[Lola]
Después de mis dos noches con Martín en su barco, no he podido dejar de pensar en él, y confieso que eso me asusta mucho, ya que significa que he empezado a buscar algo más y no quiero apresurarme a absolutamente a nada. La última vez que comencé a tomar pasos así de rápidos fue con "Meh" y al final todo acabó mal y no quiero volverlo a pasar, sobre todo con una persona como él, que básicamente está empezando su nuevo aire en las relaciones conmigo, la persona con las peores relaciones en el mundo.
Así que, antes de poner esto un "poco más serio" he decidido reordenar mi vida, y todo empieza saliéndome de nuevo de casa de mis padres pero ahora con la promesa de que no regresaré, bueno, sólo a vistarlos, pero jamás a vivir con ellos de nuevo. Retomaré mi independencia, le daré al Señor Miau un lu
[Lola]Volvía a empezar. Lo hice en una pequeña casa de un solo piso con una cama que no entraba por la puerta de mi habitación. Sin luz, si gas, con agua y posiblemente con otras fallas que no me he dado cuenta y que sé pronto lo haré.Martín, se comportó como todo un caballero y me ayudó a resolver varias cosas que yo ya daba por hecho además de otros detalles que se me hicieron estupendos, como todo lo que tenía que ver con la regadera ya que goteaba, algo que le pasaba al W.C y en la cocina, arregló un estante para que pudiera poner los pocos platos que tenía sin que estuvieran siempre sobre la barra, y así, poco a poco, comencé a construir mi hogar. Uno que mis padres quisieron ver.― ¡Oh qué bonito! ¡Qué independiente! ― dijeron al entrar a mi comedor, habitación, sala.Mi madre es muy positiva, entonces para
[Martín]―¿Cómo? ― pregunto mientras veo a Lola a los ojos ―Explícame.―― Sí, sí ― contesta Lola muy emocionada ― yo, no debía entrar a ese restaurante contigo.――¿Qué? ― sigue sin poderlo creer.Volteo a ver a todos, parece ser que sólo Lola se entiende sola ya que hasta su madre no tiene ni idea de lo que está hablando ― Nos explicas ― dice ella un poco confundida.―Yo, yo tenía una cita con Martín, pero yo leí que era en el restaurante Puyol, no Martín Puyol. Por lo que entré al restaurante, di tu nombre y...― y se muerde el labio.―¡Claro! ― digo pensando que esto es una de las coincidencias más geniales que me han pasado en la vida ― por eso no coincidía tu foto, pensé que me habías engañado.―Saco mi celular y busco en la conversación co
[Lola]―¿Te equivocaste de Martín? ― me dice Gigi divertido ―¿es en serio?――Sí, me equivoqué, leí mal la nota y llegué al lugar equivocado pero coincidió que había un Martín y es... mi Martín.―Gigi se acerca a mi y me acomoda el cabello ― Awwww, tú Martín... ¡Qué linda! ― se burla.―Cállate ya.. ― digo avergonzada mientras me enfoco en las flores que debo pedirle para la próxima boda.―Y el otro Martín ¿está guapo? ― pregunta Gigi mientras me sigue por la tienda.―No sé, no lo vi, ni siquiera sé en dónde trabaja o qué hace, sólo que se llama Martín Puyol.―Gigi toma su celular de inmediato y teclea el nombre. Su cara de sorpresa en verdad me lo dice todo ― ¡Es él! ― y me muestra la foto.―S&iacu
[Martín]―¿Mudarme contigo? ― escuché la melodiosa voz de Lola.―Sí, sólo mudarnos juntos… intentarlo.―Ella suspira y lo hace de una manera que parece está sacando todo los nervios que invaden su cuerpo, observa la casa fijamente.―Martín… pero…― empieza la frase y yo la tomo de la mano.―Ven, te enseñaré como es por dentro.Lola accede, toma mi mano y ambos entramos a la casa. Llegamos directamente a la pequeña sala, y vemos desde ahí el comedor la pequeña cocina y el ventanal para salir a la terraza.―Aún no está listo atrás ―me justifico ― pero podría poner un techo de ese lado, comprar muebles de jardín para poner la mesa con una hermosa sombrilla de color blanco. Comprar un asador y poder comer afuera los fines de semana ― le comento. Ella me sonr&iac
[Lola]Le prometí a Martín que daríamos por finalizada la mudanza cuando yo regresara de la Ciudad de México sin embargo, el día que salimos de la casa hacia el aeropuerto, sólo faltaba mi colchón, ese que estaba en medio de la sala-comedor-habitación, por que doy por hecho es que el día que regrese de nuevo a Cabos, dormiré en casa de Martín.Él me llevó muy temprano hacia el aeropuerto y antes de dejarme entrar a la sala, me dió un abrazo un un beso que me supo a puro amor, uno que en la vida había sentido y que sólo Martín me podía dar.―Te cuidas mucho bonita. Me avisas cuando llegues y recuerdo que yo estaré aquí cuando regreses… se la hora que sea ¿Si? ― y vuelve a besarme.―Claro que si. No me extrañes.――Créeme, ya lo hago.―Entr&eacu
[Martín]Escucho la frase que me dijo Lola y sonrío ―¿me amas? ―Ella guarda un poco de silencio pero luego responde ―sí, te amo, y debo confesarte que es la primera vez que lo digo, a nadie más se lo he dicho. ――Yo también te amo mi bonita… creo que lo he hecho desde el día del barco ¿recuerdas? ―Lola lanza una pequeña risa nerviosa. Imagino como se sonroja y comienza a morder sus labios. Quisiera en ese momento besarla y acariciar su hermoso y largo cabello.―¿Cuándo dices que regresas? ― pregunto.―Mañana por la mañana. ――Perfecto, porque mañana temprano habrá algo especial ― respondo.―¿Especial? ――Sí, muy especial, así que… preparate. ―Escucho su risa.―Te amo Martín. ――Te amo Bonita Lola&hell
Después de una maravillosa tarde en casa de la familia de Martín, regresamos a la nuestra. Sí, a la nuestra. Es un poco difícil para mi todavía decir “nuestra casa” pero como van las cosas supongo que pronto me acostumbraré.Bajamos de la van, entramos a la casa y suspiro. No sé si lo hago porque estoy cansada o porque hoy me la pasé tan genial que no sé como describirlo.Después de caminar entre mis cajas y buscar entre mis maletas uno de mis camisones, cambiarme, asearme y ponerme lista para dormir, salgo del baño y veo a Martín recostada sobre la cama listo para dormir. La imagen, aunque varias veces la he visto cuando me quedo con él, se me hace rara, porque ahora sí no hay vuelta atrás, no hay otra casa donde tenga regresar mañana, esta es mi casa y al ver la imagen de ese chico guapo y gallardo, sé que tomé la mejor
[Lola]Jamás en la vida le he presentado a un novio a mis padres. Bueno, sólo uno, el que me rompió el corazón y el que me trajo esta mala racha en el amor. Sin embargo, parece que todo el mal karma que tenía se terminó y con Martín me he sacado la lotería en todos los sentidos porque no sólo me deja ser quién soy yo me apoya en todo, si no que me siento feliz, plena y sobre todo segura de que dentro de unos meses no tendré que regresar a casa de mis papás, con la cabeza baja y los ojos sobre el suelo.Cuando le dije a mi madre que Martín y yo queríamos ir a cenar a la casa, le extrañó un poco, ya que “LolaSantiago no presenta a sus parejas” me dijo por el teléfono, y bueno, es verdad, pero ahora es diferente y eso es lo que es esta relación tan especial a todas las demás.Así que preparamo