Stefan
Despierto y sin abrir los ojos me percato de que ella no está. Me pongo de pie de inmediato haciendo que me maree un poco, y como puedo reviso cada uno de los lugares de la habitación pero no hay rastro de Virginia.
—Mierda —tomo mi móvil y miro varios mensajes de Rex, mi jefe de seguridad. Se ha ido hace tres horas… llamo y timbra una vez
—Jefe…
—¿A dónde? —digo molesto.
—El GPS dice que está en su casa —carraspeo y paso una y otra vez mis manos por el cabello. Se ha ido, tenía que retenerla, no puedo… no quiero dejarla ir, lo he planeado todo, ella tiene que estar conmigo.
—Bien, mantenla vigilada —y termino la llamada. He planeado cada uno de mis pasos para que esta semana ella me conozca y tener la posibilidad de acercarme
VirginiaSon las 8 de la noche, he hablado con Britanny y hemos acordado vernos en uno de nuestros clubs favoritos. Saldremos a manera de distracción y aburrimiento, ella sabe que he roto la relación y ambas sabemos como pasarla bien.Doy los últimos toques a mi maquillaje natural y reajusto el vestidonegrosin espalda que me he puesto. Tomo una pequeña bolsa de mano y bajo las escaleras de casa hasta llegar a la entrada.La cita con el psicólogo no ha dejado nada bueno salvo por la actualizaciones de mi situación sentimental a lo que mis padres agregaron una rebeldía rotunda. ¿Rebe
StefanVirginia está durmiendo en mi regazo, a penas he podido descansar un poco, no he querido separar mis ojos de ella, la verdad es que no quiero perderla de vista y que vuelva a huir, no puedo.Hemos hecho el amor de la manera más apasionante, como jamás nunca lo había hecho. Mis parejas eran más mera satisfacción, nada de sentimientos, nada de amor, hasta que la vi a ella… era solo una adolescente, muchos pudieran pensar que estoy enfermo… tal vez lo estoy, pero ahora ella es mayor y puede, puede enamorarse de mi. No descansaré hasta lograrlo.Ella se ha convertido en cada sueño que tengo y ahora la tengo aquí, en mi regazo, sintiendo su respiración… mi Virginia. No importa a quien o quienes tenga que enfrentarme, lo haré, todo lo haré por ella.Siento como Virginia se mueve entre mis brazos y no quiero que esto acabe, ya está por amanecer pero ha sido la noche más pacifica desde que ella está conmigo.<
VirginiaHe llegado a casa y hay un silencio ensordecedor. Llamo varias veces pero parece que mis padres aun no se han despertado, y es extraño pues aún hay que supervisar un par de cosas sobre la fiesta de cumpleaños de mamá, será mañana y papá a decidido festejarle a lo grande. Subo las escaleras para después dirigirme a mi habitación y deshacerme de la ropa para después tirar mi cuerpo al colchón, por lo menos debo de dormir un poco.No sé en que momento he caído rendida, me despierta la triste sensación de la ausencia del calor del cuerpo de Stefan. Es extraño pues me resulta familiar a pesar de que han sido dos cortas noches las que he pasado con él. Estiro mi cuerpo y siento un ligero dolor en las caderas, esto debido a su presencia hace un par de horas. Aún puedo sentirlo dentro de mí.Tomo un largo suspiro y estiro la mano hacia la mesita de noche de al lado de mi cama, al tomarlo la pantalla se ilumi
StefanMi chica me mira algo aturdida y es que no es para menos, he conseguido burlar la seguridad de su padre y ella no sabe porque…La miro como me examina cuidadosamente y luego una ansiedad se deja ver en su rostro dejándome algo extrañado.—¿Estás bien? —pregunto y ella asiente rompiendo el contacto y caminando para el baño. Lleva puesta una pijama de pantalón y una blusa de tirantes. Para el clima que hay afuera debe de estar muerta de frío, aunque la casa cuenta con calefacción. Escucho como se lava los dientes y luego se deja caer en la cama como una niña, haciendo que su cuerpo rebote en el colchón y reacomodándose en la almohada. No espero más y comienzo a deshacerme del traje hasta dejarme en ropa interior. Me adentro en su cama y no me quedo quieto hasta conseguir que su cuerpo se pegue al mío. Aspiro su aroma y la relajación que tanto
VirginiaTodo está listo abajo y ahora solo me dedico a recoger mi oscuro cabello en una cola de caballo para que se pueda lucir más el bonito vestido al cuerpo color beige. Es de seda y se amolda muy bien a mi figura.Me miro en el espejo y me siento muy satisfecha con el reflejo, es extraño, antes no reparaba demasiado en mirarme ahora… desde que Stefan está en mi vida me he sentido mucho más deseada.Esta mañana sus palabras me han asustado bastante. Sin dudas la química que existen entre ambos es muy notoria sin embargo el hecho de que me confiese que siente que está enamorado me ha dejado helada… yo también siento algo cada vez que lo veo y cada vez que se va; no estoy segura de que se trate de amor… ya que este sentimiento para mi es desconocido. Nunca me he enamorado, he sentido atracción por hombres, he sentido deseo sexual pero amor… ese amor que mi madre i
Stefan No he podido ni acercarme a Virginia a explicarle… ese idiota de Robert no la ha dejado ni un minuto y la fiesta está a punto de acabarse. Estoy sentado en una de las mesas más cercanas a donde están ellos. He intervenido sus celulares, sé de lo que han hablado, sé que Virginia se ha involucrado en el proyecto comunitario del idiota y que trabajará en el y con él… me llena de furia y celos ver como le rosa la mano, mirarla sonreír tanto, si ella solo sonreía conmigo… me arrepiento de no haberle hablado de esto antes. Miro como Robert se pone de pie y le toma de la mano. Quiero arrancarle cada dedo que la ha tocado, ella es mía y él va a enterarse de ello. Virginia se ve alcoholizada y no deja de reír. Caminan en dirección a la casa y puedo ver como Robert se despide de Massimiliano con una gran sonrisa. Se adentran a la casa y yo no lo pienso más, me dirijo hacia su habitación. No es necesario mucho esfuerzo para cruzar la casa después de deshabilitar
Virginia Han pasado dos días desde la última vez que vi a Stefan, no he hecho mucho conmigo y la verdad es que tampoco me siento que las ganas de hacerlo. Termino mi desayuno y mi padre habla con mi madre sobre un par de asuntos pendientes. Robert me ha hablado y hemos quedado de vernos este fin de semana para conocer el asilo y las tareas en las que les estaré apoyando. Yo no estoy del todo segura que sea lo mejor, he pensado varias veces en irme a Italia, no quiero estar aquí ni estar cerca de lo que me recuerda a él. Sorprendentemente no he podido sacarlo de mi mente. —¿Virginia? —llama mi padre y yo le miro—. ¿Irás con nosotros a la cena? —¿Cuál? —pregunto sin ganas —La de caridad, será hoy —tomo un suspiro y niego. —La verdad no me siento bien padre, solo quiero descansar —él me mira de mala gana. —Tal vez esté Robert, me has dicho que te ha agradado —asiento —Si, pero quiero estar sola —mi padre hace una mala cara
Virginia—En serio, no lo es —digo sin aliento y él se adentra sin permiso.—¿Qué ha pasado? —pregunta y yo cierro la puerta detrás de él. La verdad es que no tengo ánimos ni fuerzas para discutir.—¿A qué has venido?, creo que fui…—¿Qué ha pasado Virginia?, ¿te han hecho daño? —niego—. ¿Por qué estás llorando?—¿Y eso a ti que te importa? —digo de mal agana y él me mira con esos ojos que han logrado volverme al mundo real.—Más de lo que crees —bufo—Deberías de preocuparte por tu esposa y su difunto bebé…—En un momento hablaremos de ello Virginia, ahora solo quiero que me digas si alguien te hizo daño —lo miro con la vista cansada, con el corazón roto y reconociendo que