Miguel jadea por los besos ardientes de Abril. Aquella mujer, tomaba lo que se le apetecía de un sólo tirón, no es mujer de andarse por las ramas, ella va directo a lo que quiere. Y eso le quedó claro a Miguel en el momento en que lo abordó en el coche cuando la llevaba a su casa, y aún más, le quedaba en claro ahora sus perversas intenciones.Abril Rowling toca su cuerpo como una amante experta, sin amedrentarse. Miguel furioso, por lo que escuchó de James y la pequeña mentirosa, le devuelve los besos con la misma intensidad. Su cuerpo comienza a reaccionar, su miembro comienza a erguirse producto del toqueteo. Se detienen unos segúndos para respirar, ambos con la respiración acelerada. La mujer nota el bulto en los pantalones del chofer, con sonrisa maliciosa ella se coloca a horcajadas sobre él para sentirlo. Su entrepierna se humedece al sentir el grosor de aquel hombre, sus caderas por instinto se mueven de adelante hacia atrás, robándole un gemido gutural a Miguel y a ella ha
Tanto James como Abril se sienten sorprendidos al no haber logrado su objetivo aquella noche. Era increible que todo hubiese confabulado para que de ser una noche prometedora, se convirtiera en una noche caótica. Después de regresar del paseo en yate, Abril va hasta la habitación donde está su empleada para contarle sobre su terrible noche. Ana Isabel escucha la voz que a lo lejos la nombra, era un sueño o estaba muerta. Abre los ojos con dificultad y se topa con el rostro de Abril, se incorpora rápidamente y se disculpa con su jefa. —¡Vaya que tienes una cara de borracha que no te la quita nadie! Ana Isabel se lleva las manos a la cabeza y observa a su jefa. —Lo siento, creo que bebí mucho champagne, no estoy acostumbrada a tomar así. —Por supuesto que no. Imagino, pobre tú tomando algo tan sofisticado, debiste pensar que era una soda. —la respuesta de Abril, es algo pretenciosa y humillante. Pero así era ella, a veces humilde, otras jactanciosa.—Sí, así es —responde parc
—Cuentame, Miguel —le dice Margaret nada más llegar a la cocina. Miguel se sienta un taburete, cola sus manos en la isla, mientras ve a su compañera tomar dos tazas y servir el café— ¿Por qué traes esa cara? El rubio suelta un suspiro con pesar. —No sé ni por dónde empezar —suelta decaído. —Por el principio, ¿no crees? —le pregunta la mujer, robándole además una sonrisa por su forma de hablar. Miguel niega con la cabeza divertido, por unos segundos dejando de lado, todas las sensaciones que azotan su cuerpo y su corazón. Se aclara la garganta y comienza a relatarle a Margaret sin orden alguno, los momentos vividos con la que pensó, era su sugar mommy. Las citas, las salidas, mientras hablaba con ella, en su mente fue tomando fuerza el rompecabezas que aún tenía, hasta finalmente llegar a los hechos del día anterior. Margaret lo mira sorprendida por todo lo que su compañero le cuenta, se levanta, sirve nuevamente café y vuelve a sentarse. “Verdaderamente, Miguel está jodido”
«La vida es una jodida mierda, sí. Es una …». Ana Isabel corta las palabras que piensa. ¿cómo le sucede eso a ella? «Señor, ¿Qué mal te he hecho? Para que seas así conmigo» Implora mirando al techo. «¿Tan mala he sido para que te ensañes conmigo? ¿Por qué jodida mierda no puedo tener una vida normal?» la chica sigue con su discurso interno. Su acción de mirar al techo, le hace fruncir el ceño a James, pero el hombre no le da importancia. James por educación se levanta de su mesa, mira a la chica quién le devuelve la mirada, entre ellos pasa una pregunta silenciosa, a lo que Ana Isabel no le queda más que asentir. James toma la mano de su invitada y camina en dirección a la mesa donde está Abril y Miguel. Miguel en cuanto ve sus manos unidas, suelta un gruñido por lo bajo, su pecho vuelve ser azotado por un resquemor. Los celos están carcomiéndolo, y mucho más conociendo la clase de cretino que es James, lo bajo que es con las mujeres, que por tener dinero cree que todas deben re
Dicen que el destino, es impredecible y realmente parece que así es. Mariah entra al bar, necesita tomar un trago a solas y no tener que pensar en nada. Los encuentros sexuales con los multimillonarios con los que ha estado saliendo, realmente le ofrecen lujos y distracción pero a cambio, ella debe entregarse a ellos y a sus oscuros deseos. No tenía nada que ver con ser escrupulosa, sino que por primera vez, en el tiempo que tiene separada de Miguel, extraña su cariño, la manera en que la consentía, la manera en que me hacía el amor, eso era incomparable con lo catastrófica y vacía que se había vuelto su vida desde que decidió abandonarlo. Si tan sólo tuviese una oportunidad de conquistarlo, sin duda la aprovecharía. Mientras bebé su trago, observa al cantante de la banda que se presenta esa noche en el bar. Inicialmente le parece muy atractivo, pero es pobre, ningún cantante de bar tiene donde caerse muerto. Sin embargo, en repetidas ocasiones, el hombre desde la tarima la obse
Luego de descubrirse toda la verdad de Ana y Miguel, Abril está un poco recelosa, su trato hacia Ana Isabel es estrictamente profesional, simplemente no terminó despidiéndola porque Miguel se lo suplicó y realmente necesitaba de ella. Era una excelente asistente y eso era innegable. Es viernes y Abril quiere un poco de diversión, aunque le encanta el pelirrubio, pudo notar que está perdidamente enamorado de su asistente. Aunque no piensa rendirse en conquistarlo, esa noche prefiere llamar a James y pasar una noche exquisita con su amante. Por momentos, Abril piensa que James es el hombre perfecto para ella, claro si por un momento dejara de ser tan ególatra y mujeriego. De lo demás no tiene quejas, es un excelente empresario, por lo que no estará con ella por su dinero, es el más apasionado de los amantes cuando tienen sexo y es indiscutiblemente apuesto. Toma su móvil y le marca:—Hello, dear. —Hola, que milagro es ese que la mujer más exquisita del mundo osa llamarme. —No
—Abril, Estefanía se niega a grabar el comercial para la nueva campaña —dice el jefe de producción audiovisual a la impetuosa mujer. Ana Isabel está en la sala de juntas a la izquierda de su jefa. La asistente tiene la mirada en su iPad anotando todos los puntos que se están concretando en esa reunión. —¿Qué quiere Estefanía? —pregunta Abril, guardando las apariencias, nadie de su equipo sabía lo sucedido el fin de semana. Ana Isabel levanta la mirada y frunce el ceño al escuchar el nombre de la esposa del amigo de su jefa. Esa semana para ella fue muy reveladora, descubrió que la esposa de James trabajaba para Abril, en su cabeza no podía procesar como siendo amigas, su jefa se metió con James. Es como si de pronto uno de los amigos especiales de Lauren, le comience a gustar y esté con él. Aquella idea era tan … Descabellado para ella. —Me llamó el manager de Estefanía, quiere cerrar contrato con Redline —vuelve hablar el jefe de Producción audiovisual—. Estefanía no quiere
La vida a Miguel lo volvía a golpear, le tocaba empezar de cero otra vez. El pelirrubio decaído por los últimos acontecimientos en su vida, ingresa a su antiguo taller, ese que le alimentó el hambre durante muchos meses y el que costeó los caprichos de Mariah. Miguel mira aquel polvo que tapiza todo el lugar por el tiempo que estuvo sin ir a darle una limpiada, a pesar de no quedar lejos de su casa, al cerrarlo se olvidó de su existencia. Al estar de nuevo desempleado tuvo que recurrir al lugar donde fue feliz haciendo lo mejor sabia hacer, reparando autos. Ese día Miguel se dedica a la limpieza de su taller, para abrirlo nuevamente en cuanto tuviese todo en perfecto estado. James, le reconoció los últimos días de su trabajo y le realizó el pago, con lo que llenó la despensa y compró materiales para aquel taller. En la noche su móvil se ilumina con una llamada de Mariah, la cual desvía. No quiere saber nada de ella, de la única mujer que desea saber algo, no quiere verlo ni en p