Irina entendió sin que lo diga. No puedo seguir haciendo lo que antes sí, se acabaron las misiones cercanas a la muerte para mí. Al menos no estará sola, al parecer Keelan le será de ayuda y por lo visto intenta hacer cosas buenas para compensar lo que fue en el pasado. No lo culpo. A veces también pretendía ser más bueno de lo que genuinamente soy para ver si así la culpa pesaba menos.
—Seguimos siendo amigos a pesar de que no esté contigo en el trabajo. —le digo—. ¿Vas a estar bien?
—Sí —responde, acomodando a un lado su cabello un poco crecido—. El tío y los demonios siguen encargándose de los principales problemas. Solo tendré que lidiar con las quejas de Júpiter y ver cómo castigo a los malditos simios que me dejaron cuando más los necesitaba.
Resueltas las cosas, me despido de Irina y subo a mi cu
Irina y el principito salen de la sala del cine cantando como locos una de las canciones del soundtrack de la película de Alina. Parece que he traído a mis hijos a ver su film favorito.—¿Cómo te saco de mi cabeza? —Canta Irina a todo pulmón—. ¿Cómo vuelvo a meterte en mi cama? Oh no, oh no. Dime que estás loca, dime que tienes miedo,dime que todavía amas lo que tenías. Oh no, oh no.—Cuando ya no quedan pecados de los que preocuparse —continúa Liam, sacudiéndome un poco—, y la lluvia torrencial vierte momentos oscuros. Cuando todo se ha dicho y hecho, nadie me puede salvar.—¡Oh, no me des tu testimonio! —cantan los dos al mismo tiempo —Óyeme ahora. Oh, no me des tu testimonio, dime ¿cómo tantos momentos felicespueden entristecerme tanto? Porque no importa cuántas v
Al principito se le ocurre que nos tomemos una foto en la fuente por lo que saco la cámara instantánea del estuche y hago los honores. Pronto aparece Irina para sumarse a la oleada de fotos que el principito quiere hacer. Después de unas cuantas capturas y admiración por las caras raras o lo bien que combinamos juntos, reviso mi celular para ver la hora.—Tenemos que irnos —le aviso a Liam.Él asiente, buscando su pequeña mochila de cuero marrón y guardando la bolsa de papel con las gomitas sobrantes. Irina eleva una ceja, inclinando su cabeza al mismo tiempo.—Mierda de mono, no me digas que es cierto lo que dijo el príncipe. ¿Irás con él a esa fiesta de alguien famoso y todo el popurrí de gente rica?Le doy una sutil mirada al principito que finge no notar que lo estoy observando.—Me tuvieron que convencer, pero sí, iré al cu
Cuando estamos en frente de la fantástica entrada del hotel Bayfront, esta desborda de reporteros y canales de televisión intentando capturar y transmitir los mejores ángulos de personas famosas que no conozco. Por suerte el señor Hundson solo pasó por la entrada para poder llegar al estacionamiento y nadie se lanzó contra el auto para ver de qué celebridad se trataba.—Papá, ¿por qué esquivas a la prensa? —pregunta Liam—. Anoche dijiste que aprovecharías la oportunidad para comentar un poco más acerca del nuevo proyecto de tu trabajo.—Sí, eso dije, pero ahora pienso que es mejor abstenerme de hablar sobre ello.El principito no le da mucha importancia a eso y vuelve a ver su celular. Yo sí presto atención a la actitud extraña. No es la primera vez que esquiva algo esta noche. Connor se ha estado comportando un poco raro desde
Continúo jugueteando con mi lindo chico. Lo acerco para un beso, dejo suaves caricias en sus mejillas y sonrío cuando él quiere apartarse porque se siente avergonzado.—¿Soy mejor que todos los chicos con los que has estado?Liam pestañea de manera coqueta, asintiendo mientras sonríe lentamente.—Estoy enamorado, obviamente voy a decir que todo lo que haces y dices es mejor que cualquier cosa que vi antes.Ambos reímos en voz baja, acercándonos lo suficiente para hablar entre susurros.—¿Liam?Miramos hacia un sujeto de traje azul en frente de nosotros. No vi que los padres de Liam saludaran a este en particular. Deslizo mi brazo por los hombros del principito cuando noto la sonrisa fría y descolocada del que finge simpatía con su voz suave.—Lo siento, no sé quién…—Soy Grayson Shepard,
Saco mi celular del bolsillo interno de mi chaqueta y llamo a Irina, observando a quien se supone no era como la maldita rata que yo llamaba novio.—¡Mierda de mono; son las dos de la mañana!—Necesito que me respondas algo. —No quito la mirada de Liam que ahora se cruza de brazos. Él intenta escapar, pero lo detengo y vuelvo a dejar contra la pared—. ¿El nombre Grayson Shepard te suena familiar?—¡¿Qué mierda?! Ese es el sobrino de uno de los mafiosos que maneja el lado este de Manhattan. —Observo al chico que eleva el mentón y espera a que le reclame algo. Por un segundo estuve a punto de mirarlo de la misma manera que miraba a Keelan—. Lo último que sé es que se retiró del negocio e hizo su propio camino —continúa Irina.—Bien, gracias por la información ¿Por casualidad los Shepard están involucrad
Desde la fiesta del sábado el príncipe ha estado tenso, ausente de lo que pasa a su alrededor la mayor parte del tiempo, e incluso diría que muy nervioso. Otra cosa que me puso en alerta y me inquieta es lo mucho que mira hacia todos lados cuando salimos de la escuela a pesar de que el chofer de su padre es quien debe recogerlo por su seguridad.Nada es igual desde que Connor le explicó que Grayson busca vengarse de Conrad utilizándolos como blanco porque sabe que su esposa moriría de pena si algo le sucede a su hermano. La tía del principito eligió ese camino; se sentiría devastada si por culpa de esa elección la familia de su hermano desaparece o sale herida.Su esposo la quiere a tal punto de no combatir contra su propio sobrino para no acelerar el avance de su venganza sobre los Hundson, pero si el negocio en algún momento se ve amenazado o incluso su propia credibilidad, no habrá a
Irina vacía la bolsa de papas fritas mientras los dos estamos recostados contra el sofá de la sala. Acabamos de terminar de jugar uno de los videojuegos favoritos de ella y el único en el que más o menos he aprendido a moverme sin morirme a los dos segundos de aparecer. Los dos necesitamos cargar energía y esperar a Liam. Él dijo que traería un nuevo videojuego que había logrado conseguir después de rogarle a su madre por una semana y arrastrarla hasta la tienda donde había una fila de dos calles de largo para obtener la edición especial.—Mono, al final no te veo afectado por el hecho de que te volviste a enamorar de un mafioso.Abro un ojo, mirando a la chica que sigue metiendo más frituras a su boca.—No es un mafioso, al menos no como Keelan y, por cierto, gracias por decirle al principito acerca de esa rata. —Le arrebato la bolsa de frituras—. Tuve un
Cuando llegamos al hospital, lanzo un candado hacia Irina para que asegure la bicicleta mientras yo busco a los padres de Liam. Ella protesta, pero no tengo tiempo para discutir. En la recepción, Aria está esperando en las sillas en frente del escritorio de la recepcionista.—¡Mason! —La mamá de Liam llega corriendo hasta mí y me abraza tan fuerte como puede—. Me alegro de que estés aquí. Katya me dijo que te esperara.—Lamento no haberme dado cuenta antes.—No pasa nada, ven conmigo.Caminando a grandes zancadas por los pasillos detrás de Aria, mando un mensaje a Irina para decirle dónde puede encontrarme una vez que acabe de asegurar nuestras cosas. Llegamos el segundo piso, andamos por un pasillo solitario y doblamos a la derecha donde veo al señor Hundson hablando con una enfermera. Cuando nos acercamos, la enfermera sonríe a Aria y se retira haci