Estrella se sintió confundida por sus palabras:—¿Y qué quieres?¿Acaso tenía que darle un regalo a Claus en su propio cumpleaños? Eso no tenía sentido…Claus no dijo nada más, solo se acercó y extendió la mano. Luego rodeó su cintura delgada… Estrella abrió los ojos. Antes de que pudiera hablar, sus labios fueron bloqueados por los de Claus.Al principio, apretó un poco los puños y quiso luchar. Sin embargo, no lo logró porque era sostenida por detrás por el hombre.Lo que estaba frente a sus ojos era la cara hermosa de Claus. Sus pestañas, largas y bonitas, casi tocaban las suyas. Si fuera otra persona, ella ya lo habría golpeado y lo habría lanzado al suelo y no le habría dado ninguna posibilidad de acercarse a ella. Pero lo que no esperaba era que cuando Claus la besó, no tuviera ningún sentimiento de asco ni disgusto.El viento le traía el olor agradable del hombre e hizo que se le acelerara el pulso. Notaba que sus latidos se hacían cada vez más fuertes en sus oídos. Su corazón c
Qué palabras tan horribles para una chica. Se le puso la carne de gallina…Estrella se escapó de los brazos de Claus agachándose y retrocedió unos pasos para mantener la distancia con él. Luego dijo:—Tampoco ahora.O sea, no se le pasaba por la mente hacer semejantes cosas. Solo estaba actuando con Claus cuando tenía la ocasión. La primera vez de una chica era una cosa hermosa y preciosa y debería reservarla para alguien de quien estuviera enamorada. Ella podría tomar el beso como una mordida de perro. Sin embargo, no podría aceptar que la relación entre ellos fuera más allá.Ahora la gente solía tener una mente más abierta y no les daban tanta importancia a estas cosas. Sin embargo, todavía le importaba a Estrella desde lo más profundo de su corazón, porque, al final, era una persona más conservadora.Claus vio que la expresión de ella cambiaba una y otra vez y le pareció muy interesante. Quería darle unos golpecitos en la cabeza para saber qué estaba pensando.Al ver que todavía no
En el banquete, Yune estaba buscando a Estrella. Los sirvientes le dijeron que Claus se la había llevado y habían salido juntos.Estrella era la protagonista de ese día, pero ahora que se había ido, ¿cómo podía continuar el banquete?Yune no pudo evitar quejarse al oído de Rosalía:—¡Qué chicos caprichosos! Se han ido y han dejado a tantas personas aquí.En el pasado, Claus no solía hacer cosas poco confiables de esa manera… Pero ahora Claus dirigía a toda la familia y tenía el derecho de elegir quedarse o irse sin prestar atención a los demás. Lo único malo era que tenían que limpiar su “desorden”.Rosalía escuchaba las quejas de Yune sin decir nada, con una expresión tranquila. Sabía lo que estaba pensando Claus. Después de todo, ahora que Estrella acababa de convertirse en adulta, era lógico que su nieto quisiera llevarse a su prometida para desarrollar su relación de una manera más profunda. Sería perfecto si pudiera tener un bisnieto lo antes posible. Por eso, no iba a impedirlo,
Por supuesto, Rosalía no iba a permitir que menospreciaran a Claus y Estrella sin hacer nada. Después de todos, los quería a los dos. Por eso, dijo:—La joven pareja debería tener su propio espacio. El cumpleaños de Estrella terminará en una hora y los dos querían tener sus recuerdos especiales.La mayoría de los invitados lo comprendió. Después de todo, no afectaba a nadie si la pareja quería tener sus momentos de privacidad.No todas las personas que se habían presentado en la ceremonia vinieron con el único propósito de celebrar el cumpleaños de Estrella. Su objetivo principal era la familia Burgos y para eso solo necesitaban que Rosalía estuviera ahí. Muchos invitados estaban muy ocupados hablando de cooperaciones y conociendo a nuevos amigos para ampliar sus redes de relaciones, por lo que no les importaba nada si la pareja estaba presente o no. Todos sabían muy bien sobre sus propósitos verdaderos, pero nadie lo pondría en claro.Además, habían oído hablar que las ramas de la fam
En ese momento, el rostro de Rosalía se enfrió al oír esas palabras:—Realmente sabes mucho sobre Claus.Claus acababa de regalarle la villa a Estrella esa noche, y ellos ya habían obtenido esa información. Obviamente, habían mantenido vigilado a Claus.La situación había llegado a este punto y ellos todavía no querían rendirse…—La villa es una propiedad grande. Un movimiento tan obvio… ¡por supuesto que podemos tener esa información! —Jonathan, sintiéndose culpable, tuvo que responder a la interrogación de Rosalía.Andrés le lanzó una mirada amenazante a Jonathan, como si lo considerara un incompetente.Decirle a Rosalía que ellos conocían las acciones de Claus, ¡era como si le hubieran contado sus verdaderas intenciones! Con la fuerza que tenía Claus ahora, decir semejantes tonterías en ese momento… ¡¿es que querían provocar más represalias de su parte?!Andrés estaba muy decepcionado con Jonathan.—Es un asunto interno de nuestra familia, no se molesten. Recuerdo que el rendimiento
El banquete terminó y todos los invitados se prepararon para marcharse. Hada, en cambio, seguía dando vueltas en el salón.Al darse cuenta de que, en el enorme salón, ellos eran los únicos que quedaban, Hada se armó de valor para mencionar los cincuenta millones de dólares:—Abuela Rosalía, ¿no te acuerdas de que, al principio, nos prometiste una recompensa después de que Estrella entrara en la familia Burgos? Veo que está muy contenta con Estrella. Sea como sea, Zared es su padre, así que tenemos el derecho a pedir la dote, ¿no?Hada lo intentó de manera indirecta y con mucho tacto. Después de todo, eran cincuenta millones de dólares y no podía permitirse perderlos.Por lo general, le daría vergüenza hablar de este tema. Sin embargo, no sabía cuánto tiempo iba a aguantar el Grupo Sánchez. Si pudiera contar con el dinero, conseguiría una oportunidad para relajarse un poco, pero la familia Burgos había tardado mucho en dárselo.A decir verdad, tenía mucha prisa y también tenía miedo de
Después de lavarse, Estrella bajó las escaleras. Se encontró con Claus en la sala de estar. Miró el reloj y vio que ya era casi mediodía. —¿No has ido a la empresa? —preguntó a Claus con dudas.Claus sacudió un poco el periódico y empezó a leer una de las páginas. Luego contestó:—Soy solo un “impotente” para los directores de la compañía. No necesito esforzarme tanto en el trabajo.Estrella se quedó sin palabras por su respuesta. Tal vez Claus todavía no sabía que se había enterado de lo de su herencia. ¡Si casi todo el mundo ya lo sabía! Sin embargo, él todavía la seguía mintiendo, fingiéndose inocente después de haberle robado el Sistema OI. ¡Qué hombre más abominable! Si ella no hubiera conocido su rostro verdadero de antemano, ¡también habría sido engañada!Pensando en esto, Estrella se sentó frente a él sin decir nada, agachó la cabeza y se puso a jugar con su móvil. Decidió dejarle que siguiera con su actuación. La mentira se revelaría algún día.Al ver que Estrella se había qu
Sobre este tema, Estrella había estado buscando una oportunidad para castigar un poco al culpable y ahora la había encontrado.Durante el día, estaba en la escuela. Era la clase de educación física y no quería asistir porque el sudor la haría sentir incómoda. Por eso, le pidió al profesor que la dejara ausentarse y él se lo dio sin preguntar la razón.En los últimos días, la historia sobre Estrella había sido una tremenda noticia en la escuela. Aunque no era la protagonista de los hechos, se convirtió en una persona famosa en el círculo. Los profesores sabían que había una persona influyente detrás de ella, por lo que nadie se atrevía a ofenderla.De todos modos, la clase de educación física no le importaba nada a Estrella. En la opinión del profesor, él solo era un rol pequeño. Su trabajo era más importante que la presencia de Estrella en su clase.Después de salir del patio, Estrella entró en la clínica.Héctor estaba comiendo un sándwich en la oficina y, cuando vio a Estrella, se so