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Todos los capítulos de MARCADA POR EL DESTINO: Capítulo 71 - Capítulo 80
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Tentación prohibida
Capítulo 71 – Tentación prohibidaEl doctor les había dado la noticia que tanto anhelaban: el bebé estaba sano. Sin embargo, había impuesto una regla clara que sorprendió a Gabriel:-Nada de sexo por ahora -había dicho con firmeza-. Necesito que Isabela se tome estos primeros meses con calma.Gabriel asintió, aunque por dentro sentía una frustración latente. Tenerla tan cerca y no poder hacerla suya iba en contra de cada instinto posesivo dentro de él. Pero no discutiría. Isabela y el bebé eran su prioridad.Ella, por su parte, no dijo nada en ese momento. Sin embargo, una idea traviesa se formó en su mente.Un juego peligrosoEsa noche, Gabriel se acostó con Isabela entre sus brazos. Acarició su cabello, respiró su perfume y, por primera vez en mucho tiempo, se permitió dormir tranquilo.Pero no contaba con que su mujer tenía otros planes.Isabela esperó a que su respiración se hiciera más lenta. Con cuidado, se deslizó fuera de sus brazos y se acomodó entre sus piernas.Su aliento c
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El control de Gabriel
Capítulo 72 – El control de GabrielGabriel no podía apartarse de la imagen de Isabela entre sus piernas. Cada vez que cerraba los ojos, la recordaba con una claridad insoportable: la calidez de su boca, la sensación de su lengua, cómo había jugado con él, torturándolo con placer hasta que no podía respirar. Y ahora, al fin, era su turno.Ella pensaba que podía desafiarlo, que podía tomar la delantera y salirse con la suya. Pero Gabriel Montenegro nunca dejaba una deuda sin cobrar.El plan de GabrielA lo largo del día, Gabriel la observó, con una mirada cargada de una intención que solo ella podía percibir. Isabela lo sentía, pero fingía no darse cuenta. Sabía que él esperaba el momento adecuado, que se estaba controlando, y disfrutaba de la sensación de haberle ganado, aunque solo fuera por un momento.Después de la cena, cuando la luna iluminaba la habitación, Gabriel se acercó sigilosamente por detrás, mientras ella miraba el mar a través de la ventana.-¿Creíste que me iba a qued
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Volviendo a arder
Capítulo 73 – Volviendo a arderHabían pasado tres meses desde que Isabela descubrió que estaba embarazada. Su vientre comenzaba a notarse, y aunque la emoción de formar una familia con Gabriel la llenaba de felicidad, también existía el miedo de perder la pasión que los unía con tanta intensidad.Esa noche, cuando se metió en la cama junto a él, no pudo evitar sentirse inquieta. Gabriel había sido más cuidadoso desde que supo del embarazo, como si temiera romperla con sus caricias. Pero ella no quería eso.Quería su dominio. Su intensidad. Quería a Gabriel Montenegro en toda su esencia.Se acercó a él y apoyó una mano en su pecho desnudo. Gabriel, que había estado medio dormido, abrió los ojos y la miró con esa intensidad que siempre la hacía temblar.-¿Qué pasa, Bella? -preguntó con voz ronca.Isabela mordió su labio inferior, indecisa por un momento, pero luego decidió hablar con franqueza.-Te extraño.Gabriel frunció el ceño, confundido.-Estoy aquí, contigo.Ella negó con la cab
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Lo que me enamoró de ti
Capítulo 74 – Lo que me enamoró de tiEl dormitorio estaba sumido en una atmósfera de calma después de la tormenta de placer que habían compartido. Isabela aún descansaba sobre el pecho de Gabriel, con su cuerpo completamente relajado. Sus dedos dibujaban suaves círculos en la piel de su abdomen mientras su respiración volvía a la normalidad.Gabriel la observaba en silencio, disfrutando la calidez de su piel contra la suya. Pero fue ella quien rompió el silencio con una confesión inesperada.-Creo que eso fue lo que me enamoró de ti.Él arqueó una ceja, curioso.-¿A qué te refieres?Isabela levantó la cabeza y apoyó la barbilla en su pecho, mirándolo fijamente.-A cómo me tomas... A cómo mi cuerpo siempre reacciona antes que mi cabeza. -Sus mejillas se tiñeron de un leve sonrojo-. Siempre fuiste mi debilidad, Gabriel. Mi cuerpo te pertenece desde la primera vez, y creo que mi corazón también te siguió poco después.Gabriel sintió cómo su pecho se llenaba de orgullo al escuchar esas p
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Aceptando la verdad
Capítulo 75 – Aceptando la verdadIsabela se quedó en silencio por unos instantes, su mirada perdida en el techo de la habitación. Gabriel la observaba con atención, notando la sombra de duda y arrepentimiento que se reflejaba en sus ojos.-¿En qué piensas? -preguntó él, acariciándole suavemente la mejilla.Ella suspiró y bajó la mirada, mordiendo su labio con nerviosismo.-En todo lo que hemos pasado... en todo lo que hice para alejarme de ti.Gabriel entrecerró los ojos, su mandíbula se tensó al escuchar sus palabras. No quería volver a recordar cada vez que ella intentó escapar, cada vez que luchó contra él en vano. Pero antes de que pudiera decir algo, Isabela continuó.-Me arrepiento, Gabriel. Me arrepiento de haber intentado huir tantas veces.Sus palabras lo tomaron por sorpresa. Gabriel parpadeó, observándola con cautela.-¿De verdad lo dices?Ella asintió lentamente.-Sí... Me arrepiento porque ahora entiendo que nunca debí haber huido de ti. Que todo lo que buscaba fuera de
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La espera
Capítulo 76 – La esperaLos días pasaban lentamente, y los meses parecían volar. Cada amanecer era una nueva prueba de paciencia para Isabela, quien veía cómo su vientre crecía con cada semana. Gabriel no se separaba de ella ni por un segundo, asegurándose de que estuviera cómoda, segura y feliz.A medida que se acercaba la fecha del parto, la ansiedad en la mansión Montenegro se hacía evidente. Isabela, aunque emocionada, no podía evitar sentir miedo. Había perdido un bebé antes, y aunque los médicos le aseguraban que todo iba bien, el temor a que algo saliera mal la atormentaba en silencio.-Deja de preocuparte, Bella -susurró Gabriel una noche, mientras la abrazaba en la cama-. Nuestro hijo está fuerte. Y tú también lo estás.Isabela apoyó su cabeza en el pecho de él y suspiró.-Lo sé, pero no puedo evitarlo. A veces... tengo pesadillas.Gabriel frunció el ceño y le acarició el cabello.-¿Pesadillas?Ella asintió.-Sueño que vuelvo a perderlo. O que cuando nazca, algo malo pasará.
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El nacimiento de su hijo
Capítulo 77 – El nacimiento de su hijoEl día había llegado.Isabela se despertó en mitad de la noche con una punzada de dolor en el vientre. Al principio pensó que era una contracción falsa, como las que había estado sintiendo en las últimas semanas, pero cuando una segunda ola de dolor la hizo retorcerse en la cama, supo que era diferente.-Gabriel... -susurró, intentando moverse.Él, que dormía a su lado, abrió los ojos de inmediato. Bastó con mirarla para entender lo que pasaba.-¿Es hora? -preguntó con voz grave, completamente despierto.Isabela asintió, respirando entrecortadamente.-Creo que sí...Gabriel saltó de la cama y agarró el teléfono para llamar al médico mientras ayudaba a Isabela a incorporarse.-Respira, mi amor. Vamos al hospital ahora mismo.Las contracciones se hacían cada vez más intensas y frecuentes. Gabriel la llevó en brazos hasta el auto, sin importarle que ella insistiera en que podía caminar. En su mente, lo único importante era que estuviera bien.El cam
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Entre la vida y la muerte
Capítulo 78 – Entre la vida y la muerteEl instante de felicidad se rompió en mil pedazos cuando los ojos de Isabela se cerraron de repente y su cuerpo se desplomó.-¡Isabela! -Gabriel gritó con desesperación, reaccionando instintivamente para coger al bebé de sus brazos antes de que cayera.El pequeño lloraba, pero Gabriel solo podía mirar con horror cómo el cuerpo de su mujer se volvía inerte en la cama.-¡Ayuda! -rugió, su voz llena de pánico.Los médicos y enfermeras corrieron hacia ella, apartando a Gabriel mientras la revisaban.-¡Está perdiendo mucha sangre! -gritó una de las enfermeras.Gabriel sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. Sujetó al bebé contra su pecho, protegiéndolo, pero su mirada estaba fija en Isabela.-¡No! ¡No te vayas, Bella! -susurró con voz temblorosa.Luchando por su vidaLos doctores trabajaban frenéticamente. Inyectaban medicamentos, conectaban vías, presionaban su abdomen para controlar la hemorragia.Gabriel no podía hacer nada más que mira
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De vuelta a casa
Capítulo 79 – De vuelta a casaEl sol caía lentamente en el horizonte cuando el coche negro de Gabriel atravesó los enormes portones de la mansión Montenegro. Isabela, aún algo débil, miraba por la ventana con una mezcla de emoción y cansancio. Después de días en el hospital, volver a casa se sentía como un sueño.-Bienvenida a casa, Bella -susurró Gabriel, apretando su mano con suavidad.Ella sonrió, aunque el agotamiento se reflejaba en sus ojos. En su otro brazo, sostenía al bebé, envuelto en una manta azul celeste.Cuando el coche se detuvo frente a la entrada principal, varios empleados ya los esperaban. Clara, la ama de llaves, tenía los ojos llenos de lágrimas de emoción.-Señora Isabela, qué alegría verla de vuelta -dijo con una voz temblorosa.-Gracias, Clara -respondió ella con dulzura.Gabriel bajó primero, luego ayudó a Isabela con sumo cuidado.-Ve despacio -murmuró, sosteniéndola de la cintura.Ella rodó los ojos con ternura.-Estoy bien, Gabriel. Solo cansada.Él no se
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Un nombre y un padrino
Capítulo 80 – Un nombre y un padrinoLa mañana en la mansión Montenegro comenzó con un sol radiante que se filtraba a través de las enormes ventanas, iluminando la habitación en la que Isabela aún dormía plácidamente. Gabriel, sin embargo, ya estaba despierto, sentado en un sillón junto a la cuna, con su hijo en brazos.Lo observaba con admiración, su mirada fija en esa pequeña criatura que, en su mente, era la culminación de todo lo que había deseado: su sangre, su legado. El bebé dormía tranquilo, sin saber que su padre lo miraba con una mezcla de asombro y ternura.-Eres perfecto -murmuró Gabriel, acariciando la mejilla del pequeño con el pulgar-. Tan perfecto como tu mamá... Pero aún falta algo... necesitas un nombre.Isabela se movió en la cama, estirándose lentamente y abriendo los ojos. Al ver a Gabriel sosteniendo al bebé con tanta ternura, una sonrisa se dibujó en su rostro. El simple gesto de su esposo sosteniendo a su hijo la llenaba de paz.-Buenos días -dijo, con la voz t
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