¿Qué pasó?

Estrella frunció el ceño, algo no le parecía bien y le dio un vuelco el corazón. Reaccionó con rapidez y se agachó al otro lado de la sala privada, aprovechando la oscuridad para ocultar su figura.

Teniendo la oreja pegada al lateral de la sala, y la situación dentro era muy caótica, con todo tipo de ruidos, tendrían que estar peleándose, si no, no habrían hecho tanto ruido.

Estrella estaba observando y no se apresuró a entrar.

Al cabo de un rato, una persona salió del interior.

Estrella entrecerró los ojos y vio que era Águila Roja, estaba malherida, la sangre se extendía desde la sala hasta el pasillo, salió a trompicones, cubriéndose el pecho y mirando con recelo a su alrededor para asegurarse de que no veía a nadie más antes de dirigirse a la puerta trasera del club.

Estaba situada la barriada fuera de la parte trasera del club, generalmente, nadie pasaba por allí por su entorno sucio.

Estrella había consultado el mapa del club antes de llegar aquí, y su memoria era excelente, podía recordarlo una vez que lo había visto.

Se dirigió en dirección contraria a Águila Roja, le iba a esperar en el camino que debía tomar.

Águila Roja se alejaba cada vez más del club y pensaba que se había escapado y estaba en un sitio seguro. Antes de que pudiera respirar aliviado, vio una persona que llevaba un largo vestido rojo, estaba de pie frente a él a contraluz. No era capaz de verle la cara claramente, pero vislumbró su buena figura y las piernas largas y rectas en la oscuridad.

Por la figura estaba claro que era una belleza real.

Águila Roja no tuvo otros pensamientos obscenos, tampoco reconoció que la persona que tenía delante era la temida mujer de la organización, todos los miembros tenían miedo de ella.

Estrella ocupaba una posición tan especial en la organización que toda la información sobre ella era altamente confidencial, y no era accesible a los miembros ordinarios, incluso Águila Roja, solo había hablado con ella por teléfono. Así que ahora Águila Roja veía a la persona que tenía delante como una mujer común.

Tosió levemente mientras un dolor se agudizaba en su pecho y dijo fríamente: —¡Quítate!

Estrella levantó un mechón de pelo del hombro, revolviéndoselo con la punta de los dedos, mientras dijo con ligereza: —Águila Roja, después de tanto tiempo huyendo, ya es hora de rendirse, ¿no?

El tono familiar de su voz hizo que las pupilas de Águila Roja se estremecieran y su rostro palideciera mientras la miraba fijamente. —Eres… —antes de que pudiera terminar sus palabras, Águila Roja seguía retrocediendo y, al ver que Estrella se alejaba, se dio la vuelta y huyó directamente.

Estrella suspiró mientras movía los dedos e inmediatamente dos orbes de cristal unidos aparecieron en su mano, los tocó suavemente y el látigo carmesí salió disparado, enganchándose con presión el cuello de Águila Roja, él se cayó al suelo con un ligero tirón de Estrella, luego emitió un sonido sordo y escupió sangre.

Estrella se acercó lentamente y miró a Águila Roja desde arriba con expresión quieta, como si contemplara un objeto muerto.

En ese momento, varios hombres de negro aparecieron silenciosamente junto a Estrella y lo levantaron del suelo. Estrella volvía a hablar con voz fría: —Ya deberías saber lo que pasa cuando te escapas de la organización, te dejaré libre si consigues salir vivo de la Isla de Soledad.

Águila Roja dio un paso adelante y se arrodilló frente a Estrella, suplicando: —Jefa, me equivoqué, de verdad sé que me equivoqué, solo no me deje ir a la Isla de Soledad, haré todo lo que usted quiera que haga yo.

La Isla de Soleada era un infierno en la tierra, llena de bestias carnívoras e innumerables peligros, y era imposible salir con vida.

Estrella le lanzó una mirada de reojo y agitó la mano, y los hombres de negro llevaron de inmediato a Águila Roja a rastras, y las súplicas de Águila Roja resonaron por todo el callejón, pero Estrella no cambió de expresión.

El que siembra recoge, y Águila Roja merecía ser castigado.