Coke del Castillo
A Aiko Watanabe, la vida la obliga a jugar en un papel que no quiere: sumisa, ingenua, tonta e inmadura. Es lo que se espera de ella pues en el tipo de sociedad en que vive, poco más puede hacer. Al menos eso creyó hasta que el destino la puso en el camino de Ran Masaharu a través de un omiai (matrimonio por acuerdo).
Él es guapo, guapo, muy guapo, encantador, avasallador ¡y un pervertido!. La enfrenta a muchas cosas que a ella le hacen plantearse si realmente no tiene opciones de vivir distinto o no tiene el valor de salir de su zona de confort. Empieza a desear más y más. Quiere ser tan libre como él.
Pero cuando empieza a ejercer ese derecho Ran interpreta que no lo quiere a él y pone kilómetros de distancia entre ellos. La Watanabe deberá espabilar si quiere comerse a ese bombón y al mismo tiempo librarse del yugo de ser la dama que exige la buena sociedad que la rodea.
Watanabe Chan se pone en pie con el puño en alto. ¡Ella será libre y Ran será suyo por siempre!