Mirlo y Kanser se alejaron de ahí dejando al rey solo y meditando sobre la estrategia que se llevaría a cabo. El monarca que intentaba restaurar el honor de su reino y cuyo orgullo de los aliados recaía en él, necesitaba lucirse en esta, la que sería su batalla final.Era lo que había estado esperando y se tomó mucho tiempo para llevarlo a la realidad. Era como un sueño que al final se cumplía para él, uno que solo pasa una vez en la vida pero que depende de uno para llevarlo a cabo.El campamento se hizo presente, a las pocas horas lograron establecerse y se veía impresionante desde cualquier punto de vista, el gran diámetro de las tiendas que se habían colocado para esta situación.Como era de esperarse la mayoría de los líderes se encontraba en el centro, Agusto y los representantes del reino de Ricardo estaban ahí. Ambos como iguales aunque claramente el mando lo tenía el rey lisiado.La noche llegó y con ella la intriga de los próximos movimientos, se montaron varios vigías para
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