Andrían estaba al borde de la rabia. Estaba furioso, posiblemente había sido engañado por una niña. Se encaminó hacia la casa ancestral y le contó todo a Rosalía.

—Rosalía, de alguna manera, debes darnos una explicación. ¿Cómo hemos permitido queque esto suceda sin razón aparente? Caín también es tu nieto, y ahora está detenido en la comisaría, todo gracias a Estrella. Estoy seguro de que lo hizo a propósito. —Andrían estaba tan enfadado que no podía mantenerse sentado; hablaba de pie, temblando de enojo, su rostro se encontraba lívido, lo que indicaba que estaba realmente molesto.

—Andrían, tengo que llamar a Estrella para que te explique esta situación. ¿Cómo es posible que haya hecho algo así? —Rosalía hizo ademanes como si fuera a llamar a Estrella.

En ese momento, Claus y Estrella ya habían llegado a la puerta.

—Abuela, no hace falta que mellames, ya estoy aquí—la voz de Estrella llegó desde la puerta.

Andrían se dio la vuelta y, al ver a Estrella, se enfureció aún más.

—¿Llamaste