del Alfa a puños — ¿Quién demonios te crees que eres? ¿con que derecho ordenas que me traigan a esta habitación? ¡quiero largarme de aquí con mis hijos cuánto antes! ¡convertiste a tu amante en tu luna, no entiendo el por que te cásate conmigo
Los cachorros fueron llevados por su padre al castillo Salvatore, ellos debían vestirse por qué esa noche habría un gran banquete en su honor, pero resultó que estaban somnolientos y querían tomar una siesta, ambos se quedaron dormidos en el auto — Camilo, baja a un cachorro y ayúdame a llevarlos a su habitación — ¿Ya tienen una habitación? wow, tú si que actúas muy rápido, entonces... ¿cuentame que pasó siempre? ¿Pudiste contener a Artemisa? ella definitivamente no está contenta con que hayas tenido hijos con Isabella y que ahora los hayas traído aquí — Sé que no pero meimporta poco, los lobeznos son lo más importante que hay en este momento en mi vida, si tengo que echarla para que ellos se sientan cómodos lo haré sin problemas — ¿Y con Isabella? ¿pudiste hablar con ella? en verdad no creo que vaya a quedarse a vivir bajo el mismo techo en dónde tienes a la luna con la que la sustituiste — ¡Por su culpa, te recuerdo que fue por su traición que tuve que nombrar a Artemisa la luna