[Martín]
―¿Mudarme contigo? ― escuché la melodiosa voz de Lola.
―Sí, sólo mudarnos juntos… intentarlo.―
Ella suspira y lo hace de una manera que parece está sacando todo los nervios que invaden su cuerpo, observa la casa fijamente.
―Martín… pero…― empieza la frase y yo la tomo de la mano.
―Ven, te enseñaré como es por dentro.
Lola accede, toma mi mano y ambos entramos a la casa. Llegamos directamente a la pequeña sala, y vemos desde ahí el comedor la pequeña cocina y el ventanal para salir a la terraza.
―Aún no está listo atrás ―me justifico ― pero podría poner un techo de ese lado, comprar muebles de jardín para poner la mesa con una hermosa sombrilla de color blanco. Comprar un asador y poder comer afuera los fines de semana ― le comento. Ella me sonr&iac
[Lola]Le prometí a Martín que daríamos por finalizada la mudanza cuando yo regresara de la Ciudad de México sin embargo, el día que salimos de la casa hacia el aeropuerto, sólo faltaba mi colchón, ese que estaba en medio de la sala-comedor-habitación, por que doy por hecho es que el día que regrese de nuevo a Cabos, dormiré en casa de Martín.Él me llevó muy temprano hacia el aeropuerto y antes de dejarme entrar a la sala, me dió un abrazo un un beso que me supo a puro amor, uno que en la vida había sentido y que sólo Martín me podía dar.―Te cuidas mucho bonita. Me avisas cuando llegues y recuerdo que yo estaré aquí cuando regreses… se la hora que sea ¿Si? ― y vuelve a besarme.―Claro que si. No me extrañes.――Créeme, ya lo hago.―Entr&eacu
[Martín]Escucho la frase que me dijo Lola y sonrío ―¿me amas? ―Ella guarda un poco de silencio pero luego responde ―sí, te amo, y debo confesarte que es la primera vez que lo digo, a nadie más se lo he dicho. ――Yo también te amo mi bonita… creo que lo he hecho desde el día del barco ¿recuerdas? ―Lola lanza una pequeña risa nerviosa. Imagino como se sonroja y comienza a morder sus labios. Quisiera en ese momento besarla y acariciar su hermoso y largo cabello.―¿Cuándo dices que regresas? ― pregunto.―Mañana por la mañana. ――Perfecto, porque mañana temprano habrá algo especial ― respondo.―¿Especial? ――Sí, muy especial, así que… preparate. ―Escucho su risa.―Te amo Martín. ――Te amo Bonita Lola&hell
Después de una maravillosa tarde en casa de la familia de Martín, regresamos a la nuestra. Sí, a la nuestra. Es un poco difícil para mi todavía decir “nuestra casa” pero como van las cosas supongo que pronto me acostumbraré.Bajamos de la van, entramos a la casa y suspiro. No sé si lo hago porque estoy cansada o porque hoy me la pasé tan genial que no sé como describirlo.Después de caminar entre mis cajas y buscar entre mis maletas uno de mis camisones, cambiarme, asearme y ponerme lista para dormir, salgo del baño y veo a Martín recostada sobre la cama listo para dormir. La imagen, aunque varias veces la he visto cuando me quedo con él, se me hace rara, porque ahora sí no hay vuelta atrás, no hay otra casa donde tenga regresar mañana, esta es mi casa y al ver la imagen de ese chico guapo y gallardo, sé que tomé la mejor
[Lola]Jamás en la vida le he presentado a un novio a mis padres. Bueno, sólo uno, el que me rompió el corazón y el que me trajo esta mala racha en el amor. Sin embargo, parece que todo el mal karma que tenía se terminó y con Martín me he sacado la lotería en todos los sentidos porque no sólo me deja ser quién soy yo me apoya en todo, si no que me siento feliz, plena y sobre todo segura de que dentro de unos meses no tendré que regresar a casa de mis papás, con la cabeza baja y los ojos sobre el suelo.Cuando le dije a mi madre que Martín y yo queríamos ir a cenar a la casa, le extrañó un poco, ya que “LolaSantiago no presenta a sus parejas” me dijo por el teléfono, y bueno, es verdad, pero ahora es diferente y eso es lo que es esta relación tan especial a todas las demás.Así que preparamo
[Martín]—Esta hamburguesa me sabe a gloria — y Lola le da otra mordida y yo simplemente me río—Debe saberte a gloria, bonita. Ese “orégano” da mucha hambre.——¡Ay qué horror! No puedo creer que eso me haya pasado— se disculpa y muerde de nuevo la hamburguesa.—¿No tenías ni idea de que tus padres hacían eso? — pregunto.Lola niega con la cabeza — No, en realidad no, sabía que eran de “Experimentar” cosas nuevas pero nunca pensé que mi padre le horneara bollitos de “orégano especial” a mi madre, yo hace 10 años que no vivo con ellos, así que….—Continúo viendo como come, y lo está disfrutando tanto que me hace sonreír. Después de la comida en casa de sus padres, llevé a Lola a un auto Mac, le compré un c
[Lola]Cuando uno trata de tener un bebé siempre se va por el método tradicional porque así debería de ser, pero no se cuenta con la presión que posiblemente muchas familias harán cuando sin querer, o queriendo, se les comenta que hay intensiones de que eso pase, y comienza a meterse en la relación… sobre todo las madres.Martín y yo, ese día del campamento en la playa decidimos ya no cuidarnos y que pasara lo que tiene que pasar, pero no contaba con que él, era bastante comunicativo con su madre, y a los 10 minutos que terminó de contarle las intenciones, recibí un bombardeo de mensajes por parte de ella con miles de métodos, tips y alimentos que debo comer para alimentar la efectividad, poniendo una presión sobre mi nunca antes sentida. Mi madre por su lado, me dio una lista de rituales que podría hacer para escoger el sexo del bebé y un libro de com
[Lola]Así pasó otro mes, y pareciera que la danza de la fertilidad no había funcionado en Martín ni en mi, por lo que nos dió otra prueba de embarazo negativa que tuvo que ser tirada a la basura.—Nada.—Nada— repito.Martín me abraza y le da un beso sobre el cabello — bueno, a seguir practicando mi Lola — dice tierno. Me separo de él y lo veo a los ojos —ni lo digas — me repite.—Ok, no diré nada. Sólo que tu lidiarás con lo que viene.——Yo lo lidio.—Hoy es el cumpleaños de la mamá de Martín, y nos ha invitado a una fiesta en casa de sus tías para celebrar. Todo el mundo, está ansioso de que ambos le demos la noticia, pero parece ser que el universo nos dice que no es el momento.—Mira, estamos casi a final del
[Martín]Ximena y yo después de la fiesta de mi madre viajamos a la Ciudad de Cuernavaca para terminar de organizar la boda de Ximena Caballero y afinar los detalles, nos sentíamos felices, era nuestro primer viaje juntos y nos emocionaba el hecho de que todo estaba marchando a la perfección.La palabra embarazo, había salido de nuestro vocabulario por ahora y habíamos desviado nuestra atención a cosas más importantes como la primera Navidad que pasarían juntos, los regalos navideños y la cena.—Creo que sería genial invitar a nuestras familias a cenar a nuestra casa ¿no crees? — me dijo Lola mientras arreglaba los últimos detalles de los manteles en la hermosa hacienda donde Ximena y Tristán, creo que se llama, se iban a casar dentro de unas horas.—¿Ambas familias? Tus padres y mi clan… ¿segura? ——S