Brillaba una luz en los ojos de Claus, interesándose por la chica de la fotografía.—Encuéntrala y tráigala aquí lo antes posible —las órdenes de Claus tenían alguna urgencia. Inexplicablemente, era interesante para él, no quería soltar a una chica tan divertida, tenía mucha gana de conocerla.Javier asintió con la cabeza y respondió: —Señor, ya es muy tarde, le llevaré a descansar, seguirán los avances de la búsqueda por mis subordinados. Además, el psiquiatra ya está esperando en la casa de la familia Burgos.Claus asintió con la barbilla en respuesta.Javier empujaba una silla de ruedas desde el pequeño almacén que había detrás de él, ayudando a Claus a sentarse, luego, poniéndole una gruesa manta sobre las piernas, y colocó la silla de ruedas hasta el coche. Lo había hecho miles de veces, era muy hábil en ello.Pronto llegaron a casa.En el salón estaba sentado un hombre con camisa blanca, tenía pelo semilargo y un moño en la nuca. Bajo sus cejas había los ojos tan llenos de afecto
—¡Imposible! ¡No puede ser!—Iván negó con certeza, con los ojos muy abiertos: —No me lo creo. —¿Cómo podía resolver su problema de tantos años con una bolsita perfumada así? Al principio, la familia Burgos había buscado los médicos más famosos del mundo debido a la enfermedad de Claus, pero todos eran inútiles, ya ¿le estaba tomando el pelo?La curiosidad hizo que Iván instara a Javier a sacar la bolsita perfumada secretamente, y trató de estudiarla.Javier, que llevaba muchos años con Claus y conocía bien sus costumbres, descubrió de inmediato dónde estaba la bolsita perfumada.Como resultado, Claus, que estaba tumbado en su cama, se despertó en silencio, y sus ojos puros brillaban en la oscuridad, recordaba a una bestia feroz acechando en la selva, estaba lista para abalanzarse y morder la garganta de su presa hasta matarla.Su mirada era tan escalofriante que tanto Javier como Iván sintieron una frialdad al mismo tiempo, era horrible y en ese aturdimiento, la bolsita perfumada que J
Al día siguiente, Claus se despertó con mucho mejor aspecto que de costumbre. Javier estaba a su lado y le contó detalladamente el hecho de anoche.Claus, de pie frente al alféizar de la ventana con las manos a la espalda, asombrado, como si no hubiera esperado que la bolsita perfumada tuviera tal efecto en él. Sin dudarlo , dijo ligeramente: —Bueno....En el hotel, Estrella durmió para recuperarse tras una noche ajetreada.—¡Pum, pum, pum! —Unos fuertes golpes en la puerta la despertaron por completo, apretando los dientes, Estrella luchó contra su rabia para abrir la puerta. Levantó los ojos, y el escalofrío que había en ellos obligó a los tres de la familia Sánchez a dar un paso atrás.¿Cómo podía una chica campesina mostrar tanta majestuosidad?Cuando los vio, Estrella, los brazos cruzados, entrecerró las cejas, volviendo a ser perezosa de siempre, era como si todo lo que acababa de suceder fuera una ilusión.—¿Qué haces aquí?Zared y Hada estaban de pie en la puerta, con Luna Sán
Estrella no prestó más atención a la mente sucia de esa familia, entró en la habitación y cerró la puerta con llave. Luego abrió la maleta, sacó de ella la cámara estenopeica y la mini grabadora, buscó un rincón escondido, instaló la cámara, y la grabadora al otro lado.Al llegar a un sitio tan extraño como este, con otras dos personas, que eran muy desagradable, intentando tenderle una trampa, Estrella tuvo que andarse con más precaución y prudencia. Aunque la familia Sánchez ya no era una amenaza verdadera para ella, se había dejado una salida extra por si acaso.Tras guardar sus cosas, se quitó el polvo de las manos y empezó a ordenar el contenido de su maleta. Una vez ordenado todo, se dio cuenta de que le faltaba la bolsita perfumada.Se miró a sí misma y volvió a revisar la maleta, pero no la había encontrado. Frunciendo el ceño al pensar que esta bolsita perfumada era cosida por su abuela cuando vivía. Era la única persona en el mundo que había sido amable con ella, y lo único p
Todo tipo de sobras como sopa y caldos estaban mezcladas y había unos trozos blancos de carne alrededor del plato.Estrella sintió asco y miró a las tres personas sentadas de forma amanerada frente a ella con caras inexpresivas. —Dicen que la comida del Restaurante Luna de la Ciudad Norte es extremadamente buena, acabo de llegar aquí y tengo muchas ganas de probarla, bueno, ¿cuánto me costaría pedir una?Zared y los demás no pensaban que Estrella fuera tan rica que podía pagarla, sus palabras pusieron nervioso a Zared y también recordó el hotel de cinco estrellas del otro día, que costaba más de 5,000 dólares, y que lo pagaron ellos.Los ingredientes del Restaurante Luna eran productos de alta gama traídos el mismo día del extranjero por transporte aéreo y las bebidas también eran caras, por lo que podía costar al menos diez miles dólares.Si Estrella pedía la comida, tenía que pagar él por ella, le dolía la cabeza solo de pensar en todo el dinero que tenía que gastar para ella, ¡qué d
Estrella tenía un oído excelente, y por unas frases de la conservación entre Hada y Zared aquel día, probablemente, estaba clara lo que Zared tenía en su mente.¿Intentó utilizarla este zorro taimado? ¡Entonces se iba a defender! —Ya estoy en la ciudad, debo ir a estudiar en un colegio, bueno, ¿cuándo se hará el traslado?La mirada de Zared se congeló, luego dijo lentamente, como de costumbre: —No te preocupes, todavía está en trámite. —Para que Estrella no insistiera en el tema, añadió persuasivo: —Es muy difícil de conseguir las plazas de los colegios en Ciudad Norte, así que tendremos que esperar a que nos informen.Zared no tenía intención de enviar a Estrella a la escuela, solo quería llevarla a la familia Burgos lo antes posible, y conseguir el dinero, no era asunto suyo, lo que le ocurriera después a Estrella. Simplemente la dejó en la familia Burgos, sobrevivir o morir, era la cuestión para ella, si ella tenía suerte, podría vivir más de lo que él pensaba. Un dólar menos gasta
Claus estaba sentado en su silla de ruedas, su cuerpo terso y hermosamente musculado apenas visible a través de su camisa blanca. Mirando por la ventana con desinterés, sin fijarse en absoluto en la información que tenía sobre el regazo. Colocó suavemente la mano sobre la carpeta y no la abrió durante un rato.Rosalía estaba tan ansiosa que incluso cambió de postura al sentarse, —Claus, ¿por qué sigues así? No voy a tener un bisnieto antes de morirme, ¿no?La mirada de Claus se retiró de la ventana, no tenía otro movimiento, su voz era tan fría como siempre —Además de mí, tienes más de un nieto, puedes dejar que tengan hijos.Rosalía no soportaba que estuviera tan desaliñado. El pecho le subía y le bajaba de rabia: —Tú eres el nieto mayor, el heredero de nuestra familia, por supuesto, debes ser tú quien asuma esta obligación, ¿cómo me voy a enfrentar tanto a tu abuelo muerto como a la familia Burgos cuando me muera si no tienes ningún hijo? —Rosalía, viendo que no iba a leer la informa
Rosalía se estremeció y se entusiasmó de inmediato, era como si no hubiera sido ella la que acababa de llorar: —Iré a arreglarlo enseguida y te prometo traértela bien vestida —Al decir esto, se levantó y salió corriendo de la habitación, temiendo que Claus se arrepintiera.Cuando volvió a mirarla, únicamente podía ver una espalda lejana.Javier se quedó boquiabierto, nunca hubiera imaginado que su señor podría acceder a este matrimonio. Pero si él estaba dispuesto, ¿la chica también estaba acuerdo? Aunque parecía muy joven, no era una persona ordinaria y obediente por todos sus hechos del pasado....Rosalía estaba bien preparada para el matrimonio, y Zared no tardó en recibir la repuesta de la familia Burgos, justo después de que Claus lo hubiera aceptado.Parecía que la familia Burgos estaba muy satisfecha con Estrella. Zared se alegró mucho de que el mal humor que se había ido acumulando durante días con la llegada de Estrella, por fin, se había aliviado.Finalmente, había una oport