Por supuesto, Rosalía no iba a permitir que menospreciaran a Claus y Estrella sin hacer nada. Después de todos, los quería a los dos. Por eso, dijo:—La joven pareja debería tener su propio espacio. El cumpleaños de Estrella terminará en una hora y los dos querían tener sus recuerdos especiales.La mayoría de los invitados lo comprendió. Después de todo, no afectaba a nadie si la pareja quería tener sus momentos de privacidad.No todas las personas que se habían presentado en la ceremonia vinieron con el único propósito de celebrar el cumpleaños de Estrella. Su objetivo principal era la familia Burgos y para eso solo necesitaban que Rosalía estuviera ahí. Muchos invitados estaban muy ocupados hablando de cooperaciones y conociendo a nuevos amigos para ampliar sus redes de relaciones, por lo que no les importaba nada si la pareja estaba presente o no. Todos sabían muy bien sobre sus propósitos verdaderos, pero nadie lo pondría en claro.Además, habían oído hablar que las ramas de la fam
En ese momento, el rostro de Rosalía se enfrió al oír esas palabras:—Realmente sabes mucho sobre Claus.Claus acababa de regalarle la villa a Estrella esa noche, y ellos ya habían obtenido esa información. Obviamente, habían mantenido vigilado a Claus.La situación había llegado a este punto y ellos todavía no querían rendirse…—La villa es una propiedad grande. Un movimiento tan obvio… ¡por supuesto que podemos tener esa información! —Jonathan, sintiéndose culpable, tuvo que responder a la interrogación de Rosalía.Andrés le lanzó una mirada amenazante a Jonathan, como si lo considerara un incompetente.Decirle a Rosalía que ellos conocían las acciones de Claus, ¡era como si le hubieran contado sus verdaderas intenciones! Con la fuerza que tenía Claus ahora, decir semejantes tonterías en ese momento… ¡¿es que querían provocar más represalias de su parte?!Andrés estaba muy decepcionado con Jonathan.—Es un asunto interno de nuestra familia, no se molesten. Recuerdo que el rendimiento
El banquete terminó y todos los invitados se prepararon para marcharse. Hada, en cambio, seguía dando vueltas en el salón.Al darse cuenta de que, en el enorme salón, ellos eran los únicos que quedaban, Hada se armó de valor para mencionar los cincuenta millones de dólares:—Abuela Rosalía, ¿no te acuerdas de que, al principio, nos prometiste una recompensa después de que Estrella entrara en la familia Burgos? Veo que está muy contenta con Estrella. Sea como sea, Zared es su padre, así que tenemos el derecho a pedir la dote, ¿no?Hada lo intentó de manera indirecta y con mucho tacto. Después de todo, eran cincuenta millones de dólares y no podía permitirse perderlos.Por lo general, le daría vergüenza hablar de este tema. Sin embargo, no sabía cuánto tiempo iba a aguantar el Grupo Sánchez. Si pudiera contar con el dinero, conseguiría una oportunidad para relajarse un poco, pero la familia Burgos había tardado mucho en dárselo.A decir verdad, tenía mucha prisa y también tenía miedo de
Después de lavarse, Estrella bajó las escaleras. Se encontró con Claus en la sala de estar. Miró el reloj y vio que ya era casi mediodía. —¿No has ido a la empresa? —preguntó a Claus con dudas.Claus sacudió un poco el periódico y empezó a leer una de las páginas. Luego contestó:—Soy solo un “impotente” para los directores de la compañía. No necesito esforzarme tanto en el trabajo.Estrella se quedó sin palabras por su respuesta. Tal vez Claus todavía no sabía que se había enterado de lo de su herencia. ¡Si casi todo el mundo ya lo sabía! Sin embargo, él todavía la seguía mintiendo, fingiéndose inocente después de haberle robado el Sistema OI. ¡Qué hombre más abominable! Si ella no hubiera conocido su rostro verdadero de antemano, ¡también habría sido engañada!Pensando en esto, Estrella se sentó frente a él sin decir nada, agachó la cabeza y se puso a jugar con su móvil. Decidió dejarle que siguiera con su actuación. La mentira se revelaría algún día.Al ver que Estrella se había qu
Sobre este tema, Estrella había estado buscando una oportunidad para castigar un poco al culpable y ahora la había encontrado.Durante el día, estaba en la escuela. Era la clase de educación física y no quería asistir porque el sudor la haría sentir incómoda. Por eso, le pidió al profesor que la dejara ausentarse y él se lo dio sin preguntar la razón.En los últimos días, la historia sobre Estrella había sido una tremenda noticia en la escuela. Aunque no era la protagonista de los hechos, se convirtió en una persona famosa en el círculo. Los profesores sabían que había una persona influyente detrás de ella, por lo que nadie se atrevía a ofenderla.De todos modos, la clase de educación física no le importaba nada a Estrella. En la opinión del profesor, él solo era un rol pequeño. Su trabajo era más importante que la presencia de Estrella en su clase.Después de salir del patio, Estrella entró en la clínica.Héctor estaba comiendo un sándwich en la oficina y, cuando vio a Estrella, se so
El sistema interno contenía una gran cantidad de información confidencial del Grupo Burgos, por lo que el Grupo había contratado a muchas personas, todas ellas muy útiles.En cuanto Estrella empezó a invadir su sistema, en el Grupo Burgos se dieron cuenta de inmediato y enseguida reconstruyeron el sistema de defensa. Sin embargo, el otro lado era demasiado rápido, se deslizaba como una anguila. Antes de que pudieran atrapar al atacante, este cambió de táctica de inmediato.Javier también estaba en la empresa y sabía un poco sobre este tema. Al ver la situación, entendió que las cosas se estaban poniendo serias. Sin pensarlo dos veces, fue a buscar a Claus a la Zona de villas Bahía Azul.Anoche, Claus no había regresado al Palacio Imperial sino que se había quedado en la villa con Estrella. Javier supuso que aún seguiría allí.Efectivamente, cuando llegó, Claus estaba en el sofá, ocupado con algunos documentos de otras ubicaciones.Claus le daba a Javier los máximos privilegios y por es
En un principio, Estrella solo quería jugar un poco y enviarle una advertencia a Claus. Después se tomó en serio la idea de invadir el sistema de su computadora para buscar el sistema OI.Mientras tanto, el teléfono de Claus parpadeaba con una luz roja. Claus frunció el ceño. No había pasado mucho tiempo desde que se había sentado, pero se levantó de nuevo y dijo apresuradamente: —Ustedes encárguense de esto, no dejen que el otro lado se infiltre.Después de decir eso, Claus se dirigió a su oficina. Javier lo siguió y, al ver su aspecto apresurado, preguntó: —Señor, ¿qué sucede?—Ese hacker está intentando atacar mi computadora —dijo Claus apretando los labios.—¿Cuál es su objetivo? —Javier también frunció el ceño.Claus no dijo nada. Durante estos años, mientras estaba fuera en misiones, tenía otra identidad. Nadie sabía que eran la misma persona. Tampoco existía una organización ofendida por sus misiones, así que probablemente estaban apuntando al Grupo Burgos.En su computadora
Mientras Estrella estaba luchando, Héctor salió sigilosamente y le compró el té de burbujas que le gustaba. Cuidadosamente le puso una pajita y lo colocó frente a ella.Las manos de Estrella no se apartaban del teclado. La ubicación en la que Héctor dejó el té era perfecta. Ella inclinó la cabeza y dio un gran sorbo. Luego se concentró en la pantalla.En momentos como este, no podía bajar la guardia ni un solo instante. Especialmente cuando la persona del otro lado era un experto, no podía permitirse ser descuidada.Estrella seguía rompiendo los códigos de interceptación establecidos por el otro lado, pero cada vez que estaba a punto de penetrar, rápidamente establecían nuevas barreras y sistemas de defensa.Así continuaron durante mucho tiempo. Estrella estaba cansada y ambas partes seguían empatadas. Ellos no podían intentar atacarla con éxito, pero ella tampoco podía penetrar. Era emocionante pero agotador. Hacía mucho tiempo que Estrella no realizaba movimientos tan rápidos y brus