UNA BODA ESPERADAPor fin el día de la boda llego, y tanto Mila como Nickolau Kronos se preparaban para el momento que tanto habían añorado o temido, porque después de eso no sabían a ciencia cierta en qué pararía toda aquella historia. Si lo cierto era que había cosas que hacían que la pareja funcionara, había otras tantas que a Mila no le resultaron tan fascinantes.La amenaza que resultaba ser aquel tal Héctor, había desaparecido. Mila seguía un poco molesta por la actitud de Neck, pero se tomaba algo de tiempo para procesar lo que sería su vida de casada.Nickolau Kronos, su futuro esposo le había comprado un puto hospital, solo para que no volviera a ver a su ex. Además que la había matriculado sin su consentimiento en aquel curso que tanto deseaba, pero que de ningún modo podía pagar.Los modos de ser de Nick tantas veces la desconcertaban, que le era difícil pensar cuando lo tenía al lado. Sobre todo cuando el joven heredero usaba la mejor arma que tenía a «favor o en contra»
RUMBO AL AL ALTARNeck se bajó del coche y se posicionó tras el altar, allí lógicamente todo el mundo lo miraba. El automóvil que se supondría que traería a su futura esposa aún no daba señales de aparecer y él obviamente sentía cómo se le subía la tensión de los nervios a cada minuto.Después de diez minutos tras el altar, miró a su abuelo sentado en la primera fila de asientos, e hizo una seña que demostraba la impaciencia que lo embargaba y amenazaba con carcomerle el alma.—¡Calma!— susurro su abuelo articulando solo con los labios sin que más nadie pudiera escuchar. —¡Calma! Sereno Moreno..De pronto todos los invitados que estaban afuera de la iglesia comenzaron a entrar y Neck supo que algo había pasado .La música se hizo escuchar y la emoción lo abarcó, un sentimiento parecido a la felicidad lo cubrió de pies a cabezas.Ella había llegado por fin. Se casarían… sería su esposa ante la ley de los hombres, y las leyes de los dioses.Por primera vez desde que llegó Neck se de
Noche de bodasLa fiesta privada, era prácticamente una contradicción. Allí estaba la flor innata de la sociedad de Mykonos, Atenas, Londres, Francia.«¿Cómo diablos podría ser privada una boda de más de mil invitados?»Ulises parecía un rey en una de las mesas principales y Príapos le hacía compañía a su lado.Eran dos patriarcas orgullosos de lo que había resultado, de aquella unión.Los novios habían ido a cambiarse y mientras tanto ellos agasajaban a los invitados.Vincent estaba molesto junto al bar, e Ivette estaba hablando via celular con ese prometido ruso suyo alejada de la gente.Los duques de Ouriol que también habías asistido veían como su hijo bebía, lógicamente sabían cuál era la causa exacta de lo que ocurría.Si Vincent no se llenaba de valor y le confesaba a su amiga lo que estaba sintiendo por ella, era muy posible que muriera por alguna aflicción del hígado. Cuando no se calcinaba las entrañas por los celos estaba bebiendo hasta perder el sentido.Él salón estaba
LA LUNA DE MIELLa luna de miel duraría tres meses y en ese tiempo, Vincent se encargaria de monitorear la salud del señor Kronos.Su salud estaba estable, pero no era momento de descuidar los tratamientos, o dejarlo solo para que se volviera a deprimir.Por suerte para el viejo magnate, Vincent era sencillamente como otro nieto, su alma gemela en otra generación, y un excelente compinche para todas sus ocurrencias, que en honor a la verdad no eran pocas.Neck había dejado lista detallada a sus colaboradores, para que todos los detalles de sus empresas estuvieran cubiertos, e incluso había ideado un plan de contingencia para su suegro, en caso que se presentaran dificultades en cuanto a la dirección y funcionamiento de las farmacias, en las que ambos eran socios.Ahora solo retaba que las cosas entre la pareja fluyera, y limar esas asperezas que habían surgido después de que las cosas con el ex de Mila depusieron color de hormiga.No era muy difícil creer que la novia estaba nerviosa.
FIN DE LA LUNA DE MIELQuizás al principio Mila pensó que tres meses de Luna de Miel se le harían eternos, pero ahí estaba en la última semana de la que había sido su propia película romántica.Habían viajado alrededor del mundo, habían conocido tantos lugares hermosos, quee creyó que moriría sin ver, y ahí estaban, en el penthouse de Neck en Hong Kong mirando una de las vistas nocturnas más hermosas que había visto jamás.Que diferencia con aquella corta Luna de Miel que ella misma había pagado para ella y para Héctor. Una Luna de Miel que duraría solo una semana.Ahora estaba al otro lado del mundo. Había estado en los seis continentes, incluso en Australia. «Australia» ¿Cuándo en su vida pensó ella ir a Australia? A las Islas Maldivas, a Fiyi, a Bora Bora, Tanzania, Hawái, Dubai, Costa Rica, Las Bahamas, Mexico.Ahora está a punto de regresar a una nueva rutina. Una en la que era una mujer casada, con un hombre que la veneraba en cuerpo y alma. Un hombre que había resultado ser
RECONCILIANDO EL PASADOAdaptarse a vivir en matrimonio no parecía ser tan sencillo, ahora que esos tres meses de Luna de Miel por fin habían terminado, cada uno tenía que seguir con la vida, pero compaginando sus actividades para que coincidieran con el otro.Neck había regresado a las actividades como voluntario en la Cruz Roja, y después de mucho hablar con Mila la había convencido de ser parte activa como directora del Hospital que había comprado para ella. Así que de algún modo coincidían bastante durante el día, excepto los días que Neck también se tenia que ocupar de sus propias empresas, o cuando salía un poco más temprano para tomar sus lecciones de música, en las cuales habían avanzado bastante, a pesar de no haber practicado mucho durante el tiempo de la luna de miel.Los negocios de la farmacia habían avanzado muchísimo al punto que Neck estaba seguro que estaba demasiado cercano de lograr ese primer millón que exigía su abuelo como parte de sus exigencias iniciales. El se
MILAGRO ENTRE TUS MANOSCuando la noche terminó, Ulises Kronos se marchó feliz a su habitación y Neck y Mila regresaron a su habitación de casados. Había sido un día largo, y al día siguiente ambos viajarían a Atenas para arreglar algunos asuntos referentes a la compra de nuevo equipamiento médico para el hospital, y insumos de tercera generación, con los que también abastecerían las farmacias.La nueva línea de farmacias estaba resultando ser un super éxito, y Príapos era muy bueno haciendo su trabajo frente a los establecimientos, así que Neck aparte de una buena inversión, también había ganado un excelente socio.Entraron juntos y tan pronto la puerta se cerró, Mila pasó sus brazos alrededor del cuello de su esposo, y le dio un beso tierno y cariñoso.—Eso fue increíble Neck. Fue como si tuvieras un milagro entre tus manos— expresó mirándolo a los ojos.—Tengo un verdadero milagro entre las manos—susurró él como respuesta reforzando su abrazo sobre la cintura de su esposa, y dando
VIAJE A LONDRESA la mañana siguiente, todavía persistían los olores a Sexo en la habitación.Mila fue la primera en despertar, y prácticamente corrió hacia el baño, tenía unas náuseas infernales, y vacío el contenido de su estómago en el inodoro.Neck saltó de la cama a prisa, y fue a sostenerla en el baño. Le sujetó el cabello, y a toda ella, para que no se fuera hacer daño en caso de que perdiera el equilibrio.—¿Estas bien? — preguntó una vez que ella se había reincorporado y parecía más repuestas.—Parece que algo de la cena de anoche no me hizo bien— musito ella caminando de la mano de su esposo al lavabo para lavarse la cara, y enjuagarse la boca.Neck se quedó pensativo, demasiado pensativo. Nunca había estado cerca de una mujer embarazada, pero no era tonto como para no saber que esas nauseas matutinas podían significar un embarazo, además después de la Luna de Miel desenfrenada que habían compartido.—Si no estás bien… no tienes que viajar— le propuso él preocupado. Es que