DOBLE VIDACuando llegas a la universidad te das cuenta de que no era lo que pensabas cuando estabas pequeño, yo solía jugar con mis amigas e incluso con niños que ni conocía, a medida que iba creciendo también anhelaba ser mayor para ir a una universidad. Quizá porque tenía la imagen de la típica universidad que te venden las películas, con un ambiente muy bueno.Pero cuando ya estás en la realidad te das cuenta de que mejor era quedarse en la edad de niña. A medida que fui creciendo también se quedaron muchas cosas que ya no volverían a pasar, quizá por eso era un poco callada, pero al fin y al cabo es que me gustaba como era.Portland era una universidad de prestigio en donde habían muchos estudiantes de diferentes posiciones sociales al igual que intelectual. Era una universidad con una estructura colonial, que cuando llegabas de inicio podías ver lo colosal que era, tanto así que daba la apariencia de un castillo. Cuando entrabas por el portón principal te topabas con un lobby ll
MARCOSAbrí los ojos de golpe, sentí cómo mi respiración estaba agitada y un poco entrecortada. Mi cabeza dolía demasiado así que me llevé las dos manos a mi frente y la apreté. ¿Qué había pasado? Levanté la vista, me di cuenta de que estaba tirado en el pavimento cerca de la casa de Silvia. Mis pantalones estaban medio rotos y mi camisa era blanca, sucia. Me puse de pie con dificultad, observando para todos lados. ¿Qué hacía aquí? Era de tarde al parecer, a lo lejos veía el sol ocultándose. Busqué a alguien cerca, una persona, pero no había nadie. Giré para mirar la casa detrás de mí: era bastante grande, de dos pisos, color verde. Afuera habían unos escalones para llegar a la puerta de entrada y en el jardín habían girasoles plantados allí. Conocía la casa, era la de Silvia; pero ¿en qué momento llegué aquí? No lograba recordar nada, no recordaba haber caminado hasta aquí, no recordaba. Quizás me había emborrachado en el día y por eso no recordaba del todo; solía pasarme seguido.
SILVIA —¡Silvia ! —escuché que alguien me llamó. Iba saliendo de mi última clase. Volteé a ver al susodicho: Damián . Damián llega y me sonríe como tonto. —Damián —lo saludé, terminé de meter mis cosas al bolso y salí a los pasillos. —¿Cómo estás, Silvia ? —me pregunta detrás de mi. Damián era un poco bajo, su pelo era rizado en negro y usaba lentes. Él siempre me seguía desde que tengo uso de razón. Es decir, creo que nunca me supera. —Supe lo que le pasó a Max. Es triste. —Ya lo sé —le respondí para no ser descortés. A lo lejos noté a Emma, caminaba hacia la salida con un libro en sus manos. Noté que chocó con un grupo de chicos haciendo que su libro cayera al piso. Los chicos solo se rieron de ella y ni siquiera le habían recogido el libro. De pronto sentí como un dejà vú, me miré a mí y a Max, él me había tirado mis libros sin querer pero ni siquiera se había tomado la molestia de recogerlos. Sacudí mi cabeza y alejé esos recuerdos de mí porque ya no valían nada. Ahora
MARCOS CONFUSIONESEntre tanto correteo que hacía como loco llegó un momento en el que me detuve y me aconsejé a mi mismo: —¡Vamos Marcos, cálmate! —exclamé con voz apaciguada—Siempre has salido de todos tus problemas y este no será la excepción.Aunque claro, el estar muerto no creo que tenga solución. El haber sido capitan del equipo me había servido en mi personalidad, ya que siempre estaba animando a mis amigos pero esta vez no me lo estaba aplicando a mi.Levanté mi rostro de manera como lo hacen los valientes y me dirigí nuevamente a casa, ya las cosas estaban así y tenía que aceptar que yo ya no estaba entre todos mis conocidos.Llegué a casa, habían muchos autos, noté que estaban los de mi grupo más cercano en la universidad. Había un autobús, distinguí los colores pues era el que ocupábamos cuando teníamos juegos fuera de la universidad.Me adentré más, en la recepción había un enorme cuadro donde estaba levantando el trofeo más reciente que había ganado, me dio nostalgia
11:00 de la noche.Seguía tratando de entender por qué todos estos chicos estaban festejando de esta manera si su mejor amigo había fallecido.A lo mejor la mayoría de estos chicos están mal de la cabeza, pensé.Además lo que acabo de presenciar fue perturbador, el hecho que Damián hiciera ese gesto me llamó la atención, inmediatamente relacioné ese gesto con lo que le había pasado a Marcos, pero...¿Por qué Damián lo haría? ¿Qué tiene que ver Damián con Marcos?Me alejé de donde estaba, porque la verdad ese chico me estaba asustando cada vez más, primero en la forma que aparece y ahora apuntándome con sus dedos en forma de pistola.La música no paraba, se escuchaba aún más fuerte que al principio, las parejas besándose y toqueteándose, yo me dirigía hacia el termo buscando una botella de agua, observé que solo habían cervezas, pero yo no tomaba.Comencé a rebuscar entre todas esas botellas y nada que encontraba la botella de agua, cuando de pronto sentí dos toques en mi hombro.¡No p
MARCOS Desperté con la esperanza de que todo había sido producto de una mala pesadilla. Estaba tirado en el piso de la habitación de Silvia a; lo cual me pareció muy extraño que estuviera aquí. Me reincorporé, dándome cuenta de que no había sido una pesadilla sino la triste realidad. Silvia no estaba en la habitación, así que bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, ella estaba allí sola, tiraba los restos de su desayuno en el cesto de la basura. Dejó el plato en el fregadero y salió, atravesándome. Me sentí extraño que hubiera hecho eso. Pero de todas formas la seguí, quería ver qué es lo que hacía. Según escuché hoy me iban a enterrar. Un extraño sentimiento se apoderó de mí: tristeza, ira, impotencia. Me sentí impotente porque quería salir de aquí, quería volver a mi cuerpo. También sabía que Silvia era mi respuesta. Había algo que me había traído frente a su casa la primera vez, había algo porque hoy amanecí en su cuarto sin siquiera recordar cómo había venido aquí. Lo únic
¡Ring! ¡Ring!Abrí mis ojos somnolienta y miré el despertador:5:00 amApagué ese maldito despertador, ese horrible sonido no me dejaba descansar, además mi cuerpo aún no se había recuperado así que pensé que me perdería la primera clase para descansar un poco más.Me dormí nuevamente. ¡Ring! ¡Ring!—Pero, vamos ¿no te cansas de estar molestando cada mañana?— le grité al despertador.Miré que ya eran las 9:00 am.Comencé a estirarme en la cama, me llevaba la mano a la boca mientras bostezaba, me sentía un poco mejor.No era para menos, tuve una noche que pareció película de terror. Acomodé la almohada para comenzar a analizar las cosas que había visto y escuchado, tenía que al menos hacer un esquema de cómo se estaba tornando la situación.En primer lugar Travis, Laura y Nathaly están metidos en algo extraño, pensé para iniciar; Y en segundo lugar también está Damián. —¡Damián!—Exclamé un poco sorprendida.Este chico toda la vida que lo he conocido ha sido un simple Nerd, ni siqui
—¿Por qué haces esto? —Emma se acomoda sus gafas y me mira tímida. —¿Qué tiene de malo? —me encogí de hombros. Afuera, sentadas en la banca, veía pasar a Daphne a lo lejos; ella hablaba con Travis. Achiqué los ojos en su dirección mientras también le ponía atención a Emma. —Es solo que me defendiste de Daphne y ella es... —ladea su cabeza de un lado a otro. Al parecer ella le tiene mucho miedo— Bastante intensa. En especial cuando alguien la reta. —Créeme: Daphne es uno de mis menores problemas ahora. —Gracias de nuevo. —Emma hizo el amago de levantarse, pero la detuve. —¿Si? —ni siquiera sabía por qué lo había hecho, así que la solté: —Nada. Ve tranquila. Ella me dio una ultima sonrisa para después irse. Daphne y Travis seguían hablando; respiré profundo y tomé mi teléfono celular. Tenía dos llamadas perdidas, las dos eran de un número desconocido. Seguramente era el mismo que me había llamado hace días. Me puse de pie y me dirigí al salón. Cuando salí de la universidad no mir