Linda corrió desesperada buscando llegar a la casa, la luz alumbraba la entrada, subió los escalones con apuro y al llegar a la parte superior chocó con un firme cuerpo. Dirigió la mirada a aquel hombre para disculparse.
-¡Saúl!- susurró.
-Cariño, ¿qué sucede?
-Nada, solo que. . . hola Rubén.
-Que placer Linda. . . ¿Te encuentras bien?
-Sí. . . iba en busca de una copa.
-¡Vamos!- respondieron los dos hombres al unísono.
Después de beber y conversar por largo rato, las parejas comenzaron a amontonarse en la pista de baile, Saúl la miró y sonrió.
-Sigue en pie mi propuesta de bailar contigo toda la noche- le susurró al oído, ella se ruborizó y sonrió.
-Bueno, creo que iré por otra copa, para que los tórtolos puedan besarse a sus anchas- dijo Rubén poniéndose de pie y marchándose, Saúl rió se puso en pie y le extendió una mano.
-No hay nada que contenerse más detective. . . – le rozó los labios tentándolo- se acabaron las noches inocentes a mi lado- dijo antes de besarlo.Saúl tembló ante sus palabras.-Linda, cariño. . . no quiero que te sientas comprometida, ni que cometas algo que luego sientas un error.-El error ha sido mantenerte a distancia hasta ahora- dijo entre beso y beso- no quiero seguir así- le besó la mandíbula con ternura- te necesito- fue casi un ruego.-¿Estás segura?-Nunca, en toda mi vida he estado más segura de algo. . . deseo sentirte con cada milímetro de mi piel- susurró junto a su boca- y si no es ahora, me volveré loca- Saúl ya no pudo contenerse la besó, luego la elevó en brazos y se dirigió a la habitación.Al cruzar el umbral de la puerta de la habitación, la dejó en el suelo sin despegar los labios de su boca, besándola con anhelo, deseando estar en la profundidad de su s
Linda se estiró en la cama buscando desperezarse del sueño, la sabana se deslizó con delicadeza sobre su cuerpo desnudo y ella sonrió ante el contacto, su cuerpo aún estaba sensible por las caricias que Saúl le dedicara a lo largo de la noche, no se había equivocado Saúl la amaba y ella estaba dichosa por ser bien correspondida, por contar con su apoyo y su protección. Abrió los ojos, la habitación estaba a oscuras, las gruesas cortinas estaban corridas brindándole protección de la luz solar, ella sonrió sin duda Saúl era el hombre más considerado que había conocido, la habitación estaba iluminada por algunas velas, se sentó sobre la cama y sonrió, toda ésta estaba cubierta de pétalos de rosas rojas, hasta el suelo estaba cubierto de pétalos, se sintió feliz y consentida. . . ¿Acaso existía un hombre más maravilloso que él?. . . era afortunada de tenerle.Saúl terminó de preparar el desayuno, lo colocó sobre la bandeja y agregó un par de rosas, se disponía
-No quiero presionarte preciosa, pero ya se nos hace tarde- decía Saúl a Linda, la observaba desde la puerta mientras ella daba unos toques a su maquillaje.-Estoy Lista- se giró hacia él con una amplia sonrisa- estoy muy nerviosa.-Estas maravillosa, en cuanto a los nervios, no hay ningún motivo, mi madre te adora casi tanto como yo.-Es bueno saberlo. ¿ y su corbata detective?-Voy a casa de mi madre, decidí prescindir de la corbata- sonrió travieso.-Para ser un hombre que hace cumplir las leyes, es usted un rebelde- dijo riendo feliz.-En ocasiones es bueno saltarse las reglas- le sonrió acercándose a ella- la tomó entre sus brazos, pero cuando Linda descubrió sus intenciones y giró el rostro, en consecuencia el beso fue depositado sobre su delicado
-Usted y yo no tenemos asuntos, señora.-Por supuesto que sí, te dije que hablaríamos de tu sobrino.-Bien. . . entonces hablemos- dijo cruzándose de brazos.-No estoy dispuesta a ir a la cárcel.-Entonces no debió acabar con la vida de Fede- le dijo con odio.-Eso fue tu culpa Linda, solo tu culpa, si no te hubieses metido con mi marido todo esto no estuviera pasando, yo no estaría en estos problemas, sería feliz y Federico estaría vivo.-Eres un ser despreciable. La única que tienes la culpa eres tú, nadie te obligó a arrebatarle la vida así Fede. No malgastaré mi tiempo explicándole cosas que no quiere comprender, pero si le diré un par de cosas; número uno, Marcus tiene tanta culpa como yo en todo esto, y número dos Federico era el más inocente en todo este asunto y te juro que pagarás por su muerte, su sangre demanda justicia, y la tendrá. Juro que l
Cinco minutos después de conocer los resultados, Saúl preparaba una comisión, irían él, Rubén, González y doce oficiales más, podría parecer muchos pero era preferible prevenir ante cualquier situación. Estaban todos reunidos en la oficina de Saúl.-Bien, vamos a casa de los Álvarez, el plan es sencillo, debemos llegar y rodear la casa, no quiero que quede ninguna salida sin cubrir, no quiero que se escape, ha demostrado que a la hora de asesinar no tiene escrúpulos, por lo tanto debemos ser precavidos. Una cosa quiero dejarles claro, no volveré aquí sin traer conmigo al asesino de Federico Alcázar.Después de que Linda se fuera, Margaret se calmó cuando Marcus volvió a su lado. Dos horas más tardes llegó Marcus Jr y juntos decidieron pasar el día en el jardín, el aire fresco les haría bien a todos.-¿Qué tal tu día madre?- indagó Marcus Jr-Muy agitado tesoro, pero nada del otro mundo- respondió sin despegar
Él giró la perilla y abrió la puerta permitiéndole el paso. Ella entró temblorosa pero decidida. En el primer momento no vio nada luego se giró hacia la Izquierda y sus ojos se toparon con una mesa, una silla y una cruel mirada.-¿¡TÚ!? – fue lo único que logró articular al sentir que dejaba de respirar, y sin poder evitarlo se llevó ambas manos al pecho.-Sí. . .yo- respondió sonriendo con una dura y burlona mirada.-No puede ser- gimió Linda mientras lágrimas brotaban de sus ojos- no. . . No puede ser.-¡Por supuesto que puede ser!- Saúl tocó el hombro de Linda, intentando darle la fuerza que ella necesitaba.-¿Confesarás?-Por supuesto detective, sólo esperaba por la presencia de esta mujer, ahora que ha llegado, no ocultaré nada, le diré todo, absolutamente todo lo que quiera saber. Es más, le daré detalles de cómo Federico agoni
Meses más tarde. . . Linda se había levantado muy temprano, cuando Saúl aún estaba en la cama y le había preparado un rico desayuno. Amaba cocinar para él, el ambiente de felicidad que irradiaba la casa, ella se sentía plenamente dichosa, largos meses habían transcurridos desde que capturaran a Marcus Jr, aquella había sido una etapa extremadamente dura, y en todos esos meses era mucho lo que había sucedido.Se había casado con el gran amor de su vida, ahora era la Señora Morgan y se sentía muy feliz sin duda Federico sería dichoso al verla sonreír como nunca.Se sentó en una alta silla en la cocina, con una taza de té en las manos, cerró los ojos y se permitió recordar un poco.Había asistido al juicio de Marcus jr acompañada de Saúl, Lisa y Luis Francisco, así como los abuelos maternos y paternos de Fede. Marcus logró conseguir unos
-Cariño, Marcus Jr ha muerto.Linda se sentó de golpe en la cama y se llevó ambas manos al pecho.-¿Qué dices?- gimió- ¡Eso no puede ser!-Lamentablemente lo es.-Pero. . . ¿cómo? – se sintió muy mal, entristecida por Margaret y Marcus que habían perdido a su hijo. Claro que Marcus Jr no era su persona favorita en el mundo, pero aun así jamás le hubiese deseado que muriese tan joven, era otra vida cercenada.-Me dice Rubén que hubo una riña de reos dentro del centro penitenciario.-Pero. . . ¿estuvo involucrado?. . . ¿Qué sucedió?-Los oficiales, custodios del centro dicen que no hubo informes de que él estuviese herido o de que hubiese participado en la reyerta.-¿Y entonces?- pre