Entre a esa habitación, como balde de agua fría, cayó en mi el recuerdo de su rechazo… golpeando mi corazón de forma muy dolorosa… Jamás me imaginé sentirme así estando en el palacio. Mi conciencia se nubla ante esa idea aberrante, lo veo moverse con familiaridad por toda la habitación, mientras yo solo estoy sentada en un pequeño sofá… como si nada me pareciera cómodo, me siento como si estuviera en una tierra desconocida. —Alana… ¿te sientes bien? –Isaac se pone de cuclillas frente a mi, el destello en sus ojos detonan el desborde de mis lágrimas. —No lo sé… tal vez estoy cansada del viaje o simplemente necesito ver a mis padres. –deje las palabras entre lágrimas. —Lo encontraremos… Mírame… –colocó su índice en mi mentón para hacerme reaccionar. —No te dejes abatir por nada, hace un momento lo hiciste increíble… eres mi Luna y tienes todo el derecho de dejarlo claro al mundo…. no permitas que nadie te pisotee, porque vales mucho más que ellos. ¡Lo entiendes!Tomó una gran bocana
Mis pies se estremecían de verlos sanos y salvos, me precipité y los abracé a los dos al mismo tiempo, su olor tan familiar, sus esponjosas manos y ese calor del hogar me envuelven después de un largo tiempo. Las lágrimas se deslizaban por mi mejilla, pero no eran de tristeza, sentía una alegría peculiar, la añoranza de una cálida familia. Todos mis sentidos están muy sensibles, no quería empañar aquel hermoso momento con mis absurdas lágrimas, por eso me separe de ellos y seque cada una de ellas, instalando una sonrisa cariñosa en mis labios, sin embargo, su semblante pálido y tenso al mirar el bulto en mi vientre, trajo mucha tensión a mi rostro. Sus ojos inciertos pasaban de Isaac a mi vientre, luego hacia mi y viceversa. Las llamas en mi interior aumentaban como si su mirada fuera combustible inflamable… Trague grueso para no retener un llanto incómodo, las ásperas críticas de otras personas no me interesan mucho, pero su las bendiciones de las personas que me dieron la vida. C
Perspectiva de Isaac… La vi caminar furiosa de regreso al palacio, no podía acompañarla en este momento debo poner todo esto en orden de una vez por todas, aunque se que debo estar a su lado…entenderse con la mirada no pasa con cualquier, pero ese no es el caso de mi Beta Kai, con el cual puedo comunicarme sin decir una sola palabra. Él asiente y rápidamente se aleja para hacer una llamada, del otro lado veo a los padres de Alana, discutiendo viendo quien entra en razon, esa situación me incomoda porque son sus padres y no puedo hacer las cosas tan severas para ellos, pero deberían estar apoyando a su hija y no aquí en el jardín, preocupándose por el futuro de mi hijo…—Isaac… no creo conveniente llevarla a la casa de Kisha… tu hermana aun no entra en razón y no será bueno ponerlas juntas, podrían llegar a planear algo catastrófico. –mire hacia la camioneta donde mi abuelo la metió. —Tienes razón, pero tampoco puede quedarse en el palacio… Presiento que esto traerá muchos problema
La tempestad que había en sus ojos, me hizo retroceder un paso, no estaba seguro en que estaba pensado solo se quedó mirándome, sin mover un pelo. ya no podía con el silencio mortal que había en toda la casa, dado a eso me acercó pero ella se apartó, con una mueca de asco en su temible rostro. —Has traído a esa maldita de regreso… después de haber matado a mi pareja de sangre… te has vuelto loco Isaac. –sus alaridos me tomaron de sorpresa. —Kisha… te había advertido que si él se involucra una vez más, no tendría piedad de él… fui yo el que acabó con su vida… –erguí mi hombros, dejando a un lado los sentimientos de hermano… pose una mirada formidable del Alfa que soy, para tomar control de esta situación. —No… No… No… todo es culpa de esa estúpida… la voy a matar. –Kai intercambio miradas conmigo, al verla como se agarraba los cabellos frenéticos, cayendo una vez más en un ataque de ansiedad. —Calmate Kisha… y aleja esos pensamientos de tu cabeza… Alana no tiene la culpa en nada d
Ya estaba cansado de tantos temas de la reserva… pase por la casa de los padres de Alana, para asegurarme que todo marche bien, desde la calle saludo al beta que custodia la entrada de su casa, agradeci la labor e iniciativa del abuelo, quien los llevó a un lugar seguro mientras intentaba controlar a Kisha, pero ahora han vuelto a su hogar y debo seguir cuidando de ellos, a pesar que rechazan la existencia de mi hijo. Kai manejo de regreso al palacio, baje de ese auto sin despedirme de nadie… Solo tengo una cosa en mente y es fundir mi nariz en el cuello de mi mujer, al entrar a la habitación tomo de sorpresa a Beyota, con la mirada le pedí que se retirara y su eficiencia me da paz. Escuché la regadera encendida, por eso aprovecho para cambiarme y pedir la cena, al verla salir del baño, con gotas deslizándose por su cuerpo muy provocativa, aumenta la sed de mis deseos… levantó la comisura de mis labios, dibujando una seductora sonrisa, al momento de acercarme a ella. Sus ojos casta
Me detuve a unos cuantos pasos de ella, no me interesa que se marche, pero en tan poco tiempo ya la conozco muy bien y sé que algo macabro tiene en mente cuando busca escabullirse sin darme la cara. —No voy a detenerte… porque es la mejor decisión que has tomado… pero eso no significa que voy a permitir que tu hermano venga a alterar el orden en mi manada. –solté con firmeza. —No me voy a quedar de brazos cruzados, después de esta humillación… tendrás tu merecido. –Su testarudo comportamiento, me está sacando de mis casilla. —Te lo advertiré una sola vez… le quite la vida a la pareja de sangre de mi hermana, sin importar su sufrimiento. No te arriesgues a quedar sola tú también… así que por el bien de tu hermano, espero que no toque un pies en mi reserva, porque voy a proteger a mi familia de cualquiera que se atreva a ofenderlos. –me acerque a su cara con una mirada mordaz, para que no le quedara dudas de mi ira. —No le temo a tu amenaza… te arrepentirás cuando dejes
Sentía como mi alma era consumida por las llamas del infierno mientras espera impaciente a que los médicos salieran del quirófano. sostengo la mano de Isaac, porque se que el esta pasando por la misma tortura, desconosco la historia de su familia, pero se que lo unico que le queda son su abuelo y su hermana. Su rostro oculta detrás de su orgullo todo el dolor que está conteniendo en su pechos, quiero ser su consuelo, quiero ser quien le de esa paz infinita, pero mis pies tiemblan ante tanta zozobra. justo en ese momento me abraza para ayudarme afrontar esto de una mejor manera, su responsabilidad afectiva me desarma, acuna mi corazón permanentemente. —Mi señor, ya hemos terminado con la angioplastia del señor Bruce Ronan, necesitará unos días de reposo, pero ya está libre de todo peligro. –anunció un doctor en cuanto salió del salón de operaciones.—Y eso a que se debe… ¿Volverá a pasarle?. –indague sin importarme los protocolos de jerarquía ante el alfa. —No debería volver a rep
El se coloca de cuclillas frente a mí, posando sus fornidas manos sobre mis rodillas, me sentía tan sensible que no pude contener las lágrimas a raya, estas comenzaron a salir incluso aunque tenía mis ojos ocultos con los dedos, ya me estaba sintiendo avergonzada, porque lloraba como una niña sin consuelo. —Dejo que llores, porque se que no ha sido nada fácil nuestra encrucijada con esos animales… pero ya no debes de temer porque no existen más y yo voy a permanecer siempre a tu lado, para cuidar de ti y de mi hijo. –el temple de su voz, tenía un matiz pacifico… —Ahora lo sé y a tu lado me siento protegida… pero no puedo olvidar, como personas perdieron la vida tratando de protegerme, como olvidar tanto daño que me hizo Damian… aunque lo he superado gracias a ti… Es algo que quedará grabado en mi mente para siempre, sin importar que esté muerto. —No entendía porque me sentía tan pésimo, por que recordaba aquellas cosas tan aberrantes. —Alana te prometo que dedicaré cada unos de