—¡Hermano! —Exclamó Wen desde la entrada del hospital. La observé correr hacia mí, junto a Arman y Owen, que caminaban pacíficamente a su lado.—Siempre tan ruidosa. —Murmuré. Wen siempre ha sido así de ruidosa y dramática, desde que era niña, ha sido demasiado amable para su propio bienestar.—¿Tía Wen? —Susurró Amy en un bostezo, aún en mi regazo. La miré sonriendo.—¿Ya despertaste, pequeña? —Le pregunté amable, pese a todo. Amy, siempre es una alegría inmensa para mí.—¿Dónde está mamá? —Preguntó estrujando su ojo, la ternura de la escena y el recuerdo de lo que había dicho el doctor me provocó un sinfín de emociones indescriptibles.—No tienes que preocuparte, pronto podremos verla. —Aseguré sin titubear, pero a sabiendas de que no era cierto.“El embarazo de la señora O'Sullivan ha contribuido en gran medida a su condición actual” había dicho el médico con ese semblante de naturaleza que me erizaba la piel, para ellos, mi esposa solo era un paciente más y no había algo que me en
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