A pesar de que todo fue planeado, Lara no podía evitar sentirte ansiosa y asustada. Mientras la multitud se movía al ritmo de la música, Lara observaba con atención. Las luces del club comenzaron a parpadear, señal que había llegado el momento. En un movimiento coordinado, los miembros de su equipo se dispersaron por el lugar, asegurándose de que ninguno de los presentes comprometiera su misión y que Samuel y Gabriel estuvieran bajo control.Un par de agentes encubiertos se acercaron a los dos chicos caídos. Uno de ellos, con un auricular en la oreja, se agachó junto a Samuel y le tomó el pulso. —Está muerto, es demasiado tarde, pero necesitamos moverlo rápido. —Dijo mientras se comunicaba con el resto del equipo.Gabriel yacía a su lado, su respiración era superficial. Lara sintió un nudo en el estómago, pero sabía que debían seguir adelante. Con un gesto firme, dio la señal para que los agentes comenzaran a actuar.En ese momento, una serie de luces estroboscópicas iluminaron el c
El día del funeral llegó con un cielo gris que parecía reflejar el pesar de todos los presentes. La atmósfera era pesada, cargada de una tristeza que se podía palpar. Las flores, blancas y amarillas, adornaban el ataúd de Samuel y el de Gabriel, creando un contraste con el profundo luto que vestían los asistentes. La capilla estaba llena, no solo de familiares, sino también de amigos y conocidos que habían querido rendir homenaje a dos jóvenes cuya vida había sido truncada tan prematuramente. En las paredes, fotos de los chicos sonreían, recordando momentos felices que ahora parecían tan lejanos.Alice se encontraba al frente, su rostro pálido y marcado por el dolor. Su mirada estaba fija en los ataúdes, como si esperara que en cualquier momento Samuel se levantara para abrazarla. A su lado, Mia sostenía su mano con fuerza, compartiendo el peso del dolor. Dalton estaba cerca, con la mandíbula apretada y los ojos llenos de lágrimas contenidas. Había una mezcla de rabia y tristeza en
Samuel miraba al techo, sintiendo cómo sus pensamientos se entrelazaban en un torbellino de dudas y miedos. A pesar de estar físicamente libre, la sombra de su pasado lo perseguía como un espectro. La idea de su familia, especialmente de su padre, lo llenaba de inquietud. Sabía que su familia no era del tipo que se quedaba quieta ante una amenaza; eran cazadores, no presas.—¿Qué pasa, cariño? ¿Te sientes mal? —Preguntó Gabriel, notando la expresión distante en el rostro del ojiverde.—No puedo dejar de pensar en ellos... —Respondió Samuel, su voz apenas era un susurro. —Conoces a mi padre, sabes que él no se quedará tranquilo con mi muerte. Y si decide cobrarse venganza contra la Agencia... no sé qué podría pasar. Podría descubrir la verdad.Lara, que estaba escuchando atentamente, se inclinó hacia él y posó una mano en su hombro en señal de apoyo.—Entiendo tu preocupación, pero ahora estamos aquí, juntos. Podemos protegernos unos a otros. No estás solo en esto. La agencia es el lug
—Entendido. Ahora mismo comienzo. —Respondió Moscú sin dudar. —¿Tienes algún detalle específico en mente?Dalton se detuvo un momento, recordando las conversaciones que había tenido con Gabriel sobre su organización. La agencia había sido de utilidad para él cuando contrató a Gabriel, pero ahora se sentía como una trampa mortal.—Cualquier cosa que puedas encontrar sobre cómo manejan las contrataciones y si tienen algún historial problemático. También necesito saber si hay alguien dentro que pueda ser un posible contacto. —Explicó Dalton, sintiendo que cada palabra era un paso hacia la verdad.—Voy a mover algunas piezas por aquí. No te preocupes; conseguiré lo que necesitamos. —Dijo Moscú con confianza. —Te mantendré informado.Dalton colgó y sintió una mezcla de alivio y ansiedad. Sabía que ahora tenía el apoyo necesario para seguir adelante en su investigación, pero también comprendía que el camino sería peligroso. A medida que se acercaba a la biblioteca del estado, su mente estab
Alice se sentó de golpe en la cama, sus ojos aún llenos de terror. El sudor perlaba su frente mientras la imagen de Samuel en peligro se repetía en su mente. Justo en ese momento, Mia irrumpió en la habitación, preocupada.—Alice, cariño ¿Estás bien? —Preguntó Mia, corriendo hacia ella y abrazándola con fuerza. —¿Qué pasó?Alice respiró hondo, intentando calmarse.—Tuve una pesadilla… Samuel estaba… estaba muriendo a mis pies y me pedía ayuda a gritos. No podía hacer nada para ayudarlo. —Confesó, su voz temblando.Mia la miró con compasión.—Fue solo un sueño, Alice. No dejes que eso te afecte. Samuel ya está descansando en paz y según la policía no sufrió, lo sabes. Solo es tu mente intentando jugarte una mala pasada. —Musitó la rubia a media voz.Alice asintió lentamente, pero la inquietud seguía latiendo en su pecho.—¿Dónde está Dalton? Necesito hablar con él. —Preguntó de repente al no verlo a su lado, sintiendo que su ansiedad aumentaba.Mia frunció el ceño.—Anoche salió muy ta
Dalton abrió la puerta, encontrándose cara a cara con dos oficiales de policía. Sus miradas eran severas, y la tensión en el aire era palpable. Alice y Mia se acercaron, preocupadas por la inesperada visita.—Buenas días, señores. ¿En qué podemos ayudarles? —Preguntó Dalton, tratando de mantener la calma.Uno de los oficiales dio un paso adelante.—Señor Monroe, hemos recibido información sobre sus recientes investigaciones relacionadas con una agencia gubernamental. Nos gustaría discutir esto con usted. —Dijo el oficial con tono serio.Dalton frunció el ceño, sorprendido por la revelación.—¿Qué agencia gubernamental? Solo he estado investigando algo relacionado con mi hijo. —Respondió Dalton, tratando de sonar inocente.El segundo oficial sacó una carpeta y comenzó a hojear documentos.—Señor Monroe, la agencia en cuestión es una organización gubernamental altamente confidencial. Nos preocupa que la información que ha encontrado pueda estar comprometida o manipulada. —Explicó el ofi
171: Pruebas contundentesCon la información en mano, la familia Monroe salió del almacén, sintiendo que estaban más cerca de encontrar a Samuel y Gabriel. La noche era oscura y silenciosa, y la tensión en el aire era palpable. Dalton, Alice y Mia sabían que estaban entrando en territorio peligroso, pero la determinación de salvar a sus seres queridos los impulsaba a seguir adelante.Se dirigieron a su vehículo y se subieron, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Mientras Dalton conducía, Alice y Mia revisaban los documentos que habían encontrado, buscando cualquier pista adicional que pudiera ayudarles.—Aquí hay una dirección. Podría ser la ubicación de uno de los sitios de reclutamiento de la agencia. —Dijo Mia, señalando un punto en el mapa.Dalton asintió, su mente trabajando rápidamente para formar un plan.—Bien, nos dirigiremos allí. Necesitamos ser cautelosos y asegurarnos de no ser detectados. Si todo esto es cierto, estamos tratando con una organización muy poderosa
Mientras Dalton, Alice y Mia planificaban su misión para infiltrarse en el grupo objetivo, no se dieron cuenta de que alguien los estaba observando. En las sombras de la habitación, una figura emergió lentamente. Era alguien que Alice, Dalton y Mia reconocieron inmediatamente: Lara, la misma que había llevado a cabo el funeral de Samuel y Gabriel, y quien los había reclutado en la agencia.Pero lo que ellos jamás imaginaron era que la Lara que tenían ante sus ojos no era la verdadera Lara. La verdadera Lara se encontraba en la base real, entrenando con Samuel y Gabriel. La mujer frente a ellos era en realidad su hermana gemela, Clara, una némesis de la agencia que había sido rechazada años atrás y que ahora buscaba venganza.Clara sonrió con frialdad mientras observaba a los tres, su mirada llena de determinación y peligro.—¿Lara...? ¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó Dalton, tratando de ocultar su desconcierto.Clara soltó una risa amarga, cruzando los brazos.—No soy Lara. Mi nomb