Hasta ese momento, Estrella no se había dado cuenta de que Claus todavía no le había dado su regalo de cumpleaños.Al principio, no le importaba mucho, porque la ceremonia ya había sido un gran regalo de la familia Burgos. El cariño de Yune y Rosalía también se debía en cierta manera a Claus.Sin embargo, ahora que Claus mencionaba el tema del regalo sentía curiosidad por saber qué sería.—¿Qué me vas a regalar? —preguntó Estrella, intrigada.—Lo sabrás cuando lleguemos —Claus solo le respondió con un tono misterioso, que no hizo más que aumentar la curiosidad de la chica.Incluso actuó como si fuera una niña mimada, sacudiendo el brazo de Claus y suplicando:—Dime, dime, porfa…Javier era el conductor e iba delante. Cuando oyó la voz dulce de Estrella, que era totalmente diferente de la normal, se le puso la piel de gallina. Por lo general, Estrella era una chica que servía a sus propios caprichos, cool e incluso un poco orgullosa. Nunca se había imaginado que un día esta chica hablar
Estrella se sorprendió porque había oído hablar de la Zona de villas Bahía Azul. Incluso había considerado comprar una villa ahí. Sin embargo, sabía que una de estas villas costaba cientos de millones de dólares. Qué hombre tan generoso…Al ver que Estrella permanecía inmóvil y no tomaba la llave, Claus no pudo evitar preguntar:—¿Qué pasa? ¿No te gusta el regalo?En realidad, Claus también se sentía muy nervioso, porque era la primera vez que le regalaba algo a una persona. No había tenido muchas experiencias en este asunto. Después de una larga consideración, decidió que la villa era el regalo más práctico y probablemente sería algo que a Estrella le gustaría.Por la expresión de Estrella, parecía ser un regalo de su gusto.—Claus, ¿me estás regalando esta villa? —preguntó Estrella. Por alguna razón se sentía nerviosa.—Sí —asintió Claus.—Pero es un regalo demasiado caro —dijo Estrella, quien era una persona de principios. Según ella, no había hecho nada para merecerlo.Aunque la fa
Estrella se sintió confundida por sus palabras:—¿Y qué quieres?¿Acaso tenía que darle un regalo a Claus en su propio cumpleaños? Eso no tenía sentido…Claus no dijo nada más, solo se acercó y extendió la mano. Luego rodeó su cintura delgada… Estrella abrió los ojos. Antes de que pudiera hablar, sus labios fueron bloqueados por los de Claus.Al principio, apretó un poco los puños y quiso luchar. Sin embargo, no lo logró porque era sostenida por detrás por el hombre.Lo que estaba frente a sus ojos era la cara hermosa de Claus. Sus pestañas, largas y bonitas, casi tocaban las suyas. Si fuera otra persona, ella ya lo habría golpeado y lo habría lanzado al suelo y no le habría dado ninguna posibilidad de acercarse a ella. Pero lo que no esperaba era que cuando Claus la besó, no tuviera ningún sentimiento de asco ni disgusto.El viento le traía el olor agradable del hombre e hizo que se le acelerara el pulso. Notaba que sus latidos se hacían cada vez más fuertes en sus oídos. Su corazón c
Qué palabras tan horribles para una chica. Se le puso la carne de gallina…Estrella se escapó de los brazos de Claus agachándose y retrocedió unos pasos para mantener la distancia con él. Luego dijo:—Tampoco ahora.O sea, no se le pasaba por la mente hacer semejantes cosas. Solo estaba actuando con Claus cuando tenía la ocasión. La primera vez de una chica era una cosa hermosa y preciosa y debería reservarla para alguien de quien estuviera enamorada. Ella podría tomar el beso como una mordida de perro. Sin embargo, no podría aceptar que la relación entre ellos fuera más allá.Ahora la gente solía tener una mente más abierta y no les daban tanta importancia a estas cosas. Sin embargo, todavía le importaba a Estrella desde lo más profundo de su corazón, porque, al final, era una persona más conservadora.Claus vio que la expresión de ella cambiaba una y otra vez y le pareció muy interesante. Quería darle unos golpecitos en la cabeza para saber qué estaba pensando.Al ver que todavía no
En el banquete, Yune estaba buscando a Estrella. Los sirvientes le dijeron que Claus se la había llevado y habían salido juntos.Estrella era la protagonista de ese día, pero ahora que se había ido, ¿cómo podía continuar el banquete?Yune no pudo evitar quejarse al oído de Rosalía:—¡Qué chicos caprichosos! Se han ido y han dejado a tantas personas aquí.En el pasado, Claus no solía hacer cosas poco confiables de esa manera… Pero ahora Claus dirigía a toda la familia y tenía el derecho de elegir quedarse o irse sin prestar atención a los demás. Lo único malo era que tenían que limpiar su “desorden”.Rosalía escuchaba las quejas de Yune sin decir nada, con una expresión tranquila. Sabía lo que estaba pensando Claus. Después de todo, ahora que Estrella acababa de convertirse en adulta, era lógico que su nieto quisiera llevarse a su prometida para desarrollar su relación de una manera más profunda. Sería perfecto si pudiera tener un bisnieto lo antes posible. Por eso, no iba a impedirlo,
Por supuesto, Rosalía no iba a permitir que menospreciaran a Claus y Estrella sin hacer nada. Después de todos, los quería a los dos. Por eso, dijo:—La joven pareja debería tener su propio espacio. El cumpleaños de Estrella terminará en una hora y los dos querían tener sus recuerdos especiales.La mayoría de los invitados lo comprendió. Después de todo, no afectaba a nadie si la pareja quería tener sus momentos de privacidad.No todas las personas que se habían presentado en la ceremonia vinieron con el único propósito de celebrar el cumpleaños de Estrella. Su objetivo principal era la familia Burgos y para eso solo necesitaban que Rosalía estuviera ahí. Muchos invitados estaban muy ocupados hablando de cooperaciones y conociendo a nuevos amigos para ampliar sus redes de relaciones, por lo que no les importaba nada si la pareja estaba presente o no. Todos sabían muy bien sobre sus propósitos verdaderos, pero nadie lo pondría en claro.Además, habían oído hablar que las ramas de la fam
En ese momento, el rostro de Rosalía se enfrió al oír esas palabras:—Realmente sabes mucho sobre Claus.Claus acababa de regalarle la villa a Estrella esa noche, y ellos ya habían obtenido esa información. Obviamente, habían mantenido vigilado a Claus.La situación había llegado a este punto y ellos todavía no querían rendirse…—La villa es una propiedad grande. Un movimiento tan obvio… ¡por supuesto que podemos tener esa información! —Jonathan, sintiéndose culpable, tuvo que responder a la interrogación de Rosalía.Andrés le lanzó una mirada amenazante a Jonathan, como si lo considerara un incompetente.Decirle a Rosalía que ellos conocían las acciones de Claus, ¡era como si le hubieran contado sus verdaderas intenciones! Con la fuerza que tenía Claus ahora, decir semejantes tonterías en ese momento… ¡¿es que querían provocar más represalias de su parte?!Andrés estaba muy decepcionado con Jonathan.—Es un asunto interno de nuestra familia, no se molesten. Recuerdo que el rendimiento
El banquete terminó y todos los invitados se prepararon para marcharse. Hada, en cambio, seguía dando vueltas en el salón.Al darse cuenta de que, en el enorme salón, ellos eran los únicos que quedaban, Hada se armó de valor para mencionar los cincuenta millones de dólares:—Abuela Rosalía, ¿no te acuerdas de que, al principio, nos prometiste una recompensa después de que Estrella entrara en la familia Burgos? Veo que está muy contenta con Estrella. Sea como sea, Zared es su padre, así que tenemos el derecho a pedir la dote, ¿no?Hada lo intentó de manera indirecta y con mucho tacto. Después de todo, eran cincuenta millones de dólares y no podía permitirse perderlos.Por lo general, le daría vergüenza hablar de este tema. Sin embargo, no sabía cuánto tiempo iba a aguantar el Grupo Sánchez. Si pudiera contar con el dinero, conseguiría una oportunidad para relajarse un poco, pero la familia Burgos había tardado mucho en dárselo.A decir verdad, tenía mucha prisa y también tenía miedo de