Valentino.
Logro dormir seis horas, no me apetecía cenar, así que hoy necesito un buen desayuno.
—Sammy, trae algo de la cafetería para mí por favor, no olvides mi café. —paso a su lado.
Me da un saludo militar, y se va como un bólido hacia el ascensor.
—Buenos días, amigo —Fabrizio entra a mi oficina mientras estoy acomodando mi portafolios para organizar la reunión con Constantin Williams—, ¿lograste descansar? —asiento— ¿Desayuno?
—Sammy vendrá pronto con lo que le pedí para desayunar.
—Me alegro —teclea en su celular.
—Estas informando a Diana y Virginia ¿cierto? —Asiente en respuesta—, no voy a caer, tranquilícense, por favor.
—Te amamos, y sabemos por lo que estás pasando. No te molestes, amigo.
Valentino.El taxi se detiene en el hospital donde está internada, dudo en entrar, no sé si seré capaz de controlarme para no matar a Caín, «promete por mi bebé que no irás a buscar a Caín», se repite en mi cabeza la promesa que le he hecho a Virginia. Su bebé es mi sobrina o sobrino, no voy a ponerla en riesgo rompiendo una promesa que le hice a su vástago.Me quedo mucho tiempo fuera del hospital, dando vueltas, decidiendo qué hacer, al final, en mi debate el ganador es el que me dice que debo entrar.Camino a paso lento hacia la recepción, Caín no debe saber que estoy aquí, ni mi hermana tampoco, necesito hacerlo sin que ella se entere, si esto no sale bien, no quiero que se vuelva a decepcionar de mí.Cinthya, siempre fue una perra egoísta, en la universidad era una promiscua y a Katherine, no le import
Kathy.Miro mi reflejo en el espejo, muestro una sonrisa que no ilumina mis ojos, una sonrisa fingida que hace casi ocho meses llevo puesta en mi rostro. Ver a Valentino alejarse después de bailar esa única pieza me es muy doloroso, ese beso se sintió tan a despedida, como haber hecho el amor después de tantos años, aun siento su aroma en mi piel, sé que es imposible, pero, lo siento en mí.Cuando Caín, se enteró de que regresaba de un viaje donde también estaba Valentino, perdió los estribos, nadie se lo dijo, yo misma se lo grité con orgullo en su cara, quería restregarle que hiciera lo que hiciera no me tendrá completa, que mi mente, mi cuerpo y mi corazón le pertenecen a Valentino Fontaine.Pagué caro por eso, me empujó escaleras abajo, me aferré a la mochila que traía conmigo para amortiguar u
Valentino.Mi celular suena notificando una llamada.—El único plan que tengo es el que llevo a cabo hace un par de meses. —¿Qué necesitas? —pregunto a Cinthya detrás de la línea.—La fiesta de compromiso oficial, donde se anunciara la fecha exacta para la boda será dentro de dos meses, en la casa del hijo de perra, necesito entrar.—Caín nos conoce, no podremos entrar.—Es por eso que necesito de tu amiga, la dueña de Many Company.—¿Diana? No, no quiero que la metas en lo que sea que estés pensando, está embarazada y no voy a ponerla en riesgo ni a ella, ni a mi sobrina.—No estarán en riesgo, deja la paranoia. Lo único que necesito de ella es que me presente a Santiago.—¿El hijo del teniente Mendie
Valentino.El viento sopla dando al ambiente un sentimiento de nostalgia. Me bajo del auto y acomodo mi abrigo. Es una tarde oscura, el sol se está ocultando y el cielo se torna naranja, mi estado de ánimo no es el mejor en este momento. Cierro los ojos unos instantes y saco un suspiro un tanto cansado. Camino hasta llegar a su tumba, en la lápida se lee.Como una profunda nota musical penetró en mi fantasía, la noción de que La tumba, debía ser el lugar del más dulce descanso.Siempre le gustó la lectura, esa es una frase de uno de los cuentos de Edgar Allan Poe.Su humor lleno de sarcasmo, sus bromas, su risa, sus consejos los llevo siempre conmigo.La extraño.Y es que siempre fue muy ocurrente, después de mi madre fue otro amor de mi vida.—Hola, mejor amiga —acaricio la lápida
Cinthya.Acaricio con suavidad su cabeza, le gusta que lo haga mientras la recuesta sobre mis piernas, estoy sentada en la oficina, no tuve más remedio que traerlo al trabajo porque debo llevarlo a que le hagan un chequeo.Uno de los empleados toca y tras escuchar mi autorización para que entre, lo hace, su cabeza que reposaba debajo de mi caricia se levanta y se pone en guardia con un gruñido.—Tranquilo, cariño, es amigo —tranquilizo a mi american Bully XL negro y se vuelve a recostar más relajado después de escuchar mi voz.Lo tengo desde hace un par de años, lo encontré abandonado en una alcantarilla bajo una lluvia torrencial, casi se lo llevaba la corriente pero se aferró a una rama, no me pregunten como fue que vi el pequeño bultito negro, solo salté del auto que conducía mi hermana y tras sus reproches, me subí d
Cinthya.Dos días sin ver la luz del sol.Frente a mí, en el piso, yace una bandeja con una porción de comida y a su lado un vaso con lo que deduzco es agua. La única porción de comida de ayer y la única de hoy.El primer día encerrada en este lugar oscuro no comí, solo tomé agua, un gran error, aunque al terminar de tomarla me sentí mareada, por lo que supongo pusieron algo en el agua, ahora que tengo la seguridad, quizás en la comida de hoy también pusieron algo, así que me debato en comer o beber.Si no lo hago moriré de hambre y si lo hago podrán hacer conmigo lo que quieran. Sé que me observan como hienas, como aves carroñeras, son dos hombres, ahora con ansias de poseerme, de ultrajarme, de violarme.Cuando tomé el agua fue cuando sentí el malestar, no esperando que hiciera efec
Solo veo como la cabaña explota en miles de pedazos y tengo que correr como nunca en mi puta vida lo había hecho.Golpeado, despeinado, mi camisa y pantalón de diseñador están arruinados, lleno de sangre, de mi sangre y de otros tipos que golpee y me golpearon como nunca en mi vida, no disparé el arma, no tuve el valor de asesinar a otro ser humano a diferencia de Alessia y acompañantes, quienes sin temor o piedad disparaban a matar, disparos certeros en la cabeza o corazón, golpeaban sin piedad y es que la cabaña estaba llena de criminales, y no, no me cagué, pero estoy de rodillas temblando, la adrenalina se ha ido de mi sistema y ahora tiemblo como un condenado chihuahua.Una cabaña de dos pisos con un sótano era donde tenían a Cinthya.Lo último que escuché fue al alemán gritar «Idara perdió la cordura de nuevo, corran
La angustia me está matando.—Katherine jamás me perdonará lo que hice.—No tenías ni la más mínima idea de lo que Montenegro haría, papi, deja de echarte la culpa por cosas de las que no tienes ningún control.Virginia, entra justo después de quedarme solo en Fontaine, Diana, está en video llamada con nosotros, ya que no puede salir porque la bebé aún se está recuperando de su salida prematura y no quiere arriesgarla.—Vir tiene toda la razón, parece cruel, pero Cinthya, no te dio toda la información para que estuvieras más alerta y no la culpo, eso sí sería cruel, solo digo que tú no puedes hacerte responsable por algo que ignorabas, ahora ve a esa iglesia y rescata a mi asistente, por favor, que las asistentes de los gemelos están por volverse locas.—Aun así,