Todos los capítulos de Seduciendo a mi Suegro, el Alfa Hunter: Capítulo 21 - Capítulo 25
25 chapters
21. ¿ALIADO O ENEMIGO?
AVA Mis ojos, empañados en lágrimas, miraban a través del techo derrumbado, arrepentida de mi rebeldía y sin entender qué estaba sucediendo. ¿Por qué me hacían esto? Cuando pensé que sería violada y luego asesinada… —Aquí tienes tu lechita fresc… ¡Aahh! ¡Ggggrrrppll! —el que iba a meterme el miembro en la boca gritó convulsionando, intentando hablar, sumido en pánico. Algo caliente salpicó mi rostro y miré hacia arriba, con terror, para ver su cabeza con los ojos aún estupefactos rodar de su cuello que salpicaba sangre como un aspersor. Había sido decapitado en un segundo y garras oscuras acechaban en la oscuridad. —¡No, no! ¿Quién eres? ¿Quién te manda? ¡No sabes con quién te metes! ¡Nosotros trabajamos para…! ¡AAahaha! El otro que me aprisionaba se levantó de golpe, balbuceando, mirando a todos lados para escapar. Pero apenas dio media vuelta, esa sombra humanoide se movió a una velocidad increíble y atravesó su pecho, sacando su corazón aun latiendo. Con las piernas
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22. MI FANTASÍA IDEAL
AVA …ojos rojos, garras, sangre, miedo extremo… correr, caer… un monstruo salta sobre mí… —¡Nooo! —me levanté de golpe, sudando y forcejeando con algo que me sostenía. —Ava, tranquila, no, no, pequeña, no luches, soy yo. ¡Ava, reacciona! — manos fuertes me movían los hombros. En las penumbras, lo primero que me calmó fue el olor masculino y luego esos ojos azules que brillaban como dos luces en medio de la oscuridad. —¿Grey… Greyson? —Soy yo, Ava, ya estás a salvo, pequeña, tranquila —me jaló hacia su pecho y me sumergí en ese refugio reconfortante. Fui abrazada y lo abracé, con algunas lágrimas bajando por mis mejillas. Ambos sentados sobre la cama, con las cobijas revueltas y algún pijama que me habían puesto. Mis puños se cerraban en su camiseta, con miedo a que desapareciera de repente de mi lado. Los fantasmas aún acechaban mi alma. No sé cuánto tiempo pasé así, buscando la seguridad que me daba, rodeada de sus feromonas, con su mano acariciando lentamente mi cabello.
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23. A UN PASO DE CAER EN LA TENTACIÓN
GREYSONDiosa, se siente tan real, pero mi lobo me dice que sueño y yo sigo mis instintos.No es la primera vez que me la imagino así, que le hago tantas locuras en mi mente.Al menos en el mundo onírico puedo tener a esta mujer que deseo al punto del dolor.Me impaciento y empiezo a tirar de su pantaloncillo.El olor de su coño escurriendo me tiene a punto de eyacular.La suave tela cede y se atasca en sus muslos.Con una mano sigo jugando con esos pezones cafés y la otra va a meterse en la hendidura entre sus muslos.—Nena, abre más las piernas… más… mmmm, tan mojadita… —jadeo al sentir la humedad en mis dedos, su cuerpo tenso, mi lujuria disparándose a las nubes.Me bajo mi propio short y el hilo de presemen escurre de la uretra, pintando sus nalgas al desnudo.La nalgueo y aprieto, me sobo la polla y la restriego contra su tierna carne mientras siseo y le digo lo rico que se la voy a meter.Mi mano indecente vuelve a colarse en las profundidades, sus gemidos contenidos y el vibrar
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24. SON COSAS FISIOLÓGICAS
GREYSON—Ava… Diosa, no sé cómo disculparme por esto… son cosas fisiológicas… o sea, cosas matutinas de hombres, ¿entiendes? —comencé a balbucear como un idiota mientras me levantaba más torpe que un venado recién nacido.Jaloneando el short para tapar mi polla, que parecía llorar de tanto presemen que seguía soltando.—¿Siempre te despiertas así con alguna mujer en tu cama? ¿Por eso fuiste directo a follar?—¡¿Qué?! —me preguntó de sopetón y me puse tan nervioso que mi mano torpe manoteó el jarrón en la mesita y terminó cayendo al suelo, quebrándose en pedazos.El estruendo resonó en el piso de abajo, pero al fin pude tapar el arma del delito con la ropa.Me importaba un comino el jarrón roto.—No… no… — me justifiqué, pero su mirada de asesinato me dijo que estaba molestándose y cómo no… joder, que le acababa de manosear todas las tetas y casi le meto el pene.Tragué, mirando su silueta bajo la sábana, la pasión prohibida aun latiendo en mis venas… di un paso atrás como electrocutad
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25. SOY EL PEOR PADRE
GREYSON “Leila, las cosas no son así…” “Ajá, porque yo me chupo el dedo”. Corto la conversación con ella. Aunque quiera, no tengo cómo responderle a lo evidente. Doy un suspiro de alivio al saber que se marchan y Ava se queda de nuevo sola. Winifred no es idiota y ciertamente el olor a sexo era difícil de tapar. A través de la esquina en la ventana la espío. Frunzo el ceño al verla quedarse mirando al suelo, de frente a la puerta; su espalda se ve tan triste. Mis propios remordimientos apretándome el pecho. Ella tuvo una experiencia traumática y yo, en vez de comportarme como un caballero, le hice todas esas indecencias. Debe haberse llevado la peor opinión de mí, maldit4 sea, por eso no quería quedarme anoche. Suspiro y salto del alfeizar antes de seguirlo empeorando o que alguien me vea en estas fachas. Yo, el Alfa de la manada, saliendo a escondidas y en paños menores de la habitación de mi nuera. Cada vez mi vida se vuelve más retorcida.“¡Estas me las p
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