Luchando contra mi irremediable no gusto por bailar, llevo al príncipe hasta la pista improvisada donde la mayoría están bailando ahora. Buscando entre la multitud me doy cuenta de que es difícil encontrar un lugar cómodo para moverse, pero pronto Liam toma el control y nos conduce a un sitio despejado de personas.
—Creí que no te sentaba muy bien el ambiente de una fiesta —susurra cerca de mi oreja—. No tienes que forzarte a esto. Estaba muy a gusto arrinconado contigo.
—Yo también, pero al menos por un rato quiero intentar bailar contigo—. Estiro la sonrisa cuando volteo para verlo—. Me ayudarás si comienzo a sentirme mal, ¿verdad?
El principito asiente, estirando su sonrisa lentamente.
A Liam le resulta fácil dejarse envolver por la música. Se divierte siguiendo el ritmo tan marcado de lo que suena y la forma en que sus caderas se contonean
Los dos caminamos por el muelle mientras ella habla con un tal Michael para que repare los daños ocasionados.—Gracias por buscarme. La verdad es que me las arreglé sola, pero es bueno saber que un mono cuida mi espalda —dice ella, volteando a verme con una sonrisa. Sin decir nada, la abrazo. No sé muy bien para qué es esa acción, pero me alegra que por lo menos no se haya rehusado. —Mason, estoy bien —insiste, intentando separarnos—. No es la primera vez que tengo que defenderme del ataque de unos hombres locos.—¿Por qué te fuiste con ellos? —La tomo por los hombros —¡Debes cuidar mejor de ti misma!—Sabía en lo que me estaba metiendo. Es un ataque de manual. Por eso fingí emborracharme con un solo vaso de vodka y luego derramé los demás que me dieron como una borracha descontrolada.—Prefiero frustrar los planes
Cómodamente vestido y recordándole una vez más al principito que use algo que le cubra el cuello, salgo de la habitación. Haciendo mi camino hacia la cocina, me encuentro con Aria.—¡Mason! Tanto tiempo sin verte —me saluda, estrujándome lo más que puede—. Me alegra que estés por aquí. Por favor, ayuda a mi esposo con el desayuno. Ya sabes que él y mi Liam son un caso perdido cocinando.Ni siquiera me da tiempo a negarme o aceptar porque sale corriendo hacia el jardín.Cuento los pasos hasta la cocina donde veo al señor Hundson leyendo un pequeño libro; después mira hacia un tazón lleno de harina… No, eso no es harina, es en extremo blanca para serlo.—Buenos días, señor Hundson.—Hola compañero, ¿te divertiste ayer?Connor deposita el libro lejos de los ingredientes para un
Subo a mi habitación, me cambio, y bajo justo a tiempo para encontrar a Brody en la entrada con las mismas bolsas que antes dejó en el suelo de la cocina.—No me digas. No me habías traído nada de comida, solo una invitación para ir a comer.—Le prometí a Regina que aparecerías ahí, no había otra opción. Salimos de la casa hasta la camioneta y a partir de ahí solo hay calma, como las muchas veces que paso el tiempo con mi tutor.—¿Van bien las cosas con Liam? —me pregunta, deteniéndose en un semáforo en rojo.—En calma, pero todavía no le he dicho sobre esos hechos del pasado.—¿Es necesario decirle? Supongo que le gustas tú, no lo que fuiste.—Siento que él se enamoró de alguien que, no digo que no exista, sino que es más que solo un presente calma
La hermana de Martie se ve muy frustrada por la actitud de su novio. No sé si deba seguir preguntando, pero si sirve de algo que ella descargue todo ese enojo un poco más, entonces estoy dispuesto a escuchar.—Me enojé tanto con él por decir eso que le grité que no me volviera a buscar. Luego de eso volví a casa llorando, no sé por qué, y mamá casi fue a reclamarle a sus padres pensando que había tratado de hacerme algo. Thomas me llamó más tarde y dijo que lamentaba haberse comportado así, pero que realmente era lo que pensaba y si me iba a poner mal por una opinión suya entonces no valía la pena seguir siendo novios. Volví a sentir que me hervía la sangre y pensé ¡¿cómo puede ser tan idiota?! ¡¿de quién rayos me enamoré?! Le corté al instante y hablé con mamá porque no pod&iacu
Al regresar a casa de Regina, mientras Brody baja algunas cosas de la camioneta y Bella y Martie le ayudan, ella me pide un momento para charlar.—Mason, gracias por animar a mi Bella y aceptar venir al picnic familiar. Sé que te cuesta un poco acostumbrarte a estas cosas, pero me alegra mucho que lo intentes.—No te preocupes, hice algo parecido para Liam cuando necesitó un empujoncito para mejorar su ánimo —admito, rascando mi nuca—. Y sobre lo otro, bueno, estoy tratando de aceptarlo poco a poco.—Está bien, siempre que quieras puedes venir con Brody, o solo, no hay ningún problema.Regina me sonríe de manera maternal.—Hum… —Me remuevo en el lugar mientras ella inclina la cabeza—. Si Brody alguna vez te confesara algo que hizo en el pasado y ese algo fuera muy malo, ¿terminarías con él?—Algo malo como que enga&ntil
Mientras el principito envía mensajes, yo sigo recordando lo que le pregunté a Regina el otro día. De todo lo que me dijo lo único que consideré es que el ser honesto me traería menos problemas que inventar mentiras. La cuestión creo también es cuán honesto puedo ser al hablar de una vida para nada bonita, o quizás eso tiene que ver con mi preocupación a ser rechazado por Liam.—¿Mason? —El principito pincha mi mejilla con un dedo—. ¿Qué pasa?—¿Con qué?—Parecía como si algo te hubiera caído mal de repente, y ya estamos en tu casa.Miro hacia un lado y me sorprendo al ver cuán corto se me hizo el viaje. Los dos entramos, yendo directamente hacia mi cuarto. Como el principito me contó que revisando Instagram vio escenas de su película favorita y le entró el deseo de volver a
Como parece que no puedo dormir, miro al principito que al poco rato de cerrar los ojos los vuelve a abrir.—¿No te molesta que tenga esa foto que me enviaste como fondo de pantalla? —me pregunta.—¿La que muestra lo que hizo Bella? ¿Ya la tienes de fondo de pantalla?—Sí, es que no eres de tomarte muchas fotos y como me gustó mucho como te ves con brillos en el rostro, decidí usarla.—Está bien, debería empezar a creer cuando me dicen que soy guapo.Liam eleva ambas cejas.—¡¿Cómo?!—Quizás no me fijé en eso porque….Me detengo porque iba a decir “he estado sobreviviendo más que viviendo todo este tiempo”. —Otra vez tienes una dolorosa expresión. —Liam acaricia mi mejilla expuesta—. ¿Qué sucede? Si puedes decírme
El principito levanta mi mentón para que nuestras miradas estén alineadas. No hay nada diferente en él. Aun tiene una suave sonrisa dirigida hacia mí y su expresión no parece forzada.—Ya tomé mi decisión hace tiempo y sigo convencido de que no me he equivocado. Tampoco pienso que me vaya a arrepentir. Además, cuando te hablé por primera vez en lo único que pensé es que esta era mi oportunidad para poder acercarme al chico por el que había estado suspirando desde hace un tiempo.—¿En serio? —Se me escapa una risita —¿De un chico problemático?—No, de un chico tranquilo, maduro y con una mirada tan profunda que es difícil decir si está en la tierra o ha viajado a un plano intelectual superior.—Lamento romper tu burbuja.—¡Pero si eres más de lo que esperaba! —Ríe,