Rosalía no expuso las verdaderas intenciones de Fátima, sino que le dijo con cortesía:—Muchas gracias por tus palabras.Al ver que la actitud de la anciana se suavizó un poco, Fátima quiso avanzar unos pasos más y propuso:—Cuando Estrella esté libre, las dos familias podríamos cenar juntas. Así podríamos conocer al yerno formalmente, por cierto.En su opinión, las cosas habían ido viento en popa: cuando conocieran a Claus, podría presentarle a Juan para que hablaran de negocios. Así no tendría que soportar más la mala cara de su suegra Rosa en casa. ¡Llegaría el día en que cambiaría su suerte!—Sobre este tema, tiene que preguntar a Estrella, yo no puedo tomar la decisión. La verdad es que ya soy muy mayor... me canso con solo estar sentada aquí un rato. Ahora tengo que ir a descansar y no puedo atender a nadie —dijo Rosalía, muy decepcionada por las palabras de Fátima, a pesar de que tampoco tenía una buena opinión de esa mujer y ni demasiadas expectativas sobre ella.No quería verl
Rosalía se sorprendió por la calma y la tranquilidad de Estrella, como si la que hubiera venido hoy no fuera su madre, sino una extraña sin importancia.Estrella era una chica inteligente que definitivamente podía adivinar el propósito de la visita de Fátima.—Estrella, Fátima es tu madre biológica. ¿No te sientes decepcionada? Sabes que la familia Burgos ocupa un lugar muy importante en la Ciudad Norte, además, acabamos de anunciar tu identidad en la ceremonia. Tu madre ha venido en ese momento obviamente para aprovecharse de ti y obtener el apoyo de la familia de Burgos. ¿Qué piensas sobre esto? —dijo Rosalía, señalando deliberadamente el verdadero propósito de Fátima.También quería aprovechar de esta oportunidad para informarle que debía mantenerse alerta para evitar que otros la usaran. Después de todo, Estrella era una joven de solo dieciocho años. Debería anhelar el amor de su madre por la consanguinidad.En comparación con Hada, quien siempre actuaba de forma directa, Fátima er
Al decir esto, Estrella miró a las personas que estaban sentadas a la mesa, una tras otra… Se apresuró a corregirse:—Y el cariño de la tía y el tío…Vio a Claus. Sabía que él también la quería mucho, pero se avergonzaba de decirlo en tales circunstancias. Debería entenderla…Yune le dirigió una mirada con desdén y la regañó:—Estás adulando.Aunque la regañó, había una sonrisa en las comisuras de sus labios, lo que indicaba que, en realidad, le gustaban las palabras. A veces, el regaño también podría ser una manera de expresar el amor.Yune y Zamora no tenían sus hijos, por lo que trataban a Claus como si fuera su propio hijo. Cuando los padres de Claus fallecieron, él todavía era un niño pequeño. Por la presión de los asuntos de la compañía, Yune estaba ocupada cuidando a Claus mientras trabajaba, por lo que la pareja no tuvo tiempo para tener sus propios hijos.Ahora que eran mayores, tampoco tenían ganas de tener ninguno. Zamora tampoco tenía objeciones sobre este tema. Amaba mucho
Claus se quedó en silencio por un rato. Luego contestó:—La vida está llena de accidentes y la naturaleza humana es impredecible.Tal vez, al principio, estaban felices cuando concibieron un hijo. Sin embargo, esa felicidad fue borrada poco a poco por las dificultades de la vida y su propio egoísmo. Las personas incompetentes solían descargar su ira sobre los más débiles. Y los hijos eran los que más dependían de los padres, por lo que se convertían en una salida de toda las iras y tragedias de sus padres.No era posible que todo fuera bien en la vida de una persona.A Estrella le parecía que la respuesta tenía sentido y asintió:—Tienes razón, soy afortunada porque todavía contaba con el amor de la abuela. Pero la situación sería peor en otros rincones del mundo, hay muchos niños que fueron abandonados por sus padres o están sufriendo por la violencia doméstica. Son chicos pobres…Cuando las personas de las que dependían se convertían en los que ejercían la violencia, los niños no ten
Estrella no habló más sobre este tema, pero tenía una idea en su mente: quería dedicar su vida a salvar a más niños y ser útil a la sociedad.Con este pensamiento, el corazón de Estrella pareció volverse más firme, porque ya sabía lo que iba a hacer en el futuro. Tarde o temprano, tendría que salir de ahí. No podía quedarse por el cariño que le había dado por la familia Burgos. Aunque había encontrado consuelo y había salido de la sombra ahora, en el mundo todavía había muchos niños que sufrían. No era una persona grande, pero era una persona con deseo de ayudar al más necesitado. Lo que su profesor había logrado hacer, ella también podría conseguirlo. Nadie debería estar destinado a vivir toda su vida en la miseria, ya que los seres humanos son iguales.Una vez que tomara la decisión, no habría vuelta atrás.En cuanto a la abuela y la tía en la familia… eran personas razonables que definitivamente le entenderían.Al pensar en esto, la mente de Estrella volvió a la realidad y se dio cu
Claus bajó los ojos. La luz parpadeante le iluminaba la cara. Se sentía extraño porque por un momento no había tenido claro lo que estaba pensando. Pero era inevitable, una vez que surgió el pensamiento se volvió muy consciente de que su corazón latía por esta chica.Debió haberlo comprendido desde que la conoció. ¿Cómo no sentir nada por una persona tan especial? Era él quien había sobrestimado su propia resistencia y subestimado los encantos de Estrella. Pero al final, acabó actuando según su corazón. En cuanto a las consecuencias, ya se preocuparía por ello más tarde. Al día siguiente era fin de semana y Estrella se quedó en casa. Había un curso de recuperación para tercero de bachillerato, pero para Estrella era casi innecesario, sus notas no requerían de esas clases. Además, durante el examen, el director dio el visto bueno sobre ese asunto, así que el profesor no dijo nada más. Sin embargo, Claus no estaba en casa en este fin de semana tan agradable, sino en el trabajo. Estrell
El mayordomo informó del asunto a Claus.Claus no dijo nada una vez se enteró. Al fin y al cabo, eran los regalos de Estrella y tenía derecho a manejarlo de la manera que a ella le pareciera mejor. Además, ya no se preocupaba por ella, esa niña siempre se salía de la norma. Pensó que a Estrella le faltaba dinero. Al volver por la tarde, Estrella estaba en su teléfono, respondiendo a la gente que quería comprar los objetos. Las fotos de Estrella eran buenas y sus precios justos. Después de subirlas a Internet, mucha gente preguntaba por ellos y hacía encargos. Se sintió aliviada. No había vendido cosas como estas antes y pensó que nadie se interesaría por su regalos, pero iba mejor de lo esperado y esto le dio confianza.Claus estaba ocupado con el papeleo a su lado, pero giró la cabeza para observar a Estrella. En ese momento, sacó de la carpeta una tarjeta negra que había preparado hacía mucho tiempo. Se acercó para entregársela. Estrella estaba concentrada jugando a un videojuego
Para el lunes los regalos de Estrella se habían vendido. Depositó todo el dinero que consiguió en su tarjeta bancaria y luego fue a ver a Héctor a la enfermería. Una alumna tenía dolor de estómago y Héctor le estaba dando una receta. Estrella no entró enseguida para evitar otro malentendido y esperó a que se hubiera ido. Héctor guardó el frasco de pastillas y se sorprendió un poco al ver a Estrella.—Jefa, ¿qué haces por aquí?Normalmente Estrella solo venía los miércoles y los viernes. —Ayúdame a ingresar este dinero en la Fundación Deseos Estrella —puso la tarjeta sobre la mesa. La Fundación Deseos Estrella había sido creada por ella para proyectos de caridad.Héctor asintió y tomó la tarjeta. Luego preguntó en tono de broma:—¿De dónde sacaste tanto dinero?—Lo conseguí vendiendo regalos de cumpleaños —contestó a la ligera. No planeaba ocultarlo.Héctor comprendió.—Esto cuenta como una buena acción para ganarse el cielo por parte de los que tienen dinero. Habiendo tanta gente ri