Capítulo 44 Amelia había huido buscando un suspiro de paz en medio del huracán que se había vuelto su existencia. Con el corazón hecho trizas, tomó la decisión más desgarradora de su vida: alejarse del lobo que amaba. No por cobardía, sino por amor. Porque si algo temía más que perderlo, era verlo perderse a sí mismo por culpa de su historia rota.Casarse con Mike había sido una decisión precipitada, nacida de la presión, de las amenazas de Vicente, de los silencios de Matthew. Era su única salida, su única forma de recobrar el aliento. Y así, con la ayuda de Larios, escapo con las manos temblando y el alma partida, pero con un hijo en su vientre que merecía algo mejor.Mike, quien en otros tiempos había sido su rival en la manada, se convirtió en su cómplice. Ya no había rencores, solo una extraña complicidad tejida entre heridas y resignaciones. Él se transformó en un padre excepcional para el pequeño que nació en una noche en la que incluso la luna pareció brillar con más fuerza.
Leer más