MILAGRO ENTRE TUS MANOSCuando la noche terminó, Ulises Kronos se marchó feliz a su habitación y Neck y Mila regresaron a su habitación de casados. Había sido un día largo, y al día siguiente ambos viajarían a Atenas para arreglar algunos asuntos referentes a la compra de nuevo equipamiento médico para el hospital, y insumos de tercera generación, con los que también abastecerían las farmacias.La nueva línea de farmacias estaba resultando ser un super éxito, y Príapos era muy bueno haciendo su trabajo frente a los establecimientos, así que Neck aparte de una buena inversión, también había ganado un excelente socio.Entraron juntos y tan pronto la puerta se cerró, Mila pasó sus brazos alrededor del cuello de su esposo, y le dio un beso tierno y cariñoso.—Eso fue increíble Neck. Fue como si tuvieras un milagro entre tus manos— expresó mirándolo a los ojos.—Tengo un verdadero milagro entre las manos—susurró él como respuesta reforzando su abrazo sobre la cintura de su esposa, y dando
VIAJE A LONDRESA la mañana siguiente, todavía persistían los olores a Sexo en la habitación.Mila fue la primera en despertar, y prácticamente corrió hacia el baño, tenía unas náuseas infernales, y vacío el contenido de su estómago en el inodoro.Neck saltó de la cama a prisa, y fue a sostenerla en el baño. Le sujetó el cabello, y a toda ella, para que no se fuera hacer daño en caso de que perdiera el equilibrio.—¿Estas bien? — preguntó una vez que ella se había reincorporado y parecía más repuestas.—Parece que algo de la cena de anoche no me hizo bien— musito ella caminando de la mano de su esposo al lavabo para lavarse la cara, y enjuagarse la boca.Neck se quedó pensativo, demasiado pensativo. Nunca había estado cerca de una mujer embarazada, pero no era tonto como para no saber que esas nauseas matutinas podían significar un embarazo, además después de la Luna de Miel desenfrenada que habían compartido.—Si no estás bien… no tienes que viajar— le propuso él preocupado. Es que
PRIMERO ELLAEntraron en las oficinas del Conglomerado Kronos Inc Internacional, y a Mila le gustó todo lo que vio, aquel sitio denotaba elegancia, hacia dónde mirara todo estaba perfectamente decorado, y los accesorios y adornos que veía habían sido escogidos en concordancia con el resto del lugar.Avanzó de la mano de su esposo, hasta el ascensor destinado al área de la presidencia, y todos los colaboradores saludaron a Neck de manera respetuosa después de la larga ausencia con motivo, recibió muestras de afecto con saludos con gestos de la cabeza y uno que otro se acercaron a ofrecerle la mano, a medida que avanzaron por el vestíbulo enorme y emblemático de la famosa e importante compañía.A Mila le llamó la atención la cantidad de mujeres hermosas que trabajaban allí, todas muy elegantes y distinguidas con sus trajes ejecutivos, y peinados de moños recogidos y joyas sencillas, pero costosas. Hasta ellas mostraban la sobriedad y la seriedad de la empresa de la que su esposo era C
5CONGLOMERADO KRONOSLa junta fue más larga de lo que Mila hubiera previsto. Neck chequeo cada punto de su agenda, y del extenso orden del día.El conglomerado había marchado demasiado tiempo sin su supervisión, Neck era de los que pensaba que sin su ojo crítico las cosas no marchaban al cien, y así había sido por años.Ella escuchó en silencio, cada una de las partes del consejo y trato de interiorizar todo lo que dijeron, para demostrarle a Neck todo lo que le interesaba aprender al respecto de las empresas que él manejaba desde hacía tantos años, pero a ella se le daba mejor los temas relacionados con la biología, y no con las finanzas. Aún así hizo su mejor esfuerzo por estar a la altura de las expectativas de su esposo, que tan amablemente la había llevado a Londres para que ella entendiera perfectamente de que era parte al haberse casado con el nuevo dueño del imperio Kronos.Era un hecho que Neck heredaría a su abuelo en vida, pues, aunque Mila no tenía del todo claro cuále
UN GUÍA DE ENSUEÑO POR LONDONAutobuses de dos pisos, piba y rojas cabinas telefónicas, son algunos de los símbolos de la capital británica.Mila solo había estado una sola vez en su vida en Londres, así que estar allí, junto a su esposo era una total novedad.Neck sería su guía privado, y como tal actuaria hasta que al final del día retornaran a la cama de aquel ático que ya le habían avisado que existía.Esa casa vendría siendo el terrible departamento de solteros al que le teme toda mujer casada. Allí Neck de seguro había bajado más bragas, que ayudante de vestuario.Salieron de las oficinas del conglomerado, que por cierto estaba ubicado en una de las zonas de mayor urbanización, allí donde la ciudad se hace moderna.Enseguida tomaron un auto con chofer que los guió por las principales avenidas de la ciudad. Ella estaba fascinada, pues, aunque Londres no era como Atenas, a ella le parecía que aquello era un pedazo enorme de historia universal hecho calles.Recorrieron todos los si
UNA VISITA SORPRESAEn la mañana un toque a la puerta los despertó de improvisto. America no llegaría temprano. Nadie sabía que estaba en Londres, o si… toda la empresa, pero nadie se atrevería a aparecer en el apartamento del mismísimo Nickolau Kronos, y su carácter insufrible.Neck se sorprendió y alcanzó una bata, Mila se acurrucó aún más en la mullida cama. Estaba exhausta, pues Neck la había tenido despierta la mayor parte de la madrugada.Aun así, sin tener la más mínima idea, Neck camino hacia la puerta principal, ya que quien fuera que tocará lo hacía, con verdadera autoridad, como si fuera el dueño de aquel ático.Neck se estrujó los ojos con las manos, buscando desperezarse. ¿Por qué diablos el portero había dejado subir a alguien hasta la puerta del ático?Era increíble, se había ido a Mykonos unos cuantos meses, y ahora todo el sistema de seguridad del edificio fallaba. Haría despedir al portero… y ..Neck se quedó pensativo instantáneamente.¿Y si era una mujer?…Maldijo
UN MILLÓN DE SORPRESAS—¿Crees que estará bien?— preguntó Mila preocupada de ver a Vincent en ese estado.Se había rasurado la barba, y se había bañado, pero allí dormido en el asiento del jet privado, se veía tan cambiado que le costaba creer que era el mismo chistoso y payaso que había conocido meses atrás.—Estará bien— musito su esposo, pues conocía la fuerza interior de su mejor amigo.—Es que jamás creí que la boda de Ivette le pegaría tan fuerte— acotó ella, u hizo un gesto de creciente malestar.El avión había comenzado a descender sobre las Islas Cícladas y en unos minutos estarían en Mykonos.Él no perdió detalle del rostro de su esposa, y se sorprendió al encontrar que ella no hacía un gesto por ponerse de pie, o por vomitar.—¿Estas bien?— le preguntó a Neck preocupado, y sacando la funda de papel para pasárselo.—Estoy bien,— respondió Mila con una sonrisa,— solo estoy un poco mareada. ¡Sabes que volar no es lo mío!…— terminó bromeando ella, y Neck que ya se estaba cans
EMBARAZADOSMila tomó la prueba y la vio, el corazón le latía desbocado como si el resultado que esperaba era el más importante de su vida y en parte lo era; la vio con los ojos muy abiertos y acto seguido sin decir nada ni emitir un solo sonido de la paso a su esposo, que en vez de mirar el pequeño rectángulo de plástico, no perdía detalles explícitos en la cara de ella. Sus expresiones lo decían todo.Estaba pálida, blanca como un papel, y prácticamente temblaba. Bastante nerviosa como para ser solo un resultado negativo, así que si, tal y como había sospechado, Mila Kronos llevaba un heredero, o una heredera del imperio más grande de toda Grecia.Él observo las dos rayitas, sin estar claro si significaban positivó o no… pero no tenía que saberlo. La cara de Mila era bastante explícita, estaban embarazados, y él estaba demasiado feliz, solo que no sabía por qué ella no.—¡Mila!— llamó y ella aún no reaccionaba, era como si se hubiera frizzado. Estaba en shock , y era comprensible.