—Entendido. Ahora mismo comienzo. —Respondió Moscú sin dudar. —¿Tienes algún detalle específico en mente?Dalton se detuvo un momento, recordando las conversaciones que había tenido con Gabriel sobre su organización. La agencia había sido de utilidad para él cuando contrató a Gabriel, pero ahora se sentía como una trampa mortal.—Cualquier cosa que puedas encontrar sobre cómo manejan las contrataciones y si tienen algún historial problemático. También necesito saber si hay alguien dentro que pueda ser un posible contacto. —Explicó Dalton, sintiendo que cada palabra era un paso hacia la verdad.—Voy a mover algunas piezas por aquí. No te preocupes; conseguiré lo que necesitamos. —Dijo Moscú con confianza. —Te mantendré informado.Dalton colgó y sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Sabía que ahora tenía el apoyo necesario para seguir adelante en su investigación, pero también comprendía que el camino sería peligroso. A medida que se acercaba a la biblioteca del estado, su mente estab
Alice se sentó de golpe en la cama, sus ojos aún llenos de terror. El sudor perlaba su frente mientras la imagen de Samuel en peligro se repetía en su mente. Justo en ese momento, Mia irrumpió en la habitación, preocupada.—Alice, cariño ¿Estás bien? —Preguntó Mia, corriendo hacia ella y abrazándola con fuerza. —¿Qué pasó?Alice respiró hondo, intentando calmarse.—Tuve una pesadilla… Samuel estaba… estaba muriendo a mis pies y me pedía ayuda a gritos. No podía hacer nada para ayudarlo. —Confesó, su voz temblando.Mia la miró con compasión.—Fue solo un sueño, Alice. No dejes que eso te afecte. Samuel ya está descansando en paz y según la policía no sufrió, lo sabes. Solo es tu mente intentando jugarte una mala pasada. —Musitó la rubia a media voz.Alice asintió lentamente, pero la inquietud seguía latiendo en su pecho.—¿Dónde está Dalton? Necesito hablar con él. —Preguntó de repente al no verlo a su lado, sintiendo que su ansiedad aumentaba.Mia frunció el ceño.—Anoche salió muy ta
Dalton abrió la puerta, encontrándose cara a cara con dos oficiales de policía. Sus miradas eran severas, y la tensión en el aire era palpable. Alice y Mia se acercaron, preocupadas por la inesperada visita.—Buenas días, señores. ¿En qué podemos ayudarles? —Preguntó Dalton, tratando de mantener la calma.Uno de los oficiales dio un paso adelante.—Señor Monroe, hemos recibido información sobre sus recientes investigaciones relacionadas con una agencia gubernamental. Nos gustaría discutir esto con usted. —Dijo el oficial con tono serio.Dalton frunció el ceño, sorprendido por la revelación.—¿Qué agencia gubernamental? Solo he estado investigando algo relacionado con mi hijo. —Respondió Dalton, tratando de sonar inocente.El segundo oficial sacó una carpeta y comenzó a hojear documentos.—Señor Monroe, la agencia en cuestión es una organización gubernamental altamente confidencial. Nos preocupa que la información que ha encontrado pueda estar comprometida o manipulada. —Explicó el ofi
171: Pruebas contundentesCon la información en mano, la familia Monroe salió del almacén, sintiendo que estaban más cerca de encontrar a Samuel y Gabriel. La noche era oscura y silenciosa, y la tensión en el aire era palpable. Dalton, Alice y Mia sabían que estaban entrando en territorio peligroso, pero la determinación de salvar a sus seres queridos los impulsaba a seguir adelante.Se dirigieron a su vehículo y se subieron, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Mientras Dalton conducía, Alice y Mia revisaban los documentos que habían encontrado, buscando cualquier pista adicional que pudiera ayudarles.—Aquí hay una dirección. Podría ser la ubicación de uno de los sitios de reclutamiento de la agencia. —Dijo Mia, señalando un punto en el mapa.Dalton asintió, su mente trabajando rápidamente para formar un plan.—Bien, nos dirigiremos allí. Necesitamos ser cautelosos y asegurarnos de no ser detectados. Si todo esto es cierto, estamos tratando con una organización muy poderosa
Mientras Dalton, Alice y Mia planificaban su misión para infiltrarse en el grupo objetivo, no se dieron cuenta de que alguien los estaba observando. En las sombras de la habitación, una figura emergió lentamente. Era alguien que Alice, Dalton y Mia reconocieron inmediatamente: Lara, la misma que había llevado a cabo el funeral de Samuel y Gabriel, y quien los había reclutado en la agencia.Pero lo que ellos jamás imaginaron era que la Lara que tenían ante sus ojos no era la verdadera Lara. La verdadera Lara se encontraba en la base real, entrenando con Samuel y Gabriel. La mujer frente a ellos era en realidad su hermana gemela, Clara, una némesis de la agencia que había sido rechazada años atrás y que ahora buscaba venganza.Clara sonrió con frialdad mientras observaba a los tres, su mirada llena de determinación y peligro.—¿Lara...? ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó Dalton, tratando de ocultar su desconcierto.Clara soltó una risa amarga, cruzando los brazos.—No soy Lara. Mi nomb
Lara entró a la sala de interrogatorios con su expresión era seria, fria y decidida. Frente a ella, sentada y esposada a la mesa, estaba su hermana gemela, Clara. La habitación estaba iluminada de manera tenue, con una atmósfera tensa y cargada. Clara, con una sonrisa irónica en los labios, no parecía mostrar remordimiento alguno por sus acciones.Lara tomó asiento frente a Clara, depositando una carpeta gruesa sobre la mesa. Sus ojos se encontraron por un momento, y aunque compartían el mismo rostro, sus miradas eran completamente opuestas: una llena de determinación, la otra cargada de resentimiento.—Clara, estos son los cargos que enfrentas. —Comenzó Lara con su voz firme y autoritaria. —Conspiración, traición y múltiples intentos de asesinato. La agencia ha decidido que recibirás cadena perpetua, sin derecho a juicio.Clara soltó una risa amarga, su mirada desafiando a Lara.—Siempre tan correcta y obediente, ¿Verdad, Lara? La favorita de todos. Pero al final, yo fui la única que
Dalton y Alice intentaban seguir adelante con sus vidas tras la supuesta muerte de Samuel, pero cada día era una lucha constante. Ambos se sumergieron en su trabajo, tratando de recuperar a los clientes perdidos y mantener la empresa a flote, pero el dolor y la tristeza siempre estaban presentes.En la oficina de su empresa, Dalton y Alice trabajaban incansablemente, revisando contratos y preparando presentaciones para convencer a los clientes de que la compañía seguía siendo confiable. Sin embargo, el peso del luto hacía que cada tarea fuera más difícil de lo que solía ser.Una mañana, Dalton estaba sentado en su despacho, mirando la fotografía de Samuel que tenía sobre su escritorio. El rostro sonriente de su hijo le recordaba constantemente lo que habían perdido. Se pasó una mano por el rostro, tratando de despejar la mente antes de que llegara el primer cliente del día.Alice entró en el despacho, llevando consigo un montón de documentos.—Dalton, tenemos una reunión con los direc
Brock y su gente no sabían con quiénes se estaban metiendo. Aunque Alice y Dalton lo que menos querían era llamar la atención, sabían que no podían permitir que Brock y su banda los controlaran. Decidieron empezar a pagarle a Brock mientras gestionaban sus movimientos en secreto para encontrar una forma de vencerlo.La fachada de cooperación que presentaban les permitió ganar tiempo. Mientras pagaban la cuota mensual a Brock, Alice y Dalton trabajaban incansablemente en un plan para desmantelar la operación de la banda y asegurarse de que su negocio y su familia estuvieran a salvo.Alice, con su aguda mente para los negocios y habilidades de organización, comenzó a investigar a Brock y su red de contactos. Utilizó su carisma y conexiones en la comunidad para recopilar información valiosa sobre las actividades de la banda. Mientras tanto, Dalton, con su determinación y habilidades tácticas, desarrolló un plan meticuloso para neutralizar la amenaza.Una noche, mientras Dalia dormía en s