Al día siguiente, Claus acudió a la empresa y convocó una reunión a la que asistieron todos los ejecutivos y accionistas.Cuando Claus entró en la sala de conferencias, Claus observó a Andrés y Andrían y notó que aún mantenían expresiones de orgullo en sus rostros. Frente a todos los presentes, sonrió fríamente y lanzó los libros de contabilidad sobre la mesa frente a Adrián, cuestionándole:—Tío Andrían, tengo varias dudas acerca de estos libros de contabilidad. ¿Podrías explicármelo? ¿Por qué hay tantas discrepancias en los registros?Su voz sonaba fría y amenazante.—Quizás sean solo errores del personal financiero —respondió Andrían fingiendo no tener idea del tema para evitar asumir las responsabilidades.—El déficit es tan grande y evidente. Creo que estas filiales no deberían continuar siendo una carga para el grupo —dijo Claus con indiferencia.Andrían no esperaba que Claus tomara esa decisión y su rostro cambió drásticamente. Originalmente, había planeado ocultar todos estos p
—¡No podemos aguantarlo de esta manera! —exclamó Andrés.Andrés creía que Claus estaba siendo demasiado arrogante y necesitaba enseñarle algunas “lecciones”. De lo contrario, ese seguiría menospreciándolos y causándoles problemas.—Pero hermano, no podemos hacer nada contra Claus en este momento —dijo Andrían preocupado.A través de acciones anteriores, ya sabían que Claus era muy fuerte y no se atrevían a vengarse directamente de él. Después de todo, habían sufrido muchas pérdidas en los ataques anteriores. Si organizaran otro ataque, caerían nuevamente en la trampa de Claus. No podían correr esos riesgos en este momento.—También lo sé muy bien. Dado que no podemos vengarnos de Claus, sería una buena idea empezar con la chamaca pueblerina. Dicen que ella es muy importante para él, ¿verdad? —propuso Andrés con desdén.¿Acaso realmente no tenían ninguna manera de vengarse de él? La chamaca era su punto débil, ¿cierto? Ya que la apreciaba tanto, podrían hacerle saber la amargura de ver
Después de empujarla dentro del coche, uno de los hombres sacó una toalla y le tapó la boca y nariz desde atrás. El olor era penetrante.Estrella supuso que la toalla estaba humedecida en un coctel diluido de drogas tranquilizantes.Solo estaban secuestrando a una muchacha de preparatoria, ¿por qué emplear una acción tan cuidadosa y vil?En realidad, su mentor la había entrenado para contener la respiración por largo tiempo y evitar este tipo de situaciones, por lo que no inhaló nada del tranquilizante. Sin embargo, decidió fingir estar inconsciente para observar el verdadero propósito de estos hombres.Ya había pasado mucho tiempo desde la hora de la salida de la escuela. Sin embargo, el chofer seguía esperando a Estrella en el auto. Estaba un poco confundido, ya que normalmente, si Estrella tenía algún problema y llegaba tarde, le habría informado con anticipación. Pero hoy no recibió ningún mensaje al respecto, así que continuó esperándola en el lugar de siempre.Casi una hora desp
En realidad, el chofer no era culpable en lo absoluto, por lo que Claus solo le ordenó que investigara a fondo a las personas que estuvieran cerca de la escuela, para determinar si tenían alguna información útil.Tras finalizar la llamada, la expresión de Claus era fría y sombría.Javier nunca había visto a su jefe tan serio, así que preguntó con mucho cuidado:—Jefe, ¿qué pasa?—El chofer no ha encontrado a Estrella. Ve y revisa las grabaciones de vigilancia cercanas a la escuela. ¡Tengo que saber quién se atreve a secuestrar a mi prometida! —ordenó Claus fríamente.Rara vez se enfurecía, pero en ese momento emanaba un aura muy peligrosa y amenazante.Javier sintió un escalofrío y respondió inmediatamente:—Como mande usted, jefe.Claus sabía que Estrella no desaparecería sin informar a nadie con anticipación. Siempre se comunicaba si llegaba tarde, para que el chofer no la esperara tanto tiempo. La única explicación era que alguien se la había llevado.Claus intentaba insistentemente
Estrella fue llevada a una fábrica abandonada que estaba llena de dispositivos viejos cubiertos de polvo, como si hubiera sido abandonada desde hace mucho tiempo.Al salir del coche, Estrella fue arrojada al suelo.Aunque mantenía los ojos cerrados, prestaba atención a los sonidos que la rodeaban. Parecía que otros hombres habían llegado en otro coche y ahora estaban en la habitación contigua.Había varias personas, pero solo dos guardias la vigilaban. Quizás pensaron que, al ser una jovencita delgada, no representaba una amenaza, por lo que hablaban delante de ella sin ningún reparo:—¿Quién nos encargó esto? Solo teníamos que secuestrar la chamaca, y ¿por qué han venido tanta gente? No era necesario… —dijo un hombre gordito con dudas.Observó a Estrella de nuevo y confirmó que era simplemente una chica muy delgada. En su opinión, era un desperdicio movilizar a tanta gente.—Eso no es asunto tuyo. Solo debes hacer el trabajo y ganar tu dinero — respondió impacientemente otro hombre al
Al abrir los ojos, Estrella mostraba una expresión de temor y fingía estar muy asustada. Incluso gritó al ver a los hombres corpulentos que estaban frente a ella:—¿Qué quieren hacer?Considerándola una chica sin fuerzas para enfrentarlos, los dos matones no prestaban atención a los pequeños movimientos de Estrella. Continuaban acercándose a ella, sin ocultar su codicia y lujuria.Estrella retrocedía constantemente, aparentando estar aterrorizada y les preguntó con una voz temblorosa:—¿Quién les encargó la tarea de secuestrarme? ¿Y qué quieren hacer ahora? ¡Ni siquiera los conozco!Los corpulentos respondieron sin rodeos:—Si puedes servirnos bien, te diremos la verdad…Dicho esto, rieron burlonamente, como si se mofaran de la inocencia de la chica.Estrella apretó los labios.En realidad, no quería enfrentar a esas personas. No había ofrecida resistencia alguna solo para saber quién la habían secuestrado. En realidad, esos matones no tenían la habilidad para enfrentarla, ni eran dign
Ellos eran los guardaespaldas de alto nivel asignados por su mentora, la señora Galve, para protegerla. Habían sido entrenados por su instructora y eran auténticos poseedores de habilidades destacadas en el arte de las peleas de calle. Aunque todavía eran inferiores en comparación con Estrella, ya habían superado a Héctor.Por lo general, la acompañaban en secreto y solo aparecían cuando Estrella se encontraba en peligro. Rara vez Estrella podía verlos, pero estaba consciente que siempre estaban alrededor, ya que su misión era protegerla.Cuando aparecieron y vieron a Estrella, la saludaron respetuosamente afirmando con la cabeza. Estrella también respondió con un sutil gesto de cabeza.No hubo más palabras, y sin dudarlo comenzaron a pelear con los matones.En realidad, esos matones carecían de profesionalismo en la lucha y demostraron ser incompetentes en comparación con ellos, que habían sido entrenados de forma profesional. En poco tiempo, los matones fueron derribados en el l suel
Los matones eran conscientes de que la persona que les había encargado la tarea era muy poderosa en la Ciudad Norte, por lo que no se atrevían a confesar la verdad. Sabían que hacerlo, definitivamente solo empeoraría las cosas. En comparación con eso, los azotes parecían más soportables.Después de todo, la que estaba frente a ellos era solo una simple chamaca, no sería tan cruel como las personas poderosas y controladoras.En realidad, Estrella comprendía sus pensamientos y no estaba dispuesta a pasarlo por alto, por lo que aplicaba más fuerza en los azotes, mientras amenazaba:—Piénsenlo bien. Si no me dicen la verdad, ¿creen que podrían salir ilesos de aquí?El dolor de los azotes era casi insoportable y finalmente hubo alguien que no pudo aguantarlo más y gritó:—Yo hablaré, ¡Lo diré!Estrella lo miró fríamente y dijo:—Bien. Habla rápido.El hecho de que estos matones hubieran soportado los azotes durante tanto tiempo, demostraba que tenían una buena resistencia.Sin embargo, ante